✩ Familia Joestar

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Ese día el par de adolescentes habían ido a pasar la tarde en casa del menor, aprovechando la ausencia de sus padres para estudiar tranquilamente y evitar los típicos sermones que le darían

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Ese día el par de adolescentes habían ido a pasar la tarde en casa del menor, aprovechando la ausencia de sus padres para estudiar tranquilamente y evitar los típicos sermones que le darían. Después de acabar los deberes y también de un par de besos, el moreno debía regresar a su hogar.

Se encontraban en la entrada de la casa, Kakyoin miraba con cierto aire de tristeza como su pareja se preparaba para regresar, no quería que se fuera todavía, pero tampoco podía retenerlo, eso sería muy egoísta.

Jotaro se dio cuenta de la actitud de su amado, él tampoco quería irse; pero ya era tarde y lo más seguro es que su madre comenzaría a preocuparse si no llegaba pronto.

Terminando de ponerse sus zapatos, se acercó al pelirrojo, quitándose su gorra para poder agacharse y así besar su mejilla en modo de consuelo.

- No te pongas así, nos veremos mañana - volviendo a besar la tersa piel

- No quiero que te vayas, me gusta estar contigo. Además de que cuando estamos en publico no podemos demostrarnos nada - extendió sus brazos para pasarlos por detrás del cuello del moreno - Es por eso por lo que estos momentos a solas son tan preciados para mí que quisiera que no terminaran -

- Tienes razón en eso - Jotaro correspondió el abrazo, rodeando la cintura del otro

Los dos se abrazaron por un par de minutos, disfrutando de la cercanía y tratando de grabar la sensación del calor y el aroma de su amado.

- Venga, debes regresar ya a casa; tu mamá te está esperando - el ojivioleta se separó levemente para verlo

El pelinegro miro al menor como si tratase de convencerlo de quedarse un rato más, pero solo basto una mirada de reproche para hacerle entender que no.

- Esta bien, ya me voy - se rindió - pero a cambio de algo...más - apretó levemente el agarre que tenía en la cintura del pelirrojo

- Claro, gruñón - le retó mientras lo jalaba de su chaqueta para por fin darle un suave beso de despedida.

Fue breve, pero lo suficiente para darle casi un paro cardíaco al mayor por la espontaneidad del momento, sí que ese chico estaba encontrando la manera de controlarlo en tan poco tiempo.

Después de eso, Jotaro se puso gorra para después salir por la puerta. Al poco rato llego a su casa y al entrar encontró dos pares de zapatos más en la entrada, al parecer había visitas, empezaba a su poner quienes eran.

- ¡Jotaro, mi querido nieto ven a saludar a tu abuelo! - dijo Joseph emocionado mientras estiraba sus brazos para tratar de alcanzar al moreno desde su lugar en el comedor

- ¡Jotaro, querido! Llegas a tiempo para la cena - menciono Holly

-Tsk dejen de gritar par de escandalosos... - dijo harto el adolescente - Hola abuela Suzie - saludo amablemente a su abuela.

~Mundos Distintos Mismo Sentimiento~ [Jotakak]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora