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Su piel era tersa casi cómo la seda suave con el tacto, sus miradas se cruzaron más la vergüenza parecía unidireccional; una era dé asombró cómo un niño descubriendo la nieve por primera vez y la otra sólo era tranquilidad y ternura encarnada en un suave color celeste como un cielo despejado a lo qué sus mechones dorados son los rayos del sol, una dulce risa interrumpió su contemplación en un segundo; con una rápida mirada encontró el origen de tan agradable risa.
-Beautiful...
Solo ésa palabra salió de su boca sin pensarlo dos veces, no pudo controlar sus labios en ese preciso momento, no recordaba el significado completo de la misma, sólo una vez la oyó salir de los labios de una persona entre sus recuerdos más queridos, su significado era...bella.
Con aquel significado rondando su mente cada vez más, se hundía en las aguas de la memoria dejando de lado el presenté, pero unas simples palabras lo sacarían antes de ahogarse.
-El honor es todo mío caballero.
Cómo solo eso bastó para despertarle en un momento? Acaso era posible? No lo podía procesar... pero si logró abrirle los ojos a lo qué tenía qué realizar; su mano se deslizó por su cintura suavemente y la acercaría respetuosamente con la delicadeza con la que se le trataría a la última flor en un jardín.
Ella pondría su mano en su hombro casi fantasmal mente justo en el segundo dónde las miradas se volvieron a encontrar en sus angelicales facciones mantendría una sonrisa la cuál era dulce y era demasiado pasiva.
La orquesta comenzaría con un tono melodioso haciendo que las parejas empezarán a bailar al ritmo de la música, la jóven celestial comenzaría la danza de está pieza (extrañó) el pensaría al no ser ésto convencional en ningún baile al que haya asistido, más se sentía relajado y sólo bailaría como la corriente en un río.
Continuando el paso de su pareja en está emifera noche dónde seguramente sería la última vez dónde la vería, donde bailaría con ella, dónde no tenía preocupación por nada más qué de la persona entré sus brazos, tres pasos serían dados en la pista y una medía vuelta qué hizo flotar ligeramente su vestido casi cómo un velo en la oscuridad nocturna, reconocía está tonada pero no sabía de dónde...los giros lentos siguiendo la manecilla del reloj, los suaves deslizamientos y las pequeñas sonrisas eran los pasos qué recordaba cada segundo que pasaba, era tan inefable podía seguir aquí y ser perenne era mi propia ataraxia...era sempiterno, más eso era mentira qué me quería inculcar por qué ésto era efímero terminando la canción todo acabaría más la nostalgia me mataría en un futuro... qué sinceramente no estoy deseando.
