Capítulo 4

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Año 2107 - La resistencia.

LEXA'S POV

Hace varios años atrás cuando el sol relucía en otros horizontes, permitiendo que la oscuridad saturara en desgracias nuestra comunidad, se desató el agonizante dolor provocado por la época y Neuroisis. Y sólo entonces, comprendí que nunca prosperaríamos si continuábamos siendo subyugados a las zonas de cuarentena.

10 años atrás se llevó a cabo el intento de desligarnos de estas zonas y así mismo de Neuroisis, cuando apenas era una joven de 20 años, inexperta y saturada por el odio. Neuroisis nos orilló por mucho tiempo a entrar en un bucle de penumbras donde pasábamos meses con tan solo una pequeña ración de comida, que solo lograba alimentar a la población de alto riesgo, obligándonos a sobreexplotarnos en un trabajo constante de siembra, suplicando a una fuerza inexistente para que la cosecha acelerará su proceso, y así, el resto de nuestra comunidad no muriera de hambre.

Mi padre, líder de la zona sur de cuarentena, que ahora es conocida como la resistencia; inició un plan para sublevarnos atrayendo la ayuda de la zona occidente, su líder anhelaba tanto como mi padre libertarnos uniendo nuestras fuerzas para deshacer el yugo que nos sometía e iniciar un nuevo frente donde las leyes cambiaran radicalmente.

Esos tiempos fueron manchados por un río de sangre, el virus pasó a un segundo plano donde la muerte dejó de tomarlo como una fuente de solventación, pues, era el mismo hombre quien arrebataba vidas primitivamente en una acción que se arraigaba en la simpleza de despojar el aliento vital por medio de armas, bombas y fuerza bruta. Fue una batalla de días, donde muchos hombres fallecieron intentando libertarnos, y al final perdimos.

Perdimos a la zona occidente, niños, mujeres y hombres dejaron su vida en esas tierras, y quienes lograron sobrevivir, los acogimos en nuestra fortificación. Pero, para Neuroisis no fue suficiente, querían patentar una lección que sirviera para que ninguna zona de cuarentena intentara levantarse de nuevo contra ellos.

Así que, asesinaron a sangre fría a los líderes de la zona occidente y a mis padres, abriendo sus cuellos, dejando que la sangre fluyera como un caudal sin destino fijo, todo esto frente a nuestra comunidad. La vida abandonó la luz de sus ojos frente a mí y la agonía se hizo presente mientras la muerte los arrullaba en sus garras. Y como si eso fuera poco, decidieron llevarse a mi hermana, una niña que tan solo tenía 10 años en ese entonces, sus gritos sometidos por el pánico aún atraviesan mis oídos, calando en lo más profundo de mis recuerdos.

Y ese fue el impulso que necesité para no permitir que la muerte de nuestros líderes y el secuestro de mi hermana fueran en vano, nuestros líderes murieron por causa de la libertad que profesaron para nosotros y eso era justo lo que tendríamos. Ese día, la tierra pregonó como suyo más cuerpos, tanto de Neuroisis como de los nuestros y después de muchas horas, la batalla fue proclamada como nuestra. Y luego de ese día, muchos hombres de distintos lugares se han ido uniendo a nuestra causa.

Sí, perdí mucho en esa época, pero justo ahora, mientras observaba a aquellos hombres de Neuroisis bajando los suministros que solicité, entendí que todo valió la pena. Estoy cumpliendo con mi comunidad, y estoy cumpliendo con la memoria de los líderes que nos guiaron a la primera puerta de libertad.

—Octavia, asegúrate que los suministros sean divididos por áreas — dirigí mi mirada brevemente a mi acompañante.

—Por supuesto — contestó — ¿los alimentos serán divididos por casonas?

—No — dije mientras observaba a los dos soldados permitidos bajando lo que parecía ser medicina y dejando las cajas en la entrada de nuestra fortificación — todos irán al quiosco principal, allí se encargarán de racionar los alimentos.

RESILIENCIA (Parte 1 Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora