Aguardando el temblor

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Necesito una amiga. Una amiga mujer.
Sirius pensaba eso seriamente mientras escuchaba a James decirle por enésima vez ¡ya le había encargado algo a Remus y a Peter...! ¿Por qué gastaste tu dinero?
Pero Sirius no necesitaba una amiga mujer para reemplazar a James.
Necesitaba una amiga mujer porque se sentía completamente aturdido con Marlenne.
Claramente, James siempre le iba a dar los mejores consejos, pero no tenía su personalidad: Por ejemplo, para James era una excelente idea pasar a buscar a Lily con su escoba y llevarla a Hogsmeade mientras todos lo vitoreaban.
Sirius consideraba que una buena salida era tomar cerveza, debatir sobre la actualidad mágica y robar un par de besos para darle un toque de misterio al asunto.

El problema se dio cuándo se percató que los besos misteriosos ya los había dado, la charla sobre el mundo mágico también y solo le quedaba invitar a la chica a una "cita"
Lo que parecía algo fácil, le costaba horrores. Por una parte, no quería aceptar que le interesaba la chica, ese no era el trato que tenían: todo empezó físicamente. ¿Cómo se pasa de eso a otra cosa? El Sirius de casi diecisiete años no pensaba que ambas cosas pudieran unirse y funcionar
Por otro lado, le aterraba avanzar de alguna forma con Marlenne y que ella esté en otra página completamente diferente: se sentiría humillado por confundir las cosas y posiblemente no se vieran más.
Necesitaba una amiga mujer para saber cómo acomodar sus ideas porque su brutalidad lo haría estropear todo.

Era jueves por la noche y él miraba la Sala Común desde el sillón donde estaba acostado, aburrido.
Lily ayudaba a Peter con sus deberes (como siempre) Marlenne leía una revista del corazón de brujas, Remus leía un libro (como siempre) y Mary y James jugaban a un juego muggle.
Mary es mujer.
Era la amiga de James... tal vez podría ayudarlo. Le caía bien, de hecho, se divertía mucho cuándo la pequeña se enojaba o comenzaba a insultar.
Se levantó del sillón y se acercó a ellos. Remus estaba cerca y si bien leía, a veces levantaba la mirada para verla y se reía solo. Esto es lo que quiero evitar... esa cara de idiota enamorado.

-Grindelwald - Sirius se acercó a sus dos amigos. Ambos giraron la cabeza para mirarlo. Tenían un papel pegado en la sien con el nombre de un mago famoso. - ¿Qué hacen?

-Tenemos que adivinar cuál es el mago que tiene cada uno... - le explicó James. Ambos se veían ridículos - ...Pero Mary no para de ganarme...

-Así es - afirmó la chica.

Sirius los observó y abrió la boca para decirle a James qué Mary ganaba siempre porque podía ver el mago que tenía en su frente por el reflejo de los anteojos de él, pero Remus aclaró su garganta. Lo miró y comprendió por qué se estaba riendo en soledad.

-Sigue así, Jamsi... - dijo Sirius incapaz de interrumpir la diversión de su amigo.
Mary es tal cual James, no puedo robarle su amiga... ¿Quién más estará disponible?

Escuchó la risa de Lily qué también se había dado cuenta de por qué James no podía ganarle a Mary. Mmm interesante.

- ¡Evans! - exclamó Sirius cómo si hubiera descubierto un tesoro. Ella no levantó la mirada de sus pergaminos

- ¿Qué quieres, Sirius? – dijo Lily suspirando cansada.

-Considerando que eres la novia de mi mejor amigo... - Lily levantó la mirada de inmediato.

- ¡Yo no soy la novia de nadie...!

-Futura novia, Padfoot, futura novia - corrigió James concentrado en adivinar su mago.

- ¡No soy futura novia de nadie...! - dijo escandalizada Lily, completamente avergonzada

-si si, todo eso... - le dijo Sirius interrumpirla - Lo que sea... Veras, necesito algo

Merodeadores superando las expectativasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora