One shot

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Yo, un demonio de sangre pura, el asesino perfecto, no conocía los sentimientos, no sabía de dolor, ni de nada, vivía muy tranquilo, jamás conocí el significado de la palabra amor, mi madre no me lo enseñó, fui criado para gobernar y ser simplemente el mejor.
Yo vivía muy tranquilo sin problemas, sin inquietudes sin nada que perder, sin distracciones, ni nada que me hiciera dudar.
Hasta que llegaste tu...

Aún recuerdo el momento en que capte tu aroma por primera vez, no lograba comprender porque me atraía, no sabía de dónde provenía, así que mi curiosidad fue mayor y lo seguí..

Tal fue mi sorpresa que me llevo hasta donde te encontrabas, totalmente desnuda, sumergida en ese lago, la luna brillaba de tal manera que tu cuerpo parecía un bello espejismo, creí que soñaba despierto, quedé himnotizado con tu belleza.
No podía creer que la miko que acompañaba a Inuyasha tuviera ese efecto en mi...
Aome.. ese es tu nombre, lo susurro en voz baja, como desearía gritarlo y que gritaras el mío mientras te tomo y te hago mia, si, mía porque mi bestia me lo exige, pero se que no soy digno, pues una mujer tan pura como tú jamás podría mirar a un asesino como yo, así que solo me quedaré en las sombras, volviendo a ese lago cada noche de luna llena, esperando volver a ver tu hermosa y etérea figura y soñando tocar tu bella piel....

Por siempre y para siempre tuyo...

Sesshoumaru Taisho.

Ella no salía de la impresión, su corazón latía desbocado, jamás pensó sentir tal emoción, cerró el pergamino y lo apretó a su pecho, miro a la pequeña que se lo había entregado..

-¿Rin, donde lo sacaste?
-Rin lo encontró- responde la pícara niña con una sonrisa
-¿Donde Rin?
-Se le cayó al Amo-
-¿Sabes lo que dice?
-No, Rin no sabe leer-
-Y porque me lo entregas a mi?
-Porque mi amo sonreía mientras lo escribía y el solo sonríe después de verla a usted señorita Aome, por eso pensé que era para usted-
-¿El sonríe después de verme?
-Sip!-
-¡El sonríe después de verme!-dijo Aome bajito apretando más el pergamino
-Rin se tiene que ir señorita Aome-
-Gracias Rin, no le digas a tu amo que me lo diste, yo... Yo se lo dire-

La pequeña se retiró brincando y cantando como acostumbraba, mientras Aome seguía sin aire, escondió entre su ropa el pergamino, nadie debía verlo, y regreso al campamento....

El resto del día estuvo muy seria y pensativa.. Algo raro en ella, cosa que no paso desapercibida por sus amigos

-¿Que tienes Aomecita?- pregunto Shippo al verla perdida en sus pensamientos

-He?, Yo? No, nada, solo pienso...

-¿Que te tiene tan pensativa Aome?- cuestiono Sango

-Nooo, nada de importancia, solo, cosas mías...

Kikyo se había unido hacia poco tiempo al grupo pero ésto extrañamente no molesto a la pelinegra, al contrario se sintió tranquila, pero aún quedaba una plática pendiente con su mejor amigo...

-Aome.. podemos hablar?- pregunto temeroso Inuyasha, no le gustaba ver a su amiga perdida en sus pensamientos de esa manera

-Si, dime...
- En privado por favor-

Ambos se retiraron del campamento y se sentaron en un hermoso prado, las luciérnagas alumbrabany bailaban entre la hierba y hacían ver el cielo en la tierra.

-Desde cuando te gusta?- pregunto directamente Inuyasha
-Que?, A qué te refieres?, No te comprendo- respondio sorprendida la joven
-Aome, no estoy ciego y aunque no lo creas todos lo hemos notado.., cada vez que nos topamos con el, tu corazón se acelera, y tu aroma cambia, tus mejillas se sonrojan, se que entre nosotros nunca habrá más que amistad, te quiero mucho, pero sabes perfectamente lo que siento por ella...

-Inu..-
-Shhh, déjame terminar, solo me gustaría saber porque el?, De entre todos, porque el?-
-Inu, no lo sé, simplemente creo que es el destino, el comenzó a salvarme cuando tú cuidabas a Kikyo, fue el quien estuvo a mi lado cuando me extravié, a pesar de no haber cruzado más de dos palabras con el, siento que algo nos une, y se que el me corresponde, solo que no sabe que yo siento lo mismo...
-Entonces, que estás esperando?, Aome mereces ser feliz y si tú estás segura de que el puede ser lo que buscas, no te detengas por mi, hazlo!, Búscalo, y se feliz-
-Inuyasha!! Gracias por tus palabras, solo eso es lo que necesitaba, saber que tú estás bien-
-Anda!

Aome no espero más, esa noche había luna llena, sabía perfectamente dónde estaba él, así que corrió, corrió con las fuerzas que le daban sus piernas, corrió como si su vida dependiera de eso, corrió hasta el lago y al llegar...

No estaba ahí...

Aome se sintió verdaderamente desepcionada, se arrodilló a la orilla del lago y comenzó a sollozar.

-Hay Kami, porque?, Ahora no se de donde sacaré el valor de decirle, quiero que sepa también lo que siento él, quiero que sepa que mi corazón se sale de mi pecho cuando lo tengo cerca, quiero que se de cuenta de mis sentimientos, que nunca había sentido nada igual por alguien, que el es la razón por la que lucho día a día, sueño estar entre sus brazos y poder tocar su hermoso rostro, que sus ojos que me vuelven loca me miren a mi, quiero que me abrace y me diga que solo vive para mí y por mi, y que estoy dispuesta a dejar todo por él, mis amigos, mi familia, mi vida entera se la daría a él... Que lo amo y que siempre lo amaré...-

Aome decía esto a la luna, esa luna que escondía los secretos de su corazón, y sin embargo ahora los había dicho abiertamente como si un velo se hubiera quitado de sus ojos..

De pronto unos fuertes brazos la tomaron por detrás, ella se quedó congelada en su lugar.

-Te escuché...- susurraron en su oído, todo su cuerpo comenzó a temblar, pero no era un temblor de miedo. Lentamente se giró para quedar frente a frente con el dueño de esos poderosos brazos, sus miradas se cruzaron y se clavaron una en la otra, no se dijeron nada, no había nada que decir, todo estaba claro para ambos, sus rostros se acercaron lentamente y se fundieron en un beso, al principio tierno, luego necesitado y luego pura pasión, el maldito aire fue necesario y tuvieron que separarse, sus respiraciones agitadas y su corazón saliéndose del pecho..

-Sesshoumaru- susurro Aome

-A partir de hoy, serás mía para siempre- y nuevamente atacó sus labios, ella se aferraba a su cuello como si fuera el su necesidad de vivir, el la apretaba a su cuerpo como si se le fuera a escapar, ambos se necesitaban y ambos lo deseaban, bajo sus labios por su cuello, besando, lamiendo, ella solo se lo permitía, comenzó a subir sus manos por dentro de su blusa acariciando la piel que tanto anhelaba, de pronto un trozo de papel cayó entre ellos, el detuvo su tacto, ella lo notó, se puso nerviosa y lentamente se separó para recoger el pergamino

-Creo.. que esto.. se te perdió- le dijo con mucho temor, no sabía cómo reaccionaria el al verse descubierto

El sonrió

-¿Acaso crees que soy tan descuidado?- le pregunto

Ella estaba sorprendida ante tal confesión..

-¿Entonces, tu..- No pudo decir más, se vio prisionera entre una roca y el poderoso cuerpo del Lord

-Te amo.. Aome- le dijo entre besos

No hubo necesidad de más, ella se rindió ante el y se dejó amar....

Hasta que te conocí....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora