¿Se saben el refrán de de tal palo tal astilla cierto? Bien, téngalo muy presente porque en ésta historia la bendita descendencia de Abi Miller y Max Stone han venido a arrasar con todo lo que se les presente.
Ellas, Winter Stone y Summer Stone, est...
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Sigo siendo Summer
—¿Me explicas por qué me espiabas?—cuestiona Brandon.
Parece que mi mentira y mi sonrisa inocente no han colado. Maldición.
Estoy sentada en la cama, que parece ser de Brandon, él en una silla frente a mí, a pocos centímetros de distancia.
—No pasa nada, tampoco es que los viera practicando cibersexo o algo así.—Brandon colocó en su rostro una mueca de asco. Reí.
—Summer, he venido aquí sin ningún tipo de explicación, siendo el mejor novio de la historia y comportándome.—enumeró con sus dedos.—por lo menos dame mi privacidad.
—Cierto, ya no pasará más.—extiendo mis brazos en defensa.
—Ahora, ya que me has espiado, dime porqué estoy aquí si no quieres que le diga a Emily que eras tú la espía y no una ardilla.—sonríe malicioso, yo entrecerré mis párpados matándolo.—si ella se entera, todos lo harán y....
—Sí, pillo tu chantaje.—coloco mis ojos en blanco.—¿recuerda que yo fui la creadora del chantaje sí?—carraspeo un poco mi garganta.—pues necesitabamos hacer creer a Derek y Ross que teníamos pareja, por motivos que no te diré.
Sonreí. Él sonrío. Así como los emojis de sonrisa incómoda.
Fue gracioso en verdad.
—Me puedo imaginar.—se encogió de hombros.—más aún cuando sé que son los chicos del baile.
Lo miré alarmada.
Me levanté de mi lugar para agarrarlo de su camisa, lo tenía muy cerca de mí. Relamí mis labios, estaba nerviosa pero no era el momento de parecerlo.
—Vas a tener tu boquita calladita, ¿de acuerdo Walker?—le cuestioné. Él asintió lentamente, no dejaba de mirar mis ojos.
—Sólo si me das un último beso.—cerré mis párpados y me alejé de él, volviendo a sentarme en su cama.—sé que después de esto, no te veré más, ni en guerra, ni debiéndote algo, ni nada.
Está en lo maldito cierto.
—Sé que después de esto ya no nos quedará nada que nos una, y sé que tú también quieres besarme.—tenía razón. Alzó una ceja.
—¿Y te callarás?—cuestiono relamiendo mis labios, cruzada de brazos.
—Me callaría de todas formas.—nos levantamos a la vez, me aproximó lentamente a él. Dejo mis manos descansar sobre su pecho que sube y baja rápidamente.—te extraño Summer, solo me gustaría tener la última oportunidad de...
Se acercó a mí, lentamente, hasta que sus labios chocarom contra los míos, fundiéndonos en un deseado beso.
