Hoy era el día de la cosecha, me dirigí a mi casa en las montañas. Como era usual, mis padres no estaban.
"Finnick, vístete"-era Beth, mi hermana mayor. Contuve una carcajada ante su comentario, ella iba ridículamente vestida con un vestido que le llegaba hasta las rodillas, y el pelo grasiento.
"Sabes que día es hoy, ¿no?"-me dijo arqueando una ceja.
"Que las probabilidades siempre estén a su favor"-le dije en tono burlón, ella río.
"Tu nombre aparece tres veces como máximo"-tenía razón, al ser el menor de cinco hermanos no me dejaban robar pescado. Mi hermana Beth en cambio, aparecía 23 veces. Las probabilidades no siempre estaban su favor.
"¿Dónde están los demás?"-pregunté. No era porque me interesara, estaba aburrido y no tenía nada más que hacer.
"Mamá no sé, papá se ofreció de voluntario como agente de paz, dijo que sólo era temporario, tus hermanos Sufall, Grais y Jelcky están en la escuela todavía. Extrañamente no la suspendieron hoy"-me dijo con el ceño fruncido, conocía esa expresión, significaba que su mente era un mar de teorías e hipótesis sobre la causa del porque no se suspendió.
"Me voy a bañar"-la última palabra la señalé entre comillas porque en realidad no hay un baño, sino un lago inmenso a unas cuatro manzanas. Recuerdo la primera vez que fui a ese lugar, fue a los seis años, ahí supe que nadar era lo mio. Era un día lluvioso, pero no me importó, ni tampoco a Beth, que con diez años estaba contenta de verme tan feliz.
Cada vez que me sumergía en el lago, mi mente viajaba a un lugar tranquilo, cálido y acogedor, me olvidaba de la realidad por un instante, era solamente la naturaleza y yo.
Terminé de bañarme y me dirigí a mi hogar. Era una casa humilde, parecía una cabaña.
Me vestí con un pantalón blanco ceniza, una camisa celeste y zapatos de minas.
"Mamá fue al mercado a vender lo que Roger pescó"-dijo Beth.
Roger es mi tío, hermano de mi madre. Vive con nosotros desde que quedó vuido cuando su esposa, mi tía, falleció de una enfermedad causada por el constante contacto con animales muertos.
"Llegué"-era Sufall.
"Hoy es el día de la cosecha. Tu ropa está sobre la cama"-mi hermana tenía la manía de mandarnos y hacer el papel de madre.
Una vez que todos nos vestimos, nos dirigimos al centro de la plaza. Una joven con cabellos excéntricos, amarillo chillón, vestimentas con plumas, y otros tipos de ridiculeces, estaba recitando los Días Oscuros y como recordatorio un tributo femenino y masculino de cada distrito, deberán ir a una arena y luchar hasta que solo quede uno. El ganador viviría con todo tipo de riquezas.
Tenía un mal presentimiento de estos Juegos. Lo único que me aliviaba era saber que estos juegos no eran Quarter Quell.
La ridícula dama, estaba sonriendo, mostrando sus blancos dientes, se aproximó a la urna de damas y cuando leyó el nombre casi me desmayo.
Era Beth, mi hermana.
Luego siguió a la urna de hombres y leyó en voz clara y alta:
"Finnick Odair".
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Hasta acá llega el primer capítulo. Diganme que les parece :) gracias por leerlo. Prometo capitulos mas interesantes
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Finnie
FanfictionPasado jamás contado entre Finnick Odair y Annie Cresta. Derechos de personajes reservados a Suzanne Collins.