Capítulo 118: Un monstruo para otro.

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—Esto podría ser la llave al futuro, mi princesa —Da-Xiang tomó el contenedor de regreso —. Era el sueño de Yao, el trabajo de su vida. El proyecto sombra de dragón.

—¿Proyecto sombra de dragón? —Mei observó a Da-Xiang con duda —. ¿Qué tiene que ver con esa sangre? ¡Deberías destruirla!

—¿Estaría dispuesta a escuchar una locura? —el Xing long echó a reír —. Una locura como ninguna otra.

—¿Una idea de Yao? —Mei se levantó impaciente y la sábana que la cubría cayó.

Da-Xiang bajó la cabeza, levantó la bata del suelo y la entregó a Mei sin mirar. La princesa arrojó la bata, se alejó del hombre y se vistió muy rápidamente mientras esté le daba la espalda.

—¿Está lista? —preguntó Da-Xiang.

—¡Lista! —Mei tomó asiento y puso toda su atención a Da-Xiang —. Continúa.

—Usted no tiene límites —Da-Xiang comenzó a reír —. Tal como decía Yao.

—Si, si, lo que sea —Mei apresuró al hombre —. Cuéntame sobre ese proyecto.

—Antes que nada —Da-Xiang señaló el contenedor —. Por favor, dígame. ¿A quién le pertenece esta sangre?

—Esa sangre... —Mei apretó los puños —. Le pertenece al dragón negro del apocalipsis, Acnologia.

—¡¿Acnologia?! —Da-Xiang abrió los ojos como platos —. ¿El mismo Acnologia qué acabó con los dragones en occidente?

—Ese mismo —Mei mordió su labio —. Yao lo enfrentó.

—¡Ese idiota! —Da-Xiang se levantó y se acercó a la ventana, golpeó el marco y gruñó —. ¿Por qué hizo semejante locura?

—Para salvarnos —lagrimas bajaron por las mejillas de Mei —. Él pensaba que estaríamos acabados si conseguía llegar a la capital.

—¿Tan poca confianza tenía en nosotros? —Da-Xiang volvió a gruñir —. Pudimos acabar con él.

—Tal vez —Mei secó sus lágrimas —. Pero no sin muchas pérdidas. Es un verdadero monstruo, puede que sea más poderoso que Tsao-Lan.

—Entiendo... —el Xing long suspiró —. Yao pensó en su pueblo hasta el final.

—Aún no he escuchado que tiene que ver todo esto con la sangre en ese contenedor.

—Yao quería una nueva era, y para eso necesitaba de un protector de la paz, un guerrero perfecto.

—¿Un guerrero perfecto? —Mei no entendió.

—Un símbolo de paz, alguien que inspire seguridad y miedo por igual. Alguien que muera por un pueblo o que pueda destruirlo si es necesario.

—Qué tontería —bufó Mei —. Alguien así no ha nacido nunca.

—Probablemente nunca nacerá alguien así. Es un ser demasiado perfecto.

—Estamos de acuerdo en que es algo imposible entonces.

—Nunca dije eso —Da-Xiang observó a Mei —. Dije que nunca nacerá, no de manera natural al menos.

—No me gusta a dónde va todo esto.

—Le dije que era la locura más grande, ¿no? Yao y yo lo sabíamos bien.

—Mas bizarro que loco —contestó Mei —. ¿Cuál es el punto?

—Mi princesa —Da-Xiang se inclinó —. Yao-Lee encontró la forma de crear ese guerrero.

—¿Vas a usar esa sangre para eso? —Mei se levantó furiosa —¿Vas a crear otro Acnologia?

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