ᴋᴀssᴀɴᴅʀᴀ➽𝙴ᵈʷᵃʳᵈ 𝙲ᵘˡˡᵉⁿ

6⇝𝚁𝚊𝚢𝚘

—Tengo que decirle papá.—Kassandra se paso las manos por las lagrimas, haciendo que estas desaparecieran.

—Cielo, tenemos que esperar, ver la forma en la que podamos ayudarte, apenas esta comenzando.

—¿Y cuando inicie? ¿Qué haremos cuando ya no pueda ocultarlo más? Llevamos más de setenta años ocultándole esto a Edward.

—Kassandra, lo hemos hecho por tu bien y por la tranquilidad de Edward, saber eso solo lo volvería paranoico, y no podría estar tranquilo, siempre con la duda de que pasará contigo.

—Hubiera sido mejor que no hacer nada, y mentirle por tanto tiempo, papá, sabias que esto pasaría y aún así decidiste adoptarme, soy una rara, un monstruo, mi mamá te lo dijo.

—No eres un monstruo, y esa mujer no es tú madre, eres mi hija, y no eres rara porque la demás personas no puedan comprenderte, yo te comprendo, Edward te comprende, todos lo hacemos, no creas que te dejaría a manos de esa mujer.—La voz de Carlisle subía un poco más, ya que se encontraba alterado.

—¿Por qué?

—Es la causante de que todo esto te ocurra, ella sabía a lo que se exponían y aún así lo hizo, sin pensar en ti, me alegro que ya no este.

Kassandra respiro, se seco las lagrimas que se le escaparon para luego salir de la cocina directo al auto con sus hermano, abrió la puerta y entro con Alice y Jasper quienes no dijeron nada la ver a la pelirroja sumamente callada.

Kassandra noto el ligero color carmesí en sus mejillas, con ganas de sepultarse y quedarse ahí por un muy buen tiempo, recibió el viento en su cara, que aliviano esa inestabilidad emocional, el viento en su pelo, la hizo dejar de pensar en los problemas a los cuales iba a estar comenzando a enfrentarse.

Llegaron a la escuela, Kassandra bajó del pequeño descapotable, junto con Jasper y Alice, salió del auto para recibir las raras miradas por su vestimenta, vio a Bella besar a su hermano, cosa que la irrito.

Al pasar por uno de los auto, clavo la punta de su tacón en una goma haciendo que esta se desinflada, quería gritar, quería arrebatárselo de brazo y alejarlo como pudiera de ella, no quería verlo con ella, lo recuerdo de su noche juntos se hizo presente.

Era lo que la mantenía cuerda de alguna forma, la hacia sentir tranquila, sin miedo, no se había dado cuenta de que portaba los ojos cerrados hasta que lo abrió camino por el asfalto sin prestar atención a lo que pasaba a su alrededor.

Camino por los pasillos, hasta llegar a los casilleros, saco sus cuadernos y cuando cerró el apartado vio a su chico frente a ella.

—Hola hermosa, quería saber si estabas libre mañana.—El muchacho poso el brazo un poco cerca de Kassandra, esta lo miro de arriba a bajo, vio el grupo tras de él quienes miraban, por lo que deducían que era uno de eso tipo que buscaban aprobación masculina.