I

3.9K 76 2
                                    

Muchos pensarán que estoy loca al aceptar la propuesta de trabajo sexual que me han hecho, pero es que ya este es mi último recurso y la paga es extraordinaria. A mis 19 años, nula experiencia laboral, además de un trabajo mal pagado como camarera, una bebé de un año y medio y un padre inexistente de esta, es lo único que me queda, aceptar.

Doy vueltas por mi pequeña casa buscando cada cosa que necesito y que necesitara Heil, en casa de mis padres. Aquel sujeto con el que me estaré acostando por dinero me quiere con él por dos semanas, si, UNA SEMANA y por tanto, mi pequeña hija, se quedará con mis padres durante ese tiempo.

Termino de organizar, guardar y recoger todo, tomo la bebé en mis brazos y salgo con ella a la calle, así como mil cosas más encima. No quiero esta vida para mi hija, que su madre sea una prostituta o puta de turno, y deba quedarse con sus abuelos cada vez que ESE sujeto quiera tenerme con el, pero me he prometido que todo esto será temporal, hasta que podamos acomodarnos un poco.

Mi mejor amigo me espera al otro lado de la calle con una gran sonrisa, Mike es increíble, no sé qué hubiese hecho sin el todo este tiempo. Es la persona más dulce y servicial que he conocido. El castaño cruza la calle y me quita unos cuantos bultos de encima y a Heil también y nos saluda con dos besos y un abrazo a cada una. Cruzamos la calle con el y nos introducimos en su coche, Mike llevará a Heil con mis padres y de paso me dejará en el hotel que debo esperar al tipo ese.

—Hola hermosa bebé —le saluda Mike a Heil con una gran sonrisa, esta sonríe y chilla feliz tocándole la cara con entusiasmo.

—Tito— le chilla mi hija queriendo decir Tío . Él la acomoda en la sillita de bebé que tiene en el coche.

—¿cómo estás hoy solecito hermoso?, te he extrañado, mamá ha estado muy egoísta contigo últimamente— se queja Mike.

Hace un mes que me dijo sobre la propuesta y desde ese momento he tratado de pasar la mayor parte del tiempo posible únicamente con mi hija, ya que sabía que habrían días en los que no podría estar con mi bebé.

—Quería aprovecharla — me quejo con el, sabe lo mimada que soy con mi hija— no sé cómo aguantaré tanto tiempo sin ella.

—solo será una semana pero puedes con todo, ¿recuerdas? —me anima, sabe que odio estar lejos de ella y peor aún, dejarle con sus abuelos.

—podemos, los tres.

—pues no se diga más y vámonos.

Todo el camino Heil me observa callada, es una niña muy juguetona y hoy extrañamente solo me analiza con sus grandes ojos y avellanas, es idéntica a mi menos en su color de ojos, los míos son marrones.

—¿qué pasa dulzura? —le pregunto mientras tomo su mano y le acaricio el pelo y luego su pequeño rostro. Ella solo me observa , a veces siento que puede leer mis emociones con solo analizarme, mi hija es increíblemente.

—Qué raro Heil tan callada, tendrá hambre? —cuestiona Mike.

—no, le di su comida antes de alistarla, así que no creo.

—bueno, quizás solo se siente extraña al saber que te irás. — asiento.

Mike enciende la música y mi hija deja su detallado escrutinio a un lado para comenzar a aplaudir y chillar cosas entendibles e inentendibles todo el camino. Llegamos a casa de mis padres y la dejo allí despidiéndome de ella y sus abuelos. Mi relación con ellos no es la mejor, luego de quedar embarazada me echaron de casa sin siquiera pedirme explicación o dejarme darles alguna, por lo que tuve que valerme de mi misma y hoy en día no los perdono completamente, pero son mis padres, los amo, no los cambiaría por nada pero si desearía que todo hubiera sido diferente.

Mi madre me da un beso y me abraza diciéndome que me cuide y que llame al llegar. Ella cree que estaré trabajando como mesera en un barco en la costa y que por ello me iré toda una semana, si supiera a lo que voy, estaría triplemente decepcionada de que su única hija no solo tuviera un embarazo adolescente, si no que también comenzara a, técnicamente, prostituirse. Mi bebé me da un abrazo y un par de besos mojados, sostengo su cabecita mientras también le abrazo.

—te amo bebé , adiós.

Y de camino al hotel Mike no para de hablar sobre el nuevo álbum que él y su amigo sacarán. Son músicos, muy buenos en verdad y los apoyo con todo. Tienen dos años y medio en esto pero ahora es que están avanzando con su carrera y en todo esto del mundo musical. Por mi parte, hablo sobre algunas de mis inquietudes sobre esta semana y es que Mike sabe que trabajaré con un amigo de un amigo de un amigo de él, pero no sabe precisamente en qué y yo le he mentido diciéndole que tampoco sé, pero que he aceptado porque me ofrecen buena paga y la necesito. Él me informa que tan pronto quiera irme de donde sea que esté, me buscará a donde quiera que esté.

Le doy gracias, un par de abrazos, las gracias nuevamente y bajo del coche al llegar al hotel. Es un hotel de lujo, nunca en mi vida me imaginé estar aquí y por toda una semana completa, lástima que no estará mi hija para ella disfrutar.

Me adentro al hotel, Mike le ha dado mi maleta al hostess, quedándome con solo mi cartera en mano y ya en recepción doy mis documentos donde me informan que ya estoy registrada y que solo me guiarán a la suite presidencial en la que me estaré hospedando.

Oculto toda mi emoción y curiosidad mientras camino a la habitación pero aún así en mis adentros voy maravillada con lo lujoso que es este lugar. subimos por el elevador al último piso y allá me guía a la habitación más alejada. Con la tarjeta adquirida en recepción abro la puerta y aquí ya se encuentran mis pertenencias. Ya dentro de la hermosa habitación quedo aún más maravillada por las vistas y la hermosa decoración del lugar, su enorme tamaño y amplitud ya que es muchísimo más grande que mi cómodo y humilde hogar.

El amigo de un amigo (+18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora