High School DxD: Principe de la Destrucción

Capítulo 10: Nuevos movimientos

Serafall estaba esperando ansiosa en la entrada del edificio donde iba a tener lugar la convención manga.
Llevaba puesto su clásico traje de chica mágica rosa, aunque se sentía incómoda con las miradas lascivas. Era sorprendente como, a pesar de ser una de los demonios más fuertes del inframundo, unas simples miradas podían hacerla sentir tan débil.

-Serafall, ¿todo bien?-dijo de pronto una voz familiar.

Serafall se giró emocionada y corrió a abrazar a joven chico disfrazado de Kirito.

-Jo, Kal-tan... Me gustas más pelirrojo, pero si querías ir bien disfrazado, has hecho bien.

-Tengo que tutearte, ¿no, Serafall?-dijo Kalos.

-Claro que sí, Kal-tan. Somos amigos-respondió Serafall de morros.

-Pues estás preciosa, Serafall.

Serafall Leviathan se sonrojó ligeramente y se agarró al brazo de Kalos, colocándolo entre sus pechos, lo que le provocó un gran sonrojo en el joven Gremory.
Fue a protestar para decirle a Serafall que era inapropiado que estuviese en esa posición con una Maou, pero conocía a Serafall y sabía que no iba a servir de nada.

Las convenciones mangas habían sido creadas en Kuoh por la misma Serafall, ya que nunca llegaban al tratarse de un pequeño pueblo. Seekvaira y Kalos lo habían agradecido en gran medida, acudiendo a varias de ellas junto a Serafall, habiéndose vuelto muy cercano y amigos, aunque ambos la trataban honoríficamente, al ser su superior.

-Es una pena que Seek-tan no pueda venir-dijo algo apenada-Pero entiendo que está en estado, así que espero que podamos ir a la siguiente juntas.

Kalos asintió sonriendo y, con su amiga chica mágica agarrada de su brazo, dando ella saltitos de alegría.

Ambos se iban parando en todas las tiendas, comprando merchandising, haciéndose fotos con distintos cosplayers... El lugar era increíble y ambos lo estaban disfrutando como niños pequeños.

-Serafall, ¿te intento conseguir la nueva figura de Asuna? Me suena que aún no la tenías.

Serafall sonrió ampliamente y comenzó a asentir a toda prisa.
El lugar al que se refería Kalos era una especie de arena para espadachines, obviamente con espadas falsas.

Kalos, a pesar de que no era tan buen espadachín como Kiba, pero se desenvolvía lo suficientemente bien con ella para ser el mejor de esa convención manga.
Se inscribió y, ya que habían ido a divertirse, iba a chulearse un poco frente a esos humanos, de modo que cogió un simple puñal.

-¿Vas a usar un puñal en una competencia de espadas?-quiso saber un chico con la suya-¿Acaso no deseas la figura de Asuna?

-Ríe mientras puedas, chaval-respondió sonriendo Kalos-Mi amiga quiere a Asuna y yo pienso conseguírsela.

El chico y sus amigos decidieron reírse de Kalos, lo que hizo que se propusiese humillarlo al que más.

Comenzó el mini torneo y, uno a uno, Kalos los fue eliminando a todos de la competición hasta que, para sorpresa del chico que previamente se había reído de él, en la final, con un simple movimiento del puñal de juguete y desarmó a su contrincante.
El chico se quedó boquiabierto pero finalmente esbozó una amplia sonrisa.

-Eso me pasa por chulearme-dijo encogiéndose de hombros-Buen combate.

Kalos se acercó al organizador y aceptó gustosamente la figura del premio, yendo junto a Serafall, que lo estaba aplaudiendo efusivamente.

-Eres increíble, Kal-tan. Por fin he completado mi colección de figuras de Sword Art Online.

Kalos esbozó una sonrisa.