capitulo 1

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Elizabeth






-Pero Elizabeth... un poquito más.- Dijo besando mi cuello, intenté apartarlo pero ya me temblaba el cuerpo de solo sentir ese caliente tacto, jamás tendría suficiente de él.

Ya me estaba nublando el juicio mientras sus manos se comenzaban a deslizar por el borde de mi polera hasta comenzar a levantarla, el tacto de sus calientes manos en la piel de mi vientre me estaba volviendo débil, comenzó a acariciar mis endurecidos pezones por sobre la tela de mi brasier, haciéndome sacar de quicio.

-David, me tengo que...- No pude terminar cuando sus labios me callaron.

Me tomaron desprevenida, me tomaban con deleite mientras su lengua buscaba la mía, demasiado placentero, sentía como comenzaba a mojarme con un beso tan apasionado, todo estaba siendo demasiado intenso con él.

Vale... me rindo

No importaría llegar un poco más tarde por un polvo rápido con este caliente chico... con mi novio... suena tan jodidamente irreal, pero estremece con fuerza mi corazón el solo pensarlo, es una felicidad que nunca había sentido, incomparable... él me hacía sentir en casa.

Aún con el placer comenzando a desbordar mi cuerpo, mi consciencia no me dejaba tranquila, sabía muy bien que debía volver donde Samantha, me estaría esperando y ya me había demorado bastante. Gemí con fuerza al sentir sus dientes en mi cuello una vez más, que deliciosa sensación, la había extrañado demasiado, Samy puede esperar otro poco.

-Par de tortolos.- Sentimos golpes en la puerta, ese era el Señor Montenegro.- Llevaré a Elizabeth donde su amiga así que déjala ir David.

Escuché a David bufar molesto, un segundo más tarde y ya me habría desnudado, se veía jodidamente adorable así, tan molesto y frustrado con su ceño fruncido y un ligero puchero. No pude aguantarme y tomándolo de las mejillas le di un casto beso en los labios sorprendiéndolo, tomé mis cosas y me apresuré a salir de mi habitación donde me esperaba el Señor Montenegro

-Estoy lista Señor.- Le dije sonriendo.

-Oh vamos no me llames así Elizabeth, dime Rodrigo, no te preocupes.- Eso me parecía demasiado atrevido.

-¿Podría llamarlo Padrino?.- Me miró abriéndome la puerta del auto.

- Supongo que eso suena bien.- Dijo alegre, es impactante ver el cambio.- Mientras no me digas suegro.

Sentí toda mi cara arder mientras el se reía de su "broma", definitivamente no me podré acostumbrar a esto. Me senté y partimos en silencio hacia nuestro destino, la verdad es que no quería ir pero Samantha me necesita, es mi amiga y no debe pasar más tiempo sola, además David no tiene problema con ello, hasta me dijo que podría traerla por un tiempo a la mansión.

David...

Mi cara ardió una vez más por la vergüenza, joder, es tan difícil de creer. Hicimos el amor, fue tan... quien diría que sería tan intenso, no soltó mi mano nunca, y sus labios... Todo era tan diferente, hasta el latir de mi corazón, me consumía en algo más que solo placer, todos mis sentidos estaban tan alerta, estaba perdida en mil sensaciones, totalmente nublada mientras me entregaba, fue una experiencia totalmente nueva que solo deseo repetir, con él, solo con él.

"Soy tuyo"

Tapé mi rostro, debía estar muy roja, recordar su voz y su rostro, sus palabras, sus gestos, cómo me tocaba y hacía latir con fuerza mi corazón, ese amor que se desborda a cada toque... Lo amo tanto que me da miedo este nuevo sentimiento, siento que camino en una cuerda floja, soy tan inmensamente feliz en estos momentos, pero ver el estado que quedó Samy por este sentimiento me llena de miedo, estoy aprendiendo a sentir pero no sé si estoy lista para las consecuencias.

Siempre Nuestros🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora