Capitulo VII

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Tenía muchas tareas de la universidad, las cuales tengo poco tiempo para entregar, con todo el lío que he tenido, no me he podido concentrar en estudiar.

Tome el todo lo que necesitaba y salí de casa, no pensaba estudiar allí, no hay nada de tranquilidad en el lugar.

Fui al escondite de mamá, con esperanzas de encontrarme de nuevo con el encapuchado, me senté en el pasto, el sonido de las aves era tranquilizador, un buen ambiente para estudiar.

Comencé a redactar una por una.

No estuve pendiente a la hora, pero cuando ya pesaban mis ojos por el esfuerzo de ver en la oscuridad pare de escribir, había avanzado casi todas las tareas, mis pies estaban acalambrados por tardar tanto tiempo en la misma posición.

El sonido de una rama romperse me hizo mirar con curiosidad hacía el lugar de su procedencia, la luz de la luna alumbraba el lugar, y tras de ella pude ver un venado, miraba con curiosidad al igual que yo. Sus ojos brillaban, saque mi móvil para tomarle una foto pero enseguida se fue.

Recogí todas las cosas, ya era hora de ir a casa, un grito de una mujer me exalto, camine con sigilo hacía su dirección, me escondí tras un árbol a divisar un pequeño grupo de personas.

Pude diferenciar solo a una, Tobby, era la única que no llevaba túnica. Mientras algunos de ellos amarraban lo que era una chica a un tronco, esta gritaba con todas sus fuerzas.

Tobby sostenía una daga, la cual alzó pronunciando unas palabras en latín "Redige te ad tuum falsum puritas tua et redire ad locum originis.", que significa "Tu pureza falsa yo he de limpiar, tú a tu procedencia volverás".

Acto seguido clavo la daga en el pecho de la chica, los gritos de la chica fueron cesando poco a poco, mientras que Tobby clavaba la daga una y otra vez, las demás personas pronunciaban de manera seguida las palabras de Tobby.

A pesar de que la chica no daba signos de vida Tobby no dejaba de apuñalarle.

No sabía cómo reaccionar a ello, al parecer en este pueblo matar a alguien en algo normal.

Una rama sonó detrás de mí, no mire hacia atrás porque me encontré con todas las personas mirando hacía la dirección, me dispuse a retroceder sigilosamente hasta que una mano tapa mi boca.

─Shh. ─ El encapuchado estaba detrás de mí, sostenía una cuchilla en forma de defensa.

Me arrastro hacía un tronco seco que estaba en el suelo, seguía tapando mi boca, podía escuchar las pisadas de las personas detrás de nosotros y sus murmullos.

Cuando el ruido cesó el quito su mano de mi boca, pude respirar libremente al fin, estaba casi desmayándome.

─ Ser tu protector es muy difícil. ─Susurro en mi oído. ─ ¿Por qué siempre estás en líos?

Se levantó no sin antes revisar el perímetro, me tendió su mano para ayudarme a levantar. No soltó mi mano mientras caminábamos, el cuerpo de la chica ya no estaba en el tronco, solo quedaba la sangre fresca en él.

Caminamos hasta salir del bosque por la zona del parque, estaba oscuro.

─ Si quieres te llevo. ─ Le dije al llegar al auto. ─ Para que no tengas que caminar y estés seguro.

─ No soy como tu antiguo protector, yo si tengo auto. ─ Saco las llaves de su bolsillo e hizo sonar le vehículo. ─ Te seguiré, vamos.

Por lo menos me da espacio.

Conduje de camino a casa, comprobando que él seguía detrás de mí, era un poco tenebroso, sentir su mirada cerca hacía que su presencia no sea agradable.

Siento que ya no volveré a ver al anterior, ni siquiera pude lograr saber su nombre, lo único que conozco de él son sus labios, los cuales por desgracia quería analizar.

Es increíble la manera en la que uno se adapta a tener a alguien cerca, quizás pronto me adapte a este chico tenebroso, todo puede pasar.

Aparque en la entrada, acto seguido pude ver como el aparcaba detrás de mí.

En la recepción se encontraba la chica, masticaba chicle de una manera muy poco agradable, no le salude, como siempre.

─ Tu novio me pidió la copia de tus llaves. ─Musito mientras pasaba la revista que leía. ─ Te espera arriba.

No le conteste y mire con extrañeza a él encapuchado, tras a haber subido las escaleras el saco la cuchilla y paso delante de mí, toca la puertas varias veces.

Al instante la puerta se abre, el lleva la cuchilla a la garganta de la persona, no podía ver quien era, por lo que me acerque, intervine al ver a Jeremy con las manos arriba mirando con extrañeza al encapuchado.

─ ¿Por qué dijiste ser mi novio? ─ El encapuchado miraba la escena curioso. ─ Tú ya puedes irte.

Cerré la puerta cuando él se fue, agarre a Jeremy de la chaqueta y lo senté en el sillón.

─ No iba esperar fuera hasta que llegaras. ─ Se excusó. ─ Llevo más de dos horas esperándote.

Me senté frente a él, suspire con pesadez al recordar la escena en el bosque.

─ ¿Sales con ese chico raro?

─ ¿Celoso? ─ Su cara cambio de gracia a seriedad. ─ Es mi protector, el cual no pedí pero no me puedo deshacer.

─ Si quieres yo lo desaparezco por ti. ─ Su mirada expresaba su lujuria al decir esas palabras. ─ Tengo una habitación que le vendría muy bien.

─ ¿Por qué es tan normal matar aquí?

─ ¿Quién hablo de matar? ─ Me miro extrañado. ─ Soy Libídine cariño, arrastro al placer.

Me dispuse a colocar mis cosas en donde iban, la mirada curiosa de Jeremy se sentía bien, es la única persona que conozco que no ha matado a alguien, o bueno, que yo sepa.

─ ¿A qué viniste?

─ Si cierto, mañana debemos irnos a inscribir como pareja.

─ Dúo. ─ Corrijo. ─ Al parecer tienes mucha ilusión de que sea tu pareja.

La lujuria en su mirada era contagiosa, se acercó a mí caminando lentamente, mi espacio personal se llenó de su aroma, tenerlo tan cerca me ponía nerviosa.

Me llevo contra la pared, mi cuerpo chocaba con el suyo, me siento pequeña a su lado. Acorto casi todos los centímetros de nuestros labios, y yo sin pensarlo separe los míos, le mire a los ojos, pero no hubo intercambio de miradas, el miraba mis labios, así que me dispuse a mirar los suyos en los que mantenía una sonrisa.

─ Eres tan sumisa cariño. ─ Se alejó de mí con la sonrisa impregnada en su rostro. ─ Te sumiste a mí en cuanto me acerque, tus labios pidieron ser besados, es raro encontrar sumisión en este lugar, eres muy interesante Eider.

Sus palabras me molestaron, esta vez quien se acercó fui yo, su semblante cambio y empezó a retroceder, perdió el equilibrio al chocar con el sillón cayendo sentado en el, yo aproveche para acortar toda la distancia, me senté en sus piernas, tome su rostro entre mis manos. Su cara mostraba confusión, pero esta vez quien se volvió sumiso fue el, sus labios abrieron paso a los míos, sellé por completo la distancia juntando sus labios con los míos.

Nos hundimos en un beso feroz, paso sus manos por mi blusa, la cual me quito de forma apresurada. No aparto sus labios, nuestra respiración era forzosa, ayude a quitar su camisa, él se levantó conmigo enganchada a su torso, camino con torpeza hacia la cama, al llegar allí me lanzo a ella, apartándose de mí, me quito el pantalón, y se deshizo del suyo.

Volvió a juntar nuestros labios, para luego descender su mano poco a poco hasta mi vagina, pero antes de que la tocara el timbre sonó, sonaba de forma repetitiva.

Jeremy suspiro con pesar y se levantó, tomo sus pantalones y se los puso, se dispuso a abrir la puerta mientras que yo me vestía, un sonido estruendoso me hizo mirar con miedo la puerta.

Allí esta Jeremy, el cual acaba de recibir una bofetada por parte de Tobby. 

Sweet DreamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora