✐ Seven.

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Tan pronto como entraron en servicio, recibieron una llamada de entorno: Tiroteo en el hospital. Habían ido pensando que sería algo simple; algo fácil. Y sin embargo, se encontraron con el payaso con máscara blanca en la misma puerta del hospital, pegando a una persona un batazo en el culo en cuanto ellos cruzaron la carretera que llevaba al edificio. Aquella persona, al no estar retenida, le llamó "Puerco" antes de irse corriendo de su lado.

❝¿No era un tiroteo?❞ preguntó Greco por radio, en el mismo coche que Torrente puesto que cuando este se iba, el otro aprovecho para montarse y así, no perderse nada de la acción.

❝¿A quién coño le importa eso? ¡Es el puto Pogo!❞ Ivanov iba solo en el otro patrulla. Lo último lo había gritado y gracias al "silencio" de la calle y la ventana bajada, el payaso le escuchó claramente. Este, en un gesto que obviamente buscaba ofender y que el ruso bajará del coche, se llevo una mano a su miembro, tocándolo por encima de la ropa y moviendo la cadera hacia delante, hacia dicho ruso. ❝¡Pero qué-! ❞.

Nadie se había esperado ese gesto viniendo del payaso, por lo "calmado-gracioso" que era hasta que Conway llegaba, como por ejemplo, en los atracos, cuando este les hacía reír con alguna anécdota o broma tonta mientras esperaban, como si se olvidara de que son de bandos distintos y Jack actuara como recordatorio al llegar.

— Espere. — pidió el barbudo al muchacho que se iba corriendo. Se detuvo al momento. El agente bajó del auto y miro al chico más a detalle. Era pelirrojo, con el cabello peinado en una cresta y dos aros en la oreja derecha, aunque en esta tenía otras tres perforaciones sin nada adornando el agujero en la piel y su ropa, en pocas palabras, llamaba mucho -demasiado- la atención —. ¿Puede explicarnos de qué va esto?

❝¡El payaso está ligando contigo, Ivanov!❞ se escuchó decir a Torrente. El muchacho frente a Greco apretó la mandíbula y este lo notó, pero no dijo nada, viendo como se daba la vuelta hacia él.

— Solo sé que ese payaso me impidió comprar unas vendas para mi hermano y que quiere que le diga algo... — La mirada bicolor escudriñaba al agente, queriendo ver sus reacciones a detalle en busca de sospecha, pero nada; confiaba en su palabra pese a ser un desconocido. Horacio no quería hacer eso, no quería decir lo que debía. Si lo hacía, Emilio dispararía al hombre frente a sus narices; luego, él tendría que distraer al compañero del volante hasta que Emilio lo tuviera a tiro y, Pogo iría a por el llamado Ivanov, para terminar, él se iría corriendo para dar un rodeo mientras ellos tomaban el coche y tras un rato, se irían juntos.

— ¿Y bien? — inquirió el de cabellos castaños, sonriendo en un intento de calmar al nervioso chico frente a él. Ante aquellos ojos de chocolate, la cara del pelirrojo, fuera de esa expresión nerviosa y hasta asustada, le era conocida, como si ya lo hubiera visto antes, pero ahora no sabría encajar bien el lugar o momento.

Horacio no podía evitar estar alterado. No iban a matarlos, solo dispararles en una pierna o brazo para ganarse la confianza a personal de Emilio, puesto que sabe que su hermano, Pablito, fue detenido estando con ellos -aunque ignoraba el motivo inicial para ello-. Pero la posibilidad de ser descubierto por el barbudo al reconocer su voz estando tan cerca y escuchándose tan claramente, le impedía actuar como Dan, el papel en la Mafia al que le achacaba cada cosa mala que hacía, creado a su vez bajo la convicción de que así, podría estar más tiempo con su hermano.

Gustabo.
Si, Gustabo.
Todo sea por Gustabo.

El problema es, que ya hay otro más que conoce su rostro y su nombre; otro más de quien se deben encargar luego de Pablito, por el bien de su plan.

Pero todo sea dicho, Horacio ya no puede más con el verdadero Pogo.

— Se-

— Oye, Greco, ¿Por qué tardas tanto? — Torrente salió del coche, interrumpiendo a Horacio y haciendo que el de mirada parda se moviera, dando unos pasos hacia el morro del coche, mirando ahora a su compañero. La bala de Emilio, que había llegado desde el tejado del hospital en el que actuaba de francotirador, además de disparada antes de tiempo -sobre lo acordado-, dio a parar al cristal de la puerta trasera de aquel patrulla, detenido de lado frente a aquel edificio y con altura al brazo de donde el anteriormente nombrado habia estado.

¢нαιи σf ℓιєѕ •||𝕍𝕠𝕝𝕜𝕒𝕔𝕚𝕠/𝕀𝕟𝕥𝕖𝕟𝕒𝕓𝕠||•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora