Capitulo 7

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Dos horas después...

- ¡Bastardos hijos de puta! - Fue el grito que se escuchó por todo el edificio de la clase A. Hasta los pájaros salieron volando rápidamente al sentir el peligro que envolvía una habitación en específico.

- ¡Mierda Blasty, no grites!- Se quejó Kirishima.

- Ya llevamos una hora encerrados en la habitación de Sero, tratando de hallar el atuendo perfecto para ti y tu sigues sin elegir uno - Se quejó Mina, que estaba sosteniendo el conjunto de ropa que Bakugou le había aventado a la cara en cuanto lo vio. Ese era ya el vigésimo intento en tratar de convencer al chico de que usará un atuendo. Era importante para llevar a cabo su plan.

- ¡Ni de coña usaría algo tan llamativo! ¡Quiero conquistar a Deku, no dejarlo ciego! - Tosió de forma exagerada cuando se dio cuenta de lo que dijo.

- ¡Awwwww Kacchan esta enamorado! - Denki ,comenzó a decir mientras daba vueltas por la habitación. Todos pensaron que efectivamente su vida le valía madres.

- ¡Cof, cof, cof! - Kirishima tosió falsamente para evitar que Bakagou se aventara sobre Kaminari para matarlo - Mejor volvamos al asunto de la ropa. Bakubro es realmente necesario que uses algún atuendo, es parte del plan y además así podrás impresionar a Midoriya - Habló animadamente para tratar de convencer al chico, que veía con desconfianza todas las ropas que le había traído Mina.

- ¡Mierda, está bien! - Katsuki tomó una porción de la ropa que yacía tirada por toda la habitación del pelinegro y se dirigió al baño del cuarto, seguramente encontraría algo que se acercara a sus gustos.

El plan era el siguiente: Bakugou se vestiría de forma deslumbrante (y totalmente varonil) para poner a babear a la pelusita. Aprovechando que era fin de semana y la mayoría de sus compañeros saldrían a visitar a sus familias, ellos usarían el pasillo de los dormitorios donde se encontraba el cuarto de Midoriya para ambientarlo. También tendrían que colarse en la habitación del rollito de canela, para preparar todo lo necesario para que Katsuki se le declarara.

- ¡Bakugou por todos los cielos, ya sal del baño! ¡Llevas media hora ahí! - Le reclamo Sero que ya se estaba impacientando pues el tiempo para llevar todo acabó era valioso.

Escucho un par de maldiciones ser pronunciadas por parte de Katsuki y luego la puerta fue abierta lentamente.

- ¡Oh lalala, hermano! - Elogio Kirishima.

- ¿Alguien ha visto mi heterosexualidad? - Kaminari hizo como que buscaba algo por la habitación, para después volver a ver al cenizo y de reojo a Kirishima - Ah no, eso nunca existió.

- ¡Vaya! - Inserten chiflido todo cool por parte de Sero.

- Si no supiera que te gustara el solecito, yo me apunto para conquistarte - Halago Mina.

- ¡Muy bien zánganos, es hora de la función! - Katsuki sonrió con prepotencia. Él iba con todo e iba a ganar.

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El pasillo que daba al cuarto del peliverde estaba extrañamente en calma. Las luces estaban apagadas y la única mota de luz que se podía ver provenía de debajo de una puerta. Dicha puerta pertenecía a la habitación de un chico de cabello verde, que bien podría ser confundido con un arbusto.

Una persona caminó a lo largo del pasillo tranquilamente. A pesar de la penumbra que había, podía distinguir con claridad cada una de las puertas.

LA ODISEA DE BAKUGOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora