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Con sus pequeñas manitas comenzó a envolver la bolsa, faltaban al rededor de 3 minutos para que Jungkook entrara, sus mejillas se encendieron  al darse cuenta de que, nuevamente, estaba pensando en el castaño. Aunque eso lo hacía todos los días, seguía avergonzádose. Dejó la bolsa a un lado y miró a la puerta, su corazón latía sin parar, las mariposas en su estomago se hicieron presentes, desvió  su mirada al reloj, las 10 estaban por sonar y el castaño entraría por aquella puerta.

Como si fuera arte de magia, Jeon entró por la puerta haciendo sonar la pequeña campanita sobre esta, y a su vez el corazón de Jimin, sus manos comenzaron a temblar y tomó la pequeña bolsita en sus manos.

—Siempre  me pregunto, ¿por qué estás despierto tan temprano? ¿No se supone que tu hermano sería el encargado en la mañana...?—, Jimin lo miró con una dulce sonrisa, aquella disimulaba que no había motivo o excusa alguna para responder la duda del chico sin declarar su amor.

"Me levanto todos los días en la mañana para poder verte; porque me encantas"

Se sonrojo al instante tras pensar eso, una pequeña sonrisa se asomó en su rostro de forma involuntaria. Jungkook lo miró confundido ante esto, sentía que se estaba perdiendo de algo.

—Lo hago porque así  me rinde más el día—. Se excusó sonriendo nervioso, probablemente sería la excusa más boba que se le pudo ocurrir, pero estaba nervioso así tampoco esperaba mucho de sí mismo.

—Me parece muy bien, ten—, entregó el dinero. Con una sonrisa se despidió del menor y salió de la tienda. Jimin espero a que él se alejara lo suficiente y no pudiera verlo por el ventanal.

Se sentó en el suelo cubriendo su rostro, se sentía jodidamente mal, aún no entendía como seguía sintiendo atracción por aquel chico sabiendo que este jamás iba a corresponderle. Se sentía como un tercero en discordia, y es que eso era. Tampoco entendía cómo pudo enamorarse del chico, si solamente es un cliente frecuente...

Otra cosa que no entendía era la insistencia que tenía Jungkook con ese tal Taehyung, pero al mismo tiempo lo entendía perfectamente, porque era la misma insistencia que él tenía con Jungkook.

Con cuidado regresó al interior de la tienda, lo que era más su casa que tienda. Subió las escaleras y entró a su habitación; miró el sol, tan radiante todos los días, sin importar si era bueno o malo el día, él siempre brillaba.

De pequeño, había soñado con ser como el sol, ser feliz y nunca dejar que apagaran su brillo. A pesar de todo lo que había pasado en su vida, seguía sonriendo, él quería ser feliz, y si lo quería tanto algún día lo seria. O eso era lo que siempre le habían dicho. Si quieres, puedes. Él siempre había querido, así que esperaba algún día lograrlo.

Con cuidado abrió su armario, sacó unos pantalones de chandal y una camisa blanca, en unos minutos entraba a la universidad y tenía que vestirse  rápido, con cuidado dejó las prendas en la cama y se adentro al baño.

—Tienes que entenderlo, Jimin, él no saldrá contigo—. Se dijo a sí mismo frente al espejo, lo hacía cada mañana después de ilusionarse con la sonrisa del chico.

                          

—¿Cómo que sacaste 7?—, tenía a su mejor amigo gritándole nuevamente, odiaba no poder con Historia,  no entendía una mierda de lo que aquél viejo maestro hablaba. Podía escuchar las palabras pero simplemente no lograba entender nada. Aquello le frustraba.

—¡Ya te dije que no entiendo nada!—, le respondió en mal tono. El más alto pensó unos minutos y terminó por sonreír.

—bueno, en ese caso mi amigo es muy bueno en esto. Puede ser tu tutor—. Codeo al más bajo, quien estalló en risas ante el poco disimulo de su amigo por conseguirle pareja y asintió.

—Está bien, pero en mi casa no, y en la noche porque trabajo en la tarde, y que no sea mucho porque necesito hacer tarea.—, Hoseok alzó una ceja.

—¿Tú quieres un tutor o un padre?—, Jimin río y le quitó el examen de las manos a su mejor amigo, quien observó su acción con una sonrisa.

—Si no puede esté bien, sabes que yo me las arreglo solo—. El más alto negó y abrazó por los hombros a su mejor amigo.

—Dime... ¿Ya conoces a ese Taehyung?—, cambió el tema con poca discreción, los ojos del contrario se abrieron con sorpresa.

—¿Qué?—, rió sarcástico. — Taehyung debe ser alguien hermoso, ¿por qué hablaría conmigo?—, miró a su amigo con algo de curiosidad, podía sentir que algo le ocultaba,

—Pues... Ambos son hermosos, y, bueno....—, Jimin detuvo su andar al escuchar aquellas palabras y miró a Hoseok con la ceja alzada.

—¿Qué?

—Las cartas decían que él te hablaría, supuse que ya lo había hecho—, Jimin suspiró, al menos esperaba algo peor.

—No, hobi, aún no me habla, pero dime, ¿ya conoces a alguien que te guste?—, el pelirrojo río con ganas ante la pregunta y negó.

—Ah, Jimin-ssi, es como si no me conocieras—. El menor abrazó a su mejor amigo con diversión.

—¡Hey, alumno Park!—, su maestro  de física se encontraba parado en la puerta mirándolos expectante.

—Sigue caminando, has como si no escucharas—. Hoseok soltó una carcajada y comenzó a caminar con Jimin siguiéndolo, ignoraron los gritos del profesor mientras aumentaban cada vez más el ritmo.

Pasaron un par de minutos caminando hasta salir de la universidad, se sentaron en un par de bancas en el parque y decidieron a mirar el cielo juntos.

Un suave tono azulado lo decoraba, las nubes cubrían la mayor parte, pero el sol iluminaba todo aquello como por arte de magia, Jimin deseaba que sus ojos fuesen cámaras para guardar aquel recuerdo.

Era algo más que digno de admirar, aunque sin darse cuenta, ya estaba pensando en aquel castaño de ojos verdes, Jungkook estaba de nuevo invadiendo su espacio, su mente estaba divagando en cada detalle de aquel angelical rostro.

Sus grandes y brillantes ojos, su nariz alargada, sus mejillas semi-rellenas, sus labios delgados y rosados, el lunar en su mejilla, su cabello castaño cayendo por su frente, sus dientes de conejito, y su hermosa sonrisa.

Las mariposas en el estómago de Park no tardaron en llegar, aquel cosquilleo en su espalda baja se hizo presente y el brillo en sus ojos apareció.

Ese chico lo tenía mal. Mal de una forma que se sentía tan bien.



𝘛𝘦𝘭𝘦𝘱𝘢𝘵𝘩𝘺 ‐ Kookmin [CORRIGIENDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora