El Año De Los Fugitivos

the boy

15/02/15

Hay un chico en mis clases de refuerzo que, entre otras cosas, es completamente insoportable. Cursa primero de la ESO (si no me equívoco) y está en mi instituto.

A decir verdad es un chico mono, guapo,(espero no sonar muy asaltacunas) y cuando crezca será mucho más guapo, pero su triste personalidad siempre me hacía pensar que, al ser 'mono' debía tener un defecto: su patética forma de ser. En serio os digo, es un chico irritante, a veces me dan ganas de lanzarle mi preciado libro de matemáticas para que cierre la boca. ¿¡Quien va a centrarse en las ecuaciones y el método de reducción si él está comportándose como un crio de seis años!?

La mujer que trabaja allí siempre le dice que va a repetir-cosa que es totalmente cierta, no ha abierto el libro en todo el curso- y a él no le importa... entonces ¿qué hace allí?

Pero iré al grano; hoy.

He tenido que ir mucho más pronto a mis clases y allí estaba él, sentado sólo en una mesa. No sé si por pena o porque no había sitio libre, me he sentado en esa mesa.

Me esperaba no poder terminar los ejercicios de física porque él estaría haciendo comentarios fuera de lugar y gastando tiempo de su vida en... nada.

Y, para vuestra futura sorpresa y mía, me equivoqué.

Durante la hora en la que hemos compartido mesa, el chico-guapoperoidiota-ha estado enfrascado en sus ejercicios de literatura (fáciles y sencillos a diferencia de los míos) sin abrir el pico. ¿Sabeis por qué? Porque, en mi conclusión personal, es buen tipo que finge ser gilipollas frente a sus patéticos amigos (como la mayoría de los chicos).

¿Y sabéis lo peor? Mientras lo observaba de reojo e intentaba resolver el ejercicio número 19 me ha recordado a alguien.

Ese chico de primero de la eso, estúpido, idiota, cohibido sin sus amigos, majo y más o menos mono era exactamente igual que un idiota que... Por desgracia rompió lo poco que quedaba de mí y de mi idiota corazón.

Por suerte o por desgracia.

—M.