La cámara de los merodeadores.

El cáliz de fuego

Después del incidente con Remus las cosas entre ambos eran extrañas. Cuando estábamos con más personas nos comportábamos como siempre, pero cuando estábamos solos las cosas cambiaban. Parecía que ninguno iba a hablar sobre lo sucedido, y aunque claramente los dos queríamos algo, ninguno lo admitía.                                                                                                                          

Por otra parte, Sirius nos guardaba el secreto, aunque siempre que podía aprovechaba para echarnos unas miradas a mí y a Remus. Incluso, a veces, se venía a mi habitación para hablar sobre "como me sentía". Se creía el mismísimo cupido. Aunque es cierto que poder hablar con alguien sobre lo que pasaba me relajaba, y parecía que Sirius se lo pasaba muy bien enterándose del drama.

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La vuelta a Hogwarts fue bastante tranquila. Era nuestro cuarto año; ¿¡cómo era posible que ya hubiesen pasado cuatro malditos años desde la primera vez que llegamos?!

Nos reencontramos con Peter y nos subimos al tren. Después de un rato hablando y yendo a saludar a nuestros amigos llegamos al castillo. Seleccionaron a los nuevos chicos y, como siempre, en la mesa de Ravenclaw se hablaba de la fiesta de inicio de curso que se realizará. Sin embargo, el ruido de los alumnos hablando fue cesado por el director.

-Estimados alumnos, profesores y fantasmas de este colegio- dijo llamando la atención de todos los presentes- Me complace poder decir que un gran evento tomará lugar en nuestro colegio-.

Todos mirábamos con intriga al director, el cual había hecho una pausa.

-Este año tendremos el honor de ser los anfitriones del... TORNEO DE LOS TRES MAGOS-

Todo el comedor se quedó en completo silencio, excepto por los profesores y unos cuantos alumnos que parecían los únicos que sabían de lo que hablaba Dumbledore.

-Para los que no sepan que es- dijo- Es un torneo en el que un alumno de cada uno de los colegios mágicos de Europa deberá pasar por unas pruebas para poder ganar y honrar a su colegio-.

Ahora la gente sí aplaudió y vitoreó; todos parecían bastante ilusionados respecto a este hecho.

-Este año nosotros seremos los que acogemos a los alumnos de las otras escuelas (Beauxbatons y Durmstrang). Estos llegaran la primera semana de Noviembre por lo que espero que os comportéis ante ellos- añadió el director- Las normas del torneo y todo lo referido a este serán dichos cuando las tres escuelas estén presentes-.

Cuando Dumbledore acabó de dar el comunicado las conversaciones volvieron a florecer en el comedor, obviamente todas tenían que ver con el torneo. Algunos decían que les encantaría participar, otros que no estaban seguros, mucha gente decía que seguro los profesores elegían al campeón de Hogwarts, otros decían todo lo contrario.

Durante todas las semanas entre septiembre y noviembre solo se hablaba del dicho torneo. No me malinterpretéis, estaba ilusionada, pero escuchar hablar de lo mismo todo el rato era un asco. 

-Imagina ser el campeón de Hogwarts- dijo Sirius.

Los chicos y yo estábamos sentados a las orillas del lago negro echando lo que quedaba de tarde.

-Imagina ganar el torneo- añadió mi hermano con mirada soñadora.

-¿Os queréis presentar?- preguntó Remus.

-Sí- contestaron ambos a la vez- Sería increíble hacer las pruebas, combatir...- añadió James.

-¿Tú no quieres?- dijo Sirius.