Mei tragó saliva al encontrarse en la cima del muro, observando la basta extensión de tierra que era Xing y aún así tan pequeña e insignificante a lado del mundo. ¿Cuánto tiempo había transcurrido? ¿Años, décadas, siglos? Por un instante Mei se vio como una completa desconocida ¿Su padre aún sería el rey o lo sería su hermana? ¿La recordaría? ¿Sería bienvenida o tratada como criminal? Negó con la cabeza, golpeó sus mejillas, se armó de valor y alzó vuelo rumbo a la capital sin intención de detenerse.
Una trompeta de alarma hizo retumbar los muros del palacio en cuanto fue divisada. Los dragones que sobrevolaban el palacio la rodearon y la escoltaron hasta el patio principal, donde ya la esperaba un rostro conocido. Mei aterrizó sin nada de delicadeza cómo era su estilo, regresó a su forma humana y observó a quien le daba recibimiento.
—Hay costumbres que nunca cambian —dijo el viejo frente a ella.
Mei observó con cuidado y una gran sonrisa de dibujo en su rostro.
—¡No es cierto! —dijo saltando de alegría —. ¿Eres tú, Chan-Lee?
—El mismo en persona... mi princesa.
El paso del tiempo era más evidente para el anciano Xing long que para Mei. Dónde antes hubo cabello negro ahora había canas o calvicie. El fuerte y erguido Chan-Lee daba los primeros signos de necesitar bastón y su barba había crecido bastante.
Al momento que el anciano intentó inclinar su cabeza Mei lo detuvo en seco y en su lugar le dio un gran y cálido abrazo, el viejo se sorprendió primeramente pero luego respondió como era debido.
—¿Qué ocurre aquí? —preguntó una voz aguda pero muy firme —. ¿Qué sucede aquí Chan-Lee? ¿Quién es ella?
Una joven llegó por el camino que regresaba al palacio, bastaron unos pocos segundos de cruzar miradas para que alguna de ellas se atreviera a decir algo.
—Pero mirarte... —dijo Ling encantada —. Eres tal y como te recuerdo.
—Tú no —contestó Mei con lágrimas bajando por su mejilla.
La última vez que se vieron, Ling aún era una niña, en cambio ahora ya era toda una mujer. Las hermanas se abrazaron con ternura. Tal como dijo Natsu, el amor que sentían la una por al otra no pudo ser mermado por el tiempo.
—Espera a qué papá te vea —dijo Ling arrastrando a Mei dentro del palacio —. Estará muy feliz de tu regreso.
—¿Segura?
Chan-Lee observó con alegría como las dos princesas se alejaban y cuando estuvieron lo suficiente lejos su rostro cambio a uno más sombrío y suspiró.
—¿Se acercan muchos problemas, cierto? —preguntó alguien.
—Lo hacen Shen-Ha... —respondió Chan-Lee resignado —. Deberías estar fuera de esto ya que tienes la oportunidad.
—¿Y perderme esto? —Shen-Ha se burló —. No, quiero ver la suerte de esa princesa rebelde.
—¡Deberías dirigirte a ella con más respeto Shen-Ha! —advirtió alguien en las alturas —. Algún día será tu reina.
—¿Crees que sobreviva la noche?
—Apostaría mi vida.
—No entiendo cómo alguien tan noble, tonto y débil como tú llegó a ser un guardián.
—Un poco de suerte —bromeó el viejo.
—¿De verdad crees en la suerte? —preguntó Shen-Ha dudoso.
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Fairy Tail: Valhalla
FanfictionEl final de una historia siempre es el comienzo de otra. Después del rey dragón y el mago negro, nuevos y poderosos enemigos se aproximan. Héroes legendarios, grandes reyes dragón y criaturas de pesadilla acechan desde las sombras a la nueva generac...