-11-

29 1 0
                                    

En cuanto abrí mis ojos al dia siguiente me tope de primera impresión a mi mejor amiga parada frente a mí cama, cualquier persona que la mirará en este momento podia darse cuenta que no habia pasado mucho tiempo desde que se despertó.

—Joder, que susto—exclame al mirarla ahí. Vaya manera de despertar

—Te ví—la mire con una mueca de expresaba que no entendía a que se refería—no te hagas la tonta—se sentó en la cama—estabas bailando con un chico que jamas había visto—alce las cejas comprendiendo de lo que hablaba—muy guapo, por cierto—agrego

—Solo bailamos, no es para tanto—bostece y talle mis ojos

—¿¡Que no es para tanto!?—alzo la voz—a ver si entiendes Ramírez, no parecía solo un “baile”—remarco—ambos se miraban con un brillo especial, sus ojos hablaban por si solos

—Estas loca—dije—no hay nada de extraordinario en lo que paso a anoche, se me acercó cuando salí a tomar aire, hablamos un momento y luego me invitó a bailar, es todo—explique con simpleza

—¡Es como de pelicula!—chillo emocionada—¿Como se llama?, ¿Vive aqui?, vamos, habla—insistió. Fruncí los labios y bufe

—No lo sé—admitir eso me causaba una cierta irritación, me hubiese gustado saber su nombre—olvide preguntarle

—¿Que?, ¡No!—tiro un golpe hacia el colchón—no es posible que olvidaras algo sumamente importante

—Tengo muchas cosas en mi cabeza Ana, es normal que olvide las cosas—me levante de la cama—tengo que arreglarme, tengo trabajo que hacer—entre al baño

—Genial—escuche a mi amiga bufar y en seguida escuche la puerta de habitación abrirse y volverse a cerrar en segundos

Cuando termine de bañarme salí del baño y continúe con mi rutina matutina antes de tener que salir de mi habitación para empezar mi día. En cuánto estuve lista baje al comedor para poder desayunar antes de hacer cualquier cosa que implicará mi atención.

—Buenos dias—salude al personal que se encontraba ahí

—Buenos dias, alteza—saludaron de vuelta mientras me reverenciaban

Me senté en uno de los tanto lugares que tenia la mesa del comedor y un lacayo se encargo de servirme un poco de jugo de naranja mientras yo elegía mi desayuno. Comencé a desayunar tranquilamente mientras veía en las redes sociales lo que habian publicado las paginas de noticias sobre mí asignación.

—¿Que ves?—alce la mirada cuando escuché la voz de mi mejor amiga

—Algunos artículos sobre mi asignación

—Las redes sociales se volvieron locas, hubo una pagina en específico que subio una foto del momento exacto en el que ese chico misterioso te besaba la mano—la miré

—¿Cual es esa pagina?—pregunte

—Crei que no te importaba

—¡Ana!—exclame

—Tranquila—se burló—te mandare el link—tomo su teléfono y unos segundos después el mio vibró—ya la tienes

Abri el link y mire la foto antes de leer su encabezado, no me interesaba mucho esa parte. Tan grande fue mi frustración cuando me di cuenta que solo se veía el perfil del chico y ni siquiera se veia bien, la foto había salido borrosa, ¡Maldición!.

~~~

11 de Enero

Despues de tantos días intentando encontrar alguna otra foto sobre ese chico y no encontrar nada, me rendí por completo, el universo no queria que lo encontrará. Ademas tenia que olvidar eso, volvía a mis últimos meses en mi preparatoria antes de tener que empezar con las clases particulares y no podía estar solamente pensando en algo que posiblemente no podría lograr.

Salí de mi habitación luego de tomar mis lentes por que mi vista era pésima desde que estaba en la secundaria y caminé hasta la puerta principal donde me esperaba mi pequeño grupo de seguridad que me acompañaba a la escuela o cualquier parte fuera del palacio.

Con solo llegar frente a la puerta de entrada de mi escuela pude sentir las miradas de mis compañeros sobre mí, era incómodo tener que venir con dos guardaespaldas después de presentarme al país como su princesa, antes de que se supiera la verdad, ellos habian ignorado un poco el hecho de que habia dos chicos con trajes acompañándome.

Me dirigí a mi salon de clases para poder reunirme con mi mejor amiga y a los minutos de haber llegado, mi profesor entro al aula y comenzo su clase. Tres horas después de tres diferentes materias por hora, salimos a la hora del almuerzo. Me senté con mi amiga en una de las mesas del fondo y me permiti relajarme un momento, no sabia cuanto tiempo me tomaría acostumbrarme a que toda la escuela me mirara siendo que antes era solo una alumna del montón.

—¡No se le ocurra hacer eso!—escuche a uno de mis guardaespaldas gritar mientras sentía un líquido frío recorrer mi cuerpo

—Te dije que me las pagarías, princesita—lo miré, sentía como mi respiración se habia acelerado por la rabia infinita que sentia en este momento

—No sabes en lo que te acabas de meter, idiota—murmure—¡Alejen a este tipo de mi, ahora!—ordene

—Estaran en graves problemas si me tocan un solo cabello—sonrío con superioridad—¿Que vas a hacerme ahora?, soy menor de edad, si me tocan sera un delito y te quedaras sin tus gorilas

—Joven Alarcón—gire mi cabeza al escuchar la voz de un profesor—lo que hizo es una falta de respeto hacia su compañera, ¿Acaso olvido quien es ella?

—Fue un accidente

—No tiene que poner ninguna excusa, lo vi todo—baje la cabeza y sonreí—acompañeme a la oficina del director por favor

—Pero...

—Ahora—ordeno—alteza—alce la mirada—puede utilizar el baño de profesores para limpiarse

—Gracias profesor—agradecí—Joven Sánchez, por favor acompañelos a la oficina del director, ire en cuanto pueda limpiarme

—Por supuesto—hizo una reverencia—no la dejes sola—miro a su compañero

—¿Quieres que te acompañe?—mire a mi amiga

—No gracias, ire con el Joven Solano—me levante de la silla—te contare lo que pase despues

Me aleje de la cafetería y tome camino hacia los baños de los profesores. Suspiré en cuanto estuve segura que nadie me veía y acomodé mi cabello para intentar tranquilizarme. Estúpido engreído, no me voy a quedar con los brazos cruzados.

•Realeza en México•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora