Una Foto en Blanco y Negro |ITZER|

47. Propuesta

ESTER EXPOSITO

Se me hico muy difícil tener que separar mi vida privada en el trabajo, ya me acostumbre a mis compañeros y llevo todos los días hablándoles sobre Itzan, Gorka, nuestra hija... supongo que necesitaba nueva gente en mi vida.

De un momento a otro sentí necesidad de volver a casa, besar a Itzan, abrazarlo y quedar así por horas si es necesario.

-Eso es todo por hoy – dije agotada

-Estas muy feliz de volver a casa con tu esposo, supongo... llevas todo el día hablando sobre el – dijo la mujer

-De hecho, aun no nos casamos, seguimos en relación seria y con dos hijos.

-¿Y eso?

-Supongo que nunca fue buen momento para el matrimonio, pero Itzan compro el anillo hace años. No lo vas a creer, pero la primera vez que estábamos en relación el me propuso el matrimonio pero muchas cosas pasaron, tuvimos que dejarlo y de verdad muchas cosas más ocurrieron. Nuestra historia de amor es como una película romántica con mucha tensión dramática – dije

-Me parece que estas muy afortunada de tenerlo.

-Si.

En camino a casa decidí comprar algo de comida, porque dudo mucho que Itzan tenía tiempo para cocinar algo, tenía que ocuparse y de Gorka y de Luz, además también andaba trabajando aunque hico trabajo de casa.

Me da mucha pena dejarlo así, pero él lo comprende.

Cuando entre a casa lo encontré en el salón con Luz en los pechos, calmándola, hablándole algo, susurrándole.

-Hola.

Itzan se levanta con mucho cuidado, acercándose a mí.

-Hola, amor – suspira

-¿Ya está dormida?

-Debería dejarla en su cuña, no quiero despertarla, además ya son las ocho por la noche.

-Te espero en la cocina.

Luego me comento que Gorka estaba pasando unas horas en casa de su madre, divirtiéndose, le parecía más interesante en estos momentos.

-Joder, fue un día muy largo – dijo

-Toma – le di una cerveza

Me sirve una copa del vino para relajarme un poco.

-Parece que Gorka se quedara a dormir en casa de mi mama, ya está creciendo y ni voy a querer pasar mucho tiempo con nosotros.

-Yo creo que esta celoso.

-Normal.

-Pronto se dará cuenta lo que significa tener una hermana y que va querer protegerla mucho.

Cuando termine de beber, deje la copa en la mesa y me acerque a Itzan, rodeo manos sobre su cuello.

-Te amo – suspiro

-Te amo mas – murmura

Me besa en los labios, pero le noto un poco tenso.

-Deberías descansar, has hecho un gran trabajo hoy.

-No, es un poco tarde. ¿Por qué no te vas a cambiar la ropa y yo te espero aquí? – Cuestiona – Quiero oír todo sobre tu día mientras comemos esta rica comida que has comprado.

-Vale, ahora vuelvo.

Parece que insistía en que seguimos hablando y esas cosas, me asustaba un poco, cuando entra en la habitación y enciende la luz me encontré con una gran sorpresa... latas de rosa desde las puertas hacia la cama, un champagne y un cajón que se encontraba sobre la cama.

-¿Itzan?

Me sorprendió y por eso decidí averiguar que sorpresa me tenía preparado, me acerque a la cama y abrí el cajón, de verdad no podía ni adivinar que se encuentra allí pero al abrirlo me encontré con el mismo anillo que había comprado hace años antes de terminar la relación por primera vez.

ITZAN ESCAMILLA

Hace días que por primera vez hable con Danna acerca de la propuesta de matrimonio que le quiero hacer a Ester. Me ayudo con decoración y esas cosas ya que mis manos sudaban mientras lo hacía.

Por eso le dije que se fuera a habitación, para darle esa sorpresa.

-¿Itzan? – me llamo

Ya sabía que se encontraba con el anillo de seguro, me levante y camine hacia la habitación.

-Mi amor...

Ester miro el anillo, pero aun no pude leer su reacción.

No decía nada, me acerque a ella.

-He estado pensando mucho y quería hacerlo desde hace mucho tiempo, quizás y antes del nacimiento de Luz. No encontré el momento perfecto, para serte sincero fui muy nervioso, no quería hacer gran cosa pero quería sorprenderte.

-Esto... esto es increíble.

-¿Te gusta?

Da vuelta, mirándome llena de emoción.

-Si lo hubieras hecho de la manera más simple de nuevo me encantaría, no me importan mucho los detalles.

-Una propuesta de matrimonio debe ser especial.

-Para mí es especial que sigues guardando este anillo y que pronto me convertirá en tu esposa – murmura

-¿Esposa?

Ni siquiera le pregunte si quería casarse conmigo, pero al parecer ya obtenía respuesta.

-Eso significa que...

-¡Si, si!

Salta en mis brazos, abrazándome fuertemente y besándome en los labios.

-Me casare contigo, obviamente.

No es que estaba dudando, pero había una parte de mí que creía que quizás ella aun no estaba preparada para este paso aunque ya tengamos dos hijos.

-Me haces muy feliz – dije

Le pongo el anillo sobre el dedo, besándola en los labios una vez más, pero en vez de apartarme de ella seguimos besándonos hasta que caemos sobre la cama, entre todos esos besos y toques no pudimos controlarnos, esa noche no podíamos celebrarlo como debíamos pero sabemos que encontraremos alguna solución pronto.

-Te amo – suspiro en su oído

-Y yo te amo – responde