Oneshot

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El retrato de la Dama Gorda se abrió con un chasquido seco antes de que un sudoroso, y con una expresión de completo terror en el rostro, Harry Potter, irrumpiera en la sala común respirando agitadamente.
¿Qué demonios había hecho?, se preguntó sin aliento.

Flash Back
— ¡¡Cierra el hocico Malfoy!! — le ordenó Ron con las orejas rojas.
— Uy, pero es que aparte de traer a Potter y Krum a sus pies, Granger también a cautivado a la Comadreja con sus "encantos"... — satirizaba el Slytherin.
Harry crispó sus puños hasta que los nudillos se le pusieron blancos.
— Mira hurón...
— En serio, de Potter lo entiendo, el pobre está más miope que un topo; incluso Krum es un tonto con músculos y media neurona como único material intelectual; pero tú, Weasley, de babear por Delacour, a una sangre sucia, es un gran abismo ¿no te parece?
— ¡No te atrevas a insultar a Hermione! — desenvainó su varita Harry, echando chispas por los ojos.
— Pobre, pobre Potter... tan noble, como siempre... — arrastró las palabras — Defendiendo a aquellos que lo traicionan — sonrió sardónico.
Un pequeño grupo de todas las casas se había agrupado a su alrededor, expectantes de lo que pudiera ocurrir. Y es que desde que aquel artículo que Rita Skeeter había escrito, todo giraba alrededor del triángulo amoroso Potter-Granger-Krum; como bien lo habían llamado los chismosos de Hogwarts.
Ron, sintiendo todas las miradas puestas sobre ellos, intentó normalizar su cólera para no ser la próxima víctima de invenciones.
— Escúchame bien Malfoy, y más te vale metértelo en ésa cabeza teñida que tienes... — risas se escucharon alrededor. El rubio lo fulminó con la mirada. Crabbe y Goyle, situados como sus fieles gorilas a cada lado de su cuerpo, tensaron sus toscos hombros — Lo que llegue a suceder en mi vida o la vida de alguno de mis amigos, no es de tu incumbencia; y si te atreves a referirte a Hermione como lo acabas de hacer, el próximo que aparezca en los artículos de Rita Skeeter serás tú, y no precisamente por una patraña amorosa — le amenazó Harry.
Malfoy frunció los labios en una señal de enojo.
— ¡Y San Potter sale a defender a su damisela en apuros! — dramatizó.
— ¡PUES SI, ES MI NOVIA ¿Y QUÉ?, ¿ALGÚN PROBLEMA CON ESO?! — explotó finalmente.
Un gemido de sorpresa brotó de los labios entreabiertos de Ron mientras Malfoy lo contemplaba con expresión pasmada antes de romper en carcajadas.
Fin Flash Back

Dando tumbos, y sin atender al llamado de Colin Creevey, se dirigió con pasos torpes a las escaleras que lo conducirían al que, estaba seguro, era el lugar más seguro para él en aquel momento: su dormitorio.
Probablemente para ésta hora Hermione ya sabría lo que había hecho y estaba por ir a buscarlo hasta el mismo infierno con tal de ponerle las manos encima... y no precisamente para un abrazo amistoso.

Flash Back
— ¿De sorprendente belleza?, ¿ella? — chilló Pansy Parkinson a medida que Harry y Hermione se aproximaban por el pasillo.
Los hombros de Harry se tensaron. Si bien había escuchado rumores de las agresiones de los demás estudiantes para con Hermione, una cosa muy diferente era escucharlo con sus propios oídos. La castaña, sin embargo, siguió caminando, impasible.
— ¿Comparada con quién?, ¿con un primate?
— No hagas caso, — dijo Hermione con gran dignidad irguiendo la cabeza y pasando con aire majestuoso por al lado de las chicas de Slytherin, que se reían como tontas — como si no existieran, Harry.
Pero Harry no podía pasar por alto las burlas...
Como era muy común en él, se detuvo bruscamente, girando sobre sus talones, y las encaró con enojo.
— Y lo dice la belleza en persona ¿no? — se mofó. Sonriendo con satisfacción al notar el sonrojo en la Slytherin.
— Pero si lo dice cuatro ojos Potter... — exclamó Pansy — El más miope de Hogwarts si es capaz de fijarse en... bueno, en esto — señaló despectivamente a la castaña. Sus amigas rieron a carcajadas.
La mirada fulminante de Harry y Hermione fue sincronizada.
— Si para ti la belleza significa llevar una tonelada de pintura en el rostro y semejar un payaso deforme, entonces podríamos decir que ustedes son unas veelas natas — opinó.
— ¡Harry! — amonestó Hermione, yendo por él.
— No Hermione, no es justo... — replicó apretando los dientes.
— No importa, no por eso te pondrás a su nivel — le hizo ver. Harry frunció el ceño en claro desacuerdo.
— Si la tiene. Todo lo que concierne a ti la tiene... Y tú no eres todo lo que ellos dicen; si te conocieran o vieran de la manera en que yo lo hago... — un nudo se formó en la boca de su estómago.
Hermione lo regresó a ver con los ojos brillantes. Si aquello que se reflejaba era confusión o cariño; Harry, por primera vez, no pudo descifrarlo.
Fin Flash Back

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