Parte 13

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Parte XIII


Suena 'A dónde ir' de Viva Suecia.

Me gusta tanto este tema que esta parte va a consistir en dejarme llevar por su cruda letra.



Vuelves a diario porque el hambre va por barrios

El problema es que te gusta reincidir


Como hago a menudo con el alcohol, los drogadictos peinan la morada de los camellos tan a menudo que ni siquiera los mejores especialistas tienen mucho que hacer.

Es curioso que teclee tantas palabras en pos de la estabilidad y al mismo tiempo me halle atado y bien atado a un consumo que la dinamita.

Supongo que resulta igual de curioso que la paradoja del toxicómano que sabe cuál es la fuente de su ruina y, pese a ello, recurre a ella a diario.

El problema, supongo, debe radicar en el pozo que mora en lo más profundo de nuestras miserias.



Tanto sufrimiento para irnos descontentos

Hay momentos que nos cuesta digerir


¿Cuánto ha de sufrir alguien adicto para dar con la luz de la redención?

La respuesta es que, directamente, no puede redimirse mientras no hace más que escarbar en sus cuevas personales.

El descontento es algo con lo que te vas a topar más pronto que tarde si te vuelves adicto a alguna sustancia. Es, además, algo que te acompañará a lo largo del viaje, hasta el mismo final.

La drogadicción es un buen ungüento puntual para la mayoría de heridas, pero a largo plazo las torna tan putrefactas que prácticamente ya no habrá nada por salvar.

Como plantas en un piso interior sin aire limpio, esos momentos de difícil digestión se tornarán, si cabe, aún más tétricos. Estancados por el paso de un frío y cruel paso del tiempo.



Viene luego el pulso y el suspense en fin de curso

Y las caricias arrancadas de raíz


Inevitablemente, un toxicómano tendrá tiempos de discutible gloria que recordar.

Oda por la Estabilidad BipolarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora