WISDOM |Hp y Pjo

01

Aquel día era el menos favorito de Valerie, el día que debía de dejar el campamento mestizo para volar a Londres para empezar su nuevo año en Hogwarts. Aquello era una rutina anual, desde que tenía once años, Argos la llevaba al aeropuerto dos semanas antes del inicio al año escolar y su padre la recibía luego de un largo vuelo a Londres. Adaptarse al mundo mágico luego de un verano en el campamento mestizo era algo complicado, si bien la magia nunca dejaba su vida, lo que se veía en el mundo mitológico era muy diferente a lo veía durante su estadía en Hogwarts.

— ¿Ya tienes todo? — a su lado su hermana Annabeth Chase se encontraba sentada en su cama. Los ojos grises de su hermana se posaron en la maleta abierta de la joven Potter, buscando algo que le faltara empacar.

— Eso creo, pero si encuentras algo puedes enviarlo luego de que recibas mi primera carta. — Aquella era una tradición que las hijas de Atenea tenían desde que Valerie empezó la escuela, luego de la primera semana de clases, Val le enviaría una carta a la rubia, contándole con detalle sobre su primera semana en la escuela, le hablaba sobre sus clases, sus amigos y lo más importante para Annabeth, sobre la arquitectura de Hogwarts.

Valerie cerró su maleta y la bajó de su cama dejándola en el suelo. Las hijas de Atenea compartieron un último abrazo antes de que la azabache dejará la cabaña.

— Ten cuidado. — dijo Annabeth mientras se abrazaban.

— ¡Siempre!

Cuando salió de la cabaña tomó camino hacia la salida del campamento mestizo, a mitad del camino se encontró con su hijo de Apolo favorito. Aaron Blake era su mejor amigo en todo el mundo, el joven de tez morena y cabello negro había llegado unos días antes que ella al campamento, y durante el tiempo de su estadía conjunta en la cabaña de Hermes en su espera a ser reconocidos su amistad de formó.

— ¡Finalmente ha llegado esa época del año! — Exclamó Aaron levantando los brazos. — ¡Gracias a los dioses! Al fin podré descansar ahora que no estarás.

Valerie se llevó su mano al pecho de forma dramática y dijo con fingida tristeza: — Y yo que creí que me amabas. — dejó salir un falso sollozo. — ¿Y ahora qué haré?

— Llorar y sumirte en la tristeza extrema, pensando cómo ganarte mi tan deseado y solicitado amor y aprecio.

— ¿Solicitado? — Valerie alzó una ceja mientras avanzaban por el campamento.— A ti no prestan atención ni en tu cabaña, tus hermanos sacan tus cosas de la cabaña pensando que te fuiste.

— ¡Hey! Fue solo una vez — la apuntó con su dedo, mientras decía indignado.

La hija de Atenea soltó una carcajada, Aaron por lo general era un chico callado, una persona de no muchas palabras con los desconocidos, pero con sus amigos cercanos hablaba hasta por los codos y era casi imposible callarlo. Siguieron hablando hasta llegar a la salida del campamento en donde Argos se encontraba esperándola. Subió su baúl con sus pertenencias y se volteó para despedirse de su amigo.

— Ten cuidado. — dijo el hijo de Apolo mientras se abrazaban. — ¿Pasarás navidad con tu padre?

— No lo sé. — respondió ella una vez separados. — dependerá de si me siento en la capacidad de soportar a mi madrastra.

— Bueno, si tu paciencia no es suficiente puedes venir conmigo y mi madre, sabes que te adora. — aquello era algo que la joven Potter sabía muy bien, Sasha Blake era una mujer muy amable y de un gran corazón que siempre se encontraba dispuesta a recibir a Valerie en su casa con los brazos abiertos, era lo más cercano a una madre que la joven bruja ha tenido.

— Te enviaré una carta si ese es el caso.

Con una última despedida Valerie se subió al vehículo e iniciaron el viaje. Argos la dejó en el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, en donde unas horas después tomó su vuelo hacia Inglaterra. Le viaje duró un poco menos de siete horas, y una vez en el aeropuerto empezó a buscar por su padre, hasta que frente a ella divisó al hombre de cabello negro azabache y ojos verdes.

— Hola padre.