No tuvo que

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Mi padre es un hombre muy impulsivo. A veces se deja llevar demasiado por sus emociones o pensamientos irracionales, cómo en ese día, a mi se me cayó una taza porque me quemé, el no pensó: ¿Estará bien mi hijo amado que abuso laboralmente de Lunes a Sábados desde las 1:00 pm hasta las 12:00 pm?, nop, él me gritó por romper la taza, pero un estruendo al otro lado de la cocina llamó su atención: Mi hermana tiró su taza. Ella dijo que fue un accidente al igual que el mío, pero estoy seguro que ella la tiró para que la ira de mi padre no solo recaera en mí, así es ella, siempre pensando que debe cuidarme desde que murió mamá.

—No debiste hacer eso —le dije en voz baja mientras ambos limpiabamos del suelo los trozos de vidrio y chocolate caliente que estaban en todas partes.

—¿Hacer qué?, se me cayó sola la taza —dijo mientras terminaba su parte del trabajo—. Además de que ya se le pasará el enojo, no puede estar mucho tiempo enojado conmigo, ya sabes porqué.

—Pero conmigo si.

—Aquí estaré esta semana, sabes que estos meses son difíciles para él.

—Para todos —la corregí—, para todos es difícil.

Ella quedó en silencio unos segundos y me dio la espalda para servir dos tazas de chocolate.

Ella es mi hermana mayor, la única hija que tuvieron mis padres, y es la viva imagen de mi madre.

A veces veo las fotografías de mamá y sólo puedo pensar que son selfies de ella, así que no termino de decidir si estar con mi hermana me hace sentir feliz o triste.

Que ella esté en casa no significa que haya menos trabajo para mí, debo estar en el mostrador mientras veo las camaras de seguridad, es un poco entretenido ver las personas que pasan por la tienda, es cómo si yo mismo estuviese afuera, viéndo todo.

A veces trato de adivinar qué van a comprar guiándome por los pasillos que toman los clientes. 

Lo sé.

Es lamentable mi forma de entretenimiento.

Pero gracias a eso logré verla.

Me reacomodé en mi asiento apenas noté que había entrado, estaba abrigada completamente y por la mala calidad de la imagen no se podía apreciar bien, pero su gorro de lana la delataba, era ella.

Empecé a seguir sus pasos, era raro que no viniera con sus padres, nuestros clientes usuales eran adultos, y niños acompañados por adultos, así que eso aumentó mi curiosidad, siempre que la veía estaba acompañada, así que era extraño verla sola.

Tenía ganas de irme del mostrador para ofrecerle ayuda, ya que llevaba un buen rato dando vueltas por toda la farmacia, pensé que no encontraba lo que buscaba hasta que se detuvo en la sección de toallas femeninas.

Me cubrí la boca con la mano para evitar reirme.

Era normal que algunas chicas se avergonzaran de comprar toallas, pero no creía que fuera para tanto cómo para estar dando vueltas y vueltas por casi 10 minutos, además de que hubiese sido un completo desastre si le hubiera ofrecido mi ayuda, y pensé que quizás no era tan buena idea de que su compañero de clase le cobrara por aquel paquete, así que me dispuse a levantarme para pedirle a mi hermana que me cubriera, pero lo que vi me dejó paralizado en la silla.

Pensé que miraba hacía todos lados porque se avergonzaba que supieran que estaba en su periodo y por eso necesitaba toallas.

Pensé que su andar nervioso se debía a que su madre no pudo acompañarla y le tocaba hacer esto por ella misma.

Pero supe que estaba equivocado cuándo, a través de las cámaras, vi como tomó un paquete de toallas, las escondió en su abrigo, y salio prácticamente corriendo del lugar.

Quedé semi parado en mi asiento, totalmente confundido y helado, y no solamente por el clima...

¡Me acababan de robar y no hice nada!

Pero, ¿Que le iba a decir a mi padre?: «Papá, nos acaban de robar un paquete de toallas femeninas, en la grabación no se ve quién es, pero sospechosamente tiene el mismo gorro que mi compañera nueva, esa chica pelinegra que va a nuestra iglesia, así que pude identificarla aunque evitó pasar por al frente del mostrador... ah, además no hice nada para evitarlo, me quedé como lerdo viendo el monitor no sé cuánto tiempo cuándo huyó...»

Definitivamente eso no.

¿Se armaria un gran problema si le decía a mi padre quién fue?, ¿Porqué robó?, ¿Porqué no hice nada?

No sabía ninguna respuesta a esas preguntas, pero sabía que si no era cómplice ella lo iba a pasar muy mal, es un pueblo pequeño y los chismes no dejarían en paz a su familia en esta vida y la que sigue, así que puse otra toalla en el lugar vacío que quedó en la estantería y borré el video.

Pensé que quizás su familia no tenía dinero para comprar algo así, ya que ella usualmente no llevaba comida al Instituto, además de que su ropa no se miraba nueva...

Si yo revelaba lo que acababa de pasar se iba a ser un gran problema y yo no quería cargar en mi conciencia el arruinar la vida de la chica nueva por un simple paquete de toallas femeninas.

Me volví cómplice sin que ella lo supiera.

Pero yo si sabía que ella había sido, y sabía que ella no tuvo que hacer eso, pero ambos hicimos cosas que no debimos haber hecho y sé que estamos arrepentidos.

Pero yo si sabía que ella había sido, y sabía que ella no tuvo que hacer eso, pero ambos hicimos cosas que no debimos haber hecho y sé que estamos arrepentidos

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