- ¿Porque estoy aquí?, ¿Qué es esta sensación?, ¿Qué pasó?, ¿Cómo llegué aquí?
Esas preguntas rondaban por mi cabeza al despertar en una habitación parecida a una celda, la cual también tenía signos de deterioro.
- ¿Qué pasó antes de esto?
Esa fue la única palabra que mi boca pudo articular, ya que no recordaba absolutamente nada de lo que había pasado antes de llegar ahí, claro que sí recordaba cosas como mi nombre y demás, pero no podía recordar en específico lo que había pasado antes de haber despertado ahí.
- Recuerda Hisaki, recuerda que es lo que pasó, dije intentando recordar lo que había pasada.
Trataría de recordar lo que había pasado, lográndolo con éxito, prontamente vería como en la mañana estaba saliendo de mi casa, me dirigí hacia el cuartel general de los soldados mágicos, al llegar ahí saludé a mi novia.
- Hola amor, ¿Lista para un día de trabajo más?, dije yo con una sonrisa.
- Si es contigo estoy lista hasta para enfrentar al mismo mundo, dijo mi novia con un tono cariñoso.
Seguido de eso mi novia me abrazaría tiernamente, mientras estaba siendo abrazado por ella procedería a saludar a mi mejor amigo.
- Hola Ryosuke, ¿Listo para ser el mejor dúo otra vez?, le dije a mi mejor amigo.
- Claro que sí amigo, tu confía en mí y yo confiaré en tí, no temas a nada, mientras esté a tu lado somos invencibles, me respondió el.
Oír esas palabras siempre me brindaban seguridad, al terminar esa charla los tres entraríamos al cuartel general, al estar ahí mi novia me quería llevar a ver la nueva sala de entrenamiento para novatos que yo había pedido al cuartel, ya que la anterior ya no estaba en buena condiciones, al llegar vería que no era una sala de entrenamiento, pero no le prestaría tanta atención a eso ya que mi novia Hina-chan, empezaría a desnudarse, yo taparía mi cara con mis manos.
- N-no p-podemos ha-hacer e-eso a-aquí, dije avergonzado y sonrojado.
Al decir eso mi novia respondería con un tono descarado el cual nunca había oído las siguientes palabras.
- Ya has caído, dijo descaradamente.
Seguido de eso detrás de mí aparecería mi mejor amigo y me apuntaría con un hechizo de fuego en mi espalda, también mi novia se pondría su ropa rápidamente y me apuntaría con un hechizo de hielo.
- Ni se te ocurra moverte Hisaki, si lo haces te mataremos, dijo con un tono amenazante.
- ¿Porque están haciendo esto?, respondí yo confundido por la situación.
- Por que tenemos que quitarte tu magia, ahora camina hacia esa puerta.
Ryosuke apuntaría hacia una puerta que estaba en la habitación, yo confundido después de haber oído que me quitarían mi magia me dirigiría allí, ya que no quería morir y tampoco creía que pudieran quitarme mi magia, al llegar a la puerta la abriría y entraría lentamente, viendo una gran máquina con los números 000000000000 escritos en una pantalla que está poseía, al ver esto momentáneamente me asustaría ya que había un mito que decía que cada persona poseía un código, este código estaba formado por la personalidad de la persona, la magia, el tipo de afinidad mágica entre otras cosas, pero solo era una leyenda, ¿Verdad?, posteriormente me sentaría en una silla que estaba en frente de la máquina, ya que me pidieron que hiciera eso, al sentarme otra persona que estaba ahí me pondría varios aparatos en el cuerpo los cuales estaban unido a la máquina, yo no me movía porque mi novia y Ryosuke seguían apuntándome con los hechizos, hasta que la máquina se empezaría a ejecutar.
- Empieza el cambio de usuario de magia, dijo el desconocido con un tono neutral.
Seguidamente de estas palabras el procedería a apretar unos botones en la mágica y el número 000000000 empezaría a subir llegando a estar en 5619873452, por el momento no sentiría nada.
- El código de Hisaki es 5619873452 se agregará al código de Ryosuke y Hina, el código que se agregará a Ryosuke será 56198 y el que se agregará a Hina será el 73452, dijo el desconocido con el mismo tono neutral.
Seguido de estas palabras Hina y Ryosuke también se conectaron a la máquina, en todo momento ellos me seguían apuntando, hasta que de pronto sentiría algo, sentí como si me estuvieran arrancando algo desde lo profundo de mi ser, era un dolor comparable al de 100 cuchillos siendo clavados y sacados de mi cuerpo una y otra vez.
- ¡AHHHHHH! ¡AHHHHHHH! ¡PAREN ESTO POR FAVOR! ¡ME VAN A DESTROZAR!, grité con gran dolor en mis palabras.
Al no aguantar en dolor trataría de safarme de los aparatos, pero tan pronto lo intenté Hina-chan me clavó estacas de hielo en la pierna derecha y en el brazo provocando que me desmayara del dolor.
