Capítulo 42

767 45 1
                                    


Una vez que estuvieron nuevamente bajo el cielo estrellado, Harry arrastró a Dumbledore hasta la cima de la roca más cercana y lo puso de pie. Empapado y tiritando, sosteniendo el peso de Dumbledore, Harry se concentró más fuerte que nunca en su destino: Hogsmeade. Cerró sus ojos y agarrando el brazo de Dumbledore tan fuerte como pudo, se adentró a esa horrible sensación de compresión.

Supo que había funcionado antes de abrir los ojos: el olor a sal y el viento del mar habían desaparecido. Dumbledore estaba temblando y tiritando en medio de la oscura calle principal de Hogsmeade. Por un terrible momento la imaginación de Harry le hizo imaginar más Inferi arrastrándose hacia desde los alrededores de las tiendas cercanas, pero parpadeo y vio que nada se movía; todo estaba quieto, la oscuridad era completa, excepto por la iluminación que proporcionaban algunas lámparas de la calle y de las ventanas del segundo piso de algunas casas.

¡Lo logramos Profesor! —Susurró Harry con dificultad, de repente sintió un agudo pinchazo en su pecho. — ¡Lo conseguimos! ¡Tenemos el Horrocrux!

Dumbledore se balanceo sobre él mismo. Por un momento, Harry pensó que su inexperta aparición había desestabilizado a Dumbledore; entonces vio su rostro, pálido y desanimado como nunca antes en la distante luz de la lámpara de la calle.

—¿Señor se encuentra bien?

—He estado mejor —dijo Dumbledore delicadamente sin embargo la comisura de su boca tembló.

Ante el horror de Harry, Dumbledore se vino abajo.

—Señor, está bien, verá como todo saldrá bien, no se preocupe.

Buscó ayuda alrededor desesperadamente, pero no había nadie ahí que lo pudiera ver, y todo lo que podía pensar era como llevar a Dumbledore rápidamente a la enfermería.

—Necesitamos llegar a la escuela, señor... Madam Pomfrey...

—No, —dijo Dumbledore. —Es al profesor Snape a quien necesito... pero no creo... Poder caminar muy lejos aún...

—Está bien, escuche señor, llamaré alguna puerta, voy a encontrar un lugar donde pueda quedarse, Entonces iré corriendo a buscar a Madam...

—Severus —dijo Dumbledore claramente. —Necesito a Severus...

—Bien entonces Snape, pero voy a irme y le dejare un momento así podré...

Antes de que Harry pudiera realizar un movimiento, escucho unos pasos que corrían hacia ellos. Su corazón dio un brinco, alguien le había visto, alguien que sabía que necesitaban ayuda, buscando alrededor vio a Madam Rosmerta apresurándose calle abajo en la oscuridad hacia ellos calzando unas zapatillas de seda estampadas con dragones.

—¡Los vi aparecer cuando cerraba las cortinas de mi habitación! Gracias a Dios, no podía pensar que... pero ¿qué es lo que le pasa a Albus?

Se paró jadeando, mirando a Dumbledore con los ojos muy abiertos.

—Está herido, —dijo Harry. —¿Madam Rosmerta puede llevarlo dentro de las Tres Escobas mientras voy a la escuela a buscar ayuda?

— ¡No puedes ir solo! ¿Es que no comprenden, No ha visto?

—Si me ayuda a sostenerlo —dijo Harry sin escucharla —creo que podremos conseguir llevarlo dentro.

— ¿Qué ha sucedido? —preguntó Dumbledore. —¿Rosmerta que ocurre?

—Es, La Marca Tenebrosa, Albus.

Y señaló apuntando hacia el cielo, en dirección a Hogwarts. El temor de Harry inundó a Harry al sonido de sus palabras, se dio la vuelta y miró.

Elegido con el corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora