Capítulo 46

859 46 2
                                    


Habían llegado a la enfermería. Al empujar las puertas, Harry vio a Neville yaciendo aparentemente dormido, en una cama cerca de la puerta. Ron, Ginny, Luna, Tonks, y Lupin estaban agrupados alrededor de otra cama cerca del final de la sala. Ante el sonido de las puertas que se abrían, todos los miraron. Hermione no soltó a Harry, Lupin se movió hacia él, mirándolo ansiosamente.

—¿Estás bien Harry?

—Estoy bien... ¿Cómo está Bill?

Nadie respondió. Harry miró sobre el hombro de Hermione y vio una cara irreconocible yaciendo sobre la almohada de Bill, que estaba tan gravemente cortado y rasgado, que parecía grotesco. Madame Pomfrey estaba dando toquecitos a sus heridas con un ungüento verde de fuerte olor. Harry recordó como Snape había curado las heridas de Sectusempra de Malfoy tan fácilmente con su varita.

—¿No podría arreglarlas con un encantamiento o algo? —le preguntó a la enfermera.

—Ningún encantamiento funcionará con estas —dijo Madame Ponfrey —he tratado con todo lo que conozco, pero no hay cura para las mordidas de hombre lobo.

—Pero él no fue mordido en luna llena —dijo Ron, quien estaba mirando fijamente la cara de su hermano, como si pudiera, de alguna manera, forzarlo a curarse solo mirándolo fijamente —Greyback no se había transformado, ¿así que seguramente Bill no será un-un verdadero...?

Miró a Lupin con aire vacilante.

—No, no creo que Bill vaya a ser un verdadero hombre lobo —dijo Lupin —pero eso no significa que no habrá alguna contaminación. Esas son heridas malditas. Es improbable que se curen completamente, y Bill puede tener algunas características de lobo de ahora en adelante-

—Dumbledore podría conocer algo que funcione, pienso —dijo Ron —¿Dónde está? Bill luchó contra esos maniáticos bajo las órdenes de Dumbledore, se lo debe, no puede dejarlo en este estado.

—Ron, Dumbledore está muerto – dijo Hermione.

—No —Lupin cambiando desesperadamente la mirada de Hermione a Harry, como esperanzado en que éste último la contradijera, pero cuando Harry no lo hizo, Lupin se desplomó en una silla al lado de la cama de Bill, con sus manos sobre su cara. Harry nunca había visto antes a Lupin perder el control, se sintió como que se estaba entrometiendo en algo privado, indecente. Se volteó y captó la atención de Ron, intercambiando en silencio una mirada que confirmaba lo que Hermione había dicho.

—¿Cómo murió? —Susurró Tonks —¿Cómo pasó?

—Snape lo mató —dijo Harry —Yo estaba ahí, lo vi. Llegamos a la torre de Astronomía, porque era el lugar donde estaba la marca... Dumbledore estaba enfermo, estaba débil, pero creo que se dio cuenta de que era una trampa cuando escuchamos pasos subiendo en las escaleras. Él me inmovilizó, no pude hacer nada. Yo estaba bajo la capa de invisibilidad y entonces Malfoy atravesó la puerta y lo desarmó...

Hermione se llevó las manos a la boca y Ron gimió. El labio de Luna temblaba.

—Más mortífagos llegaron y entonces Snape lo hizo. El Avada Kedavra. —Harry no podía continuar.

Madame Pomfrey se echó a llorar. Nadie le prestó atención, excepto Hermione, quien murmuró.

—Shh, Escuchen

Tragando saliva, Madame Pomfrey presionó sus dedos contra su boca y abrió mucho sus ojos. En algún lugar en la oscuridad, un ave Fénix estaba cantando de una manera que Harry nunca había oído antes: un lamento afligido, de belleza terrible. Y Harry sintió, como se había sentido antes acerca de la canción del ave Fénix, que la música estaba dentro de él: su propio pesar estaba convirtiéndose mágicamente en canción, que resonaba en los terrenos y a través de las ventanas del castillo.

Elegido con el corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora