Todo paralelo

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¿Dónde está? ¿Por qué no baja a desayunar? Maldita sea, Mckinnon...
Si algo le molestaba a Sirius, era que una chica lo ponga nervioso. Pero él sabía.
Él sabía que había metido la pata y qué era muy pero muy probable que la rubia no le dirija la palabra por años. Qué nervioso lo ponía eso.
Si le hubiera sucedido con otra muchacha, le hubiera pedido disculpas y si se enojaba, mala suerte. Pero Marlenne... Marlenne era diferente. Tal vez no era diferente, pero era diferente para él.
Le molestaba. Le molestaba mucho que le cause ansiedad y también esos brotes de alegría cuando ella le insinuaba cualquier cosa. Siempre consideró qué "amarrarse" a alguien, no tenía sentido. A menos que fueran sus amigos.
Y así estaba, esperando que la chica llegue al comedor para pedirle disculpas.
Cuando la vio, se apresuró a levantarse de su silla para buscarla.

- ¡Mar...! ¡Tengo que hablar contigo! - le dijo cuándo se acercó - Buen día, Evans.

Lily le dedico una pequeña sonrisa y se fue a sentar a la mesa para darles privacidad. Marlenne parecía estar comiendo un limón por la cara que tenía.

-Tienes un minuto - ¿Uno solo? No puedo resumir todo en un minuto...


-Lamento muchísimo, muchísimo no haber podido ir ayer... - Sirius junto ambas manos pidiéndole perdón, pero Marlenne parecía un hierro.

- ¿Algo más? - le dijo cruzando sus brazos. Sirius sabía que debía decir algo más, porque cuando alguien pregunta eso, es porque está esperando más.

-Si...Prometo compensarte...

- ¿Y quién dijo que quiero que me compenses? - Bueno, pero yo si quiero compensarte...


- ¿No quieres saber por qué no pude? - Sirius suspiró porque el silencio era peor que una catarata de insultos.

-No eres mi novio. No somos nada, no necesito tus justificaciones... - ...y ahí está. La orgullosa Mckinnon

- ¡Por supuesto que no...! Pero soy un caballero y...

-Si fueras un caballero, hubieras tenido la decencia, de hacerme saber por cualquier medio, que no podrías ir... - lo interrumpió la chica intentando no alzar la voz porque sentía que James y Peter estaban estirando el cuello para escuchar la conversación. Era un tanto gracioso porque no eran para nada discretos. Por suerte, Lily les pego a ambos con un pergamino.

-Lo sé, pero... - ¿Qué le digo ahora? Se me acabaron las excusas... - No sabía con quien enviarte el aviso... Lily y Mary no estaban en la Sala, no podía subir a tu dormitorio y... bueno, tu lo haz dicho, no somos nada. No le podía avisar a ninguna persona que esa noche no te iba a poder romper la boca porque...

- ¡Baja la voz! - le dijo la chica cuándo vio que James se cayo al piso de intentar escuchar todo - ¡Maldita sea, Potter... te estoy viendo!
James la saludo con la mano y Lily lo golpeó nuevamente, pero esta vez con su mochila.

-Déjame recompensarte - le pidió.

 
Marlenne pasó por delante de él golpeándolo en el hombro y se fue a sentar con Lily, quién entendió todo y se levantó para buscar otro asiento lejos de los chicos.
Sirius no se iba a dar por vencido. Nunca perdía una discusión, pero sabía que no tenía que molestarla, sino sorprenderla en el momento menos esperado. Y eso iba a hacer.
Se acomodó el pelo y se sentó con aire elegante en la mesa junto a sus amigos, sin buscar con la mirada a la rubia.

-La tengo a mis pies - le dijo a James guiñándole un ojo.

-Si... se nota - se burló su amigo - ¿Por qué tanta fijación en Marlenne?

-El cupo de brujas se agotó, Prongs... Y sabes qué Remus no me deja acercarme a las de tercero...

-Si tú lo dices... - murmuro el chico - Anoche pensaba... ¿Y si Evans sabe que somos animagos?

-Imposible - afirmo muy seguro Sirius - Solo creé lo de Remus...

- ¿Quién creé qué de Remus? - la voz de Mary asustó a los tres chicos e inmediatamente giraron la cabeza para ver a la muchacha mirándolos fijamente.

-Tienes que dejar de aparecerte así, Mary. Nos vas a matar del susto - le dijo Peter.

- ¿Dónde está Remus? - miró directamente a James - No lo veo desde ayer a la tarde...

-Se contagió de James - dijo Sirius sirviéndose una taza de té - Anduvieron besándose... ¿Por qué tienes olor a ajo?

-Quete

- ¿Quete?

-Qué te importa.

-Remus está en nuestra habitación -contestó Peter.

-No te atreverás a perturbar el descanso de mi bello amigo... ¿verdad, McDonald? - sumó Sirius. Mary lo desafió con la mirada.

-Por supuesto que no... - Mary se fue lentamente mirando a James con los ojos entrecerrados, haciéndole saber que sospechaba algo.

- ¿Acaso Remus es el más imbécil de todos? ¡Con razón Lily sabe! No se despidió de Mary y por supuesto qué Grindelwald va a estar insufrible...

-Debería hablar con ella... Sinceramente, Mary es capaz de entrar a nuestra habitación - le dijo James. Mary susurró algo a sus amigas y se levantaron dando por terminado el desayuno.
Pasaron cerca de ellos y Marlenne le pegó con su mochila en la cabeza a Sirius, claramente a apropósito.

- ¿La tienes a tus pies? - le murmuro Peter riéndose.

-Totalmente.

Merodeadores superando las expectativasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora