La Novia Perfecta (OneShot)

¡Hola!

—Manhattan, New York —

No puedo creer que esté a punto de cometer la peor locura que se me ha ocurrido, y he hecho muchas, pero esta vez es por una causa noble, en cierto punto. Miro la hora en mi reloj, marcando las 17:59 P. M. Ya debería estar aquí, quiero decir, no es como si realmente llegara a las 18:00 P. M. ¿Oh sí? Espero que no, aunque el sonido del timbre me da un golpe metafórico en la cara, anunciando que, en efecto, llega a las seis en punto de la tarde. Me levanto rápidamente del sofá y al abrir la puerta, siento que he estoy en una especie de viaje astral provocado por alguna droga, pero no, es totalmente real lo que mis ojos observan. Una alta y atlética chica rubia está frente a mi puerta, portando un atuendo deportivo negro, así como una gorra de los Mets en su cabeza, ya que se ha sujetado el cabello, como adición, unas gafas, contrastando con todo lo que muestra.

-Hola... ¿Lena Luthor? — Increíble, hasta su voz es atrayente.

-Sí, disculpa, ¿Eres Kara? — Sonríe, dejando atrás ese rostro serio, ahora pienso que quizás lo imaginé.

-Así es, un placer conocerte — Toma mi mano con las suyas, agitándola al saludar — Eres más bonita de lo que esperaba-

-Gracias — Carraspeo en cuanto me libera — Adelante, por favor-

-Gracias-

Ella ingresa a mi apartamento, y desde mi lugar puedo ver su figura con mejor perspectiva, además de que su caminar es un tanto despreocupado, justo lo que necesito. Espera por mí y en la sala de pie hasta que le hago una seña para que tome asiento, vaya, es bastante educada, no creí que existieran personas así en la actualidad, peculiar.

-Bien, siendo honesta no esperaba a alguien como tú — Le gustan los halagos, por como sonríe — Y me alegro, porque no estoy tratando con alguien del tipo acosador o algo por el estilo-

-Lo sé, muchas veces hay desconfianza por parte de nuevos clientes, pero te aseguro que no somos ese tipo de persona, además leíste mi expediente-

-Cierto, sólo que ya sabes, los humanos tendemos a ser desconfiados-

-Es verdad, pero ya estoy aquí y puedes ver que soy lo que leíste, así que dime, ¿Qué debo hacer? –

-Me gusta que seas directa — Asiente, tan radiante al sonreír — Bien, sé que ya leíste mis razones por la que estoy buscando tus servicios, entonces en el tema de hacer enfurecer a mis padres, no será necesario ahondar más-

-Entiendo-

-Ellos quieren que me case con un hombre patético y manipulable, a mí no me gusta, no es el tipo de hombre con el que soñé, así que, para cambiar colocar la pelota en mi tejado, les dije que estaba saliendo con una chica-

-Interesante, ¿Y por qué una chica, son homofóbicos? –

-Como la mayoría de familias importantes del país, sí — Asiente, mirándome atenta — Les dije que mi novia es un músico, que toca en un bar por las noches y trabaja en una tienda de sex-shop — Kara ríe, y no sé si ofenderme — ¿Suena ridículo? –

-No, al contrario, eres la primera cliente que tiene creatividad, me encanta, continúa — Junta las manos, mirándome con un brillo alegre en los ojos.

-Por supuesto ellos creen que miento, así que probablemente mi madre vendrá a hacer auditoria, por lo que quisiera saber si puedes venir a quedarte algunos días, quizás nos lleve un mes convencerlos de disolver el compromiso, tú tendrás tu pago y yo seré libre de nuevo-

-Es un plan perfecto, y divertido, ¡Estoy adentro! –

Y así es como todo comenzó. Al día siguiente, Kara vino a mi apartamento con dos mochilas que suelen usar los deportistas, comienzo a creer que ese es su estilo, pero no soy quien, para juzgar, así que le asigné su habitación, diciéndole que puede entrar y salir cuando le plazca, siempre y cuando no interfiera en mis horarios nocturnos donde suelo ir al pub, conocer algún chico atractivo y le advertí que a veces los traigo a casa. Ella no pareció tener problemas, simplemente se encogió de hombros y me dijo: