YoonGi amaba y adoraba a su grandiosa, extensa y súper normal familia.
Pero existían días en los que a esos ojetes les encantaba sacarlo de sus casillas.
Todo el mundo conocían las estupideces que acontecían a su amorosa familia.
Oh, que estrés era...
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— No podremos despertarlo.
— Hyunnie tiene el sueño bastante pesado. — cuatro presencias se encontraban en la entrada del cuarto, observando la figura etérea de HyunJin, quien dormía aferrándose a aquel peluche que era más grande que él. Desde su lugar podían ver la baba que salía de sus labios. — No se va a despertar.
— Claro que lo hará. Yeonnie, ve por el pastel, Yeye, prepara la bocina, tú, pulga microscópica, no te nuevas mucho; corazón, tú sigue siendo guapo, así HyunJin creerá que despertó en el cielo.
— No creo que el despertar en el cielo sea algo de lo que a él le gustaría.
— YeonJun, tú, a por el pastel anda. — el rubio frunció sus labios en puchero alejándose del cuarto de su hermano para dirigirse a la cocina.
YeJi en cambio se escabulló para poner la bocina cerca de la cama del cachorro, lo suficientemente lejos para que las vibraciones no le asustaran.
— Hyunnie ha estado bastante emocionado por este día desde ayer.— había invitado a prácticamente todo el salón del pequeño, la fiesta iniciaría después del medio día y pensaban que terminaría antes de las cinco.
Tanto TaeHyung como YoonGi querían mimar a su pequeño cachorro en su cumpleaños; toda la familia también quería pasarla con HyunJin.
YeJi regresó con sus padres alzando sus dos pulgares dando a entender que todo estaba en su lugar y YeonJun llegaba con precaución con el pastel.
— Bien, ahora, todos alrededor de su cama y le despertamos.
Todos listos en su posición, estando YoonGi y TaeHyung a los costados de la cabecera, HyunJin estaba enrollado entre mantas mientras abrazaba aquel peluche de un delfín.
— Una... Dos.
— ¡Feliz cumpleaños JinJin!. — mucho antes de que YoonGi terminara de llegar al tres, YeJi soltó con emoción aquellas palabras que resonaron en las bocinas, YeonJun casi tira el pastel, TaeHyung se sobresaltó casi dándole un paro y YoonGi...
— ¡Maldita sea! YeJi, te escuchamos bien, no tenías que gritar, menos si usabas las bocinas.
— ¿Por qué trajimos bocinas si no íbamos a gritar en ellas?
YoonGi le apuntó con el dedo, pero todos se desviaron si atención al festejado cuando lo escucharon bostezar y soltar un quejido mientras se estiraba en su cama. Frotó su ojo aclarando su borrosa vista para notar que sus hermanos y padres estaban frente a su cama.
Una amplia sonrisa iluminó en aniñado rostro de HyunJin, poniéndose de pie en la cama iniciando a saltar.
— ¡Es mi cumpleaños! ¡Es mi cumpleaños! —TaeHyung tomó al cachorro por la cintura para acostarlo en la cama nuevamente y comenzar hacerle cosquillas que provocaron la risa de HyunJin, YoonGi también se unió a ese ataque de cosquillas a lo que el cachorro pataleaba. — ¡Papás!
