03/03/2021

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Soñé que acudía a una representación teatral de la vida de Hans Christian Andersen, quien era referido en la obra como "El Joven Ala de Cisne": Se trataba de un chico pálido y enjuto, nacido de una hermosa mujer de cabellos negros, quien poco antes de morir después de haber dado a luz al niño, solicitaba a su esposo, un hombre joven, de rasgos andróginos que cuidase del chico, más este se negaba a asumir dicha responsabilidad, dejando al joven Ala de Cisne en orfandad.

A fin de sobrellevar la dureza de su vida, el joven Ala de Cisne era capaz de conjurar pequeños personajes imaginarios, semejantes a muñecos salidos de los cuentos de hadas por los cuales este autor habría de volverse famoso.

Repentinamente, la historia pasaba a ser una biografía ficcional de Andersen a una adaptación del cuento La Reina de las Nieves, transformándose el joven Ala de Cisne en el rubio Kai, quien era raptado por la Reina de las Nieves en su trineo por encima de los campanarios de las iglesias en la ciudad.

Envuelta en su abrigo blanco, la Reina de las Nieves le daba un beso terrible a Kai, después de lo cual ella decía:

— ¡No te escaparás de mí, porque yo soy La Muerte Misma; no hay fuerza mayor que la mía en todo el mundo!

Pero el joven Kai sí que lograba escapar de alguna manera, puesto que la escena siguiente representaba el final de dicho cuento de hadas: Kai y su amiga Gerda volvían a casa a lomos de un inmenso reno, acompañados por numerosos animales del bosque y otros personajes también presentes en dicha historia, como la niña ladrona, que montaba un caballo negro.

También estaban el cuervo y su esposa, a quienes me daba gusto ver, a pesar de que yo sabía que según la historia, aquel cuervo moría, quedando su esposa viuda.

Kai y Gerda traspasaban el umbral de la puerta de su casa, convirtiéndose al instante en adultos, y ese fue el momento en el cual el sueño terminaba.

Diario de Sueños y PesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora