Día Lunar (Larry Stylinson) [Omegaverse]

c a p í t u l o 12

Maratón 3/3 ✔

[...]

—¡Mi vida!—La omega chilló mientras caminaba hacia el Alfa—¿Cómo estas mi amor?—Preguntó colgándose de su cuello.

—Kendall....—Se quejó.

Era un caluroso día en Francia, el cielo estaba despejado y el sol pegaba fuertemente.

Harry se encontraba en el patio de su casa, en el cual había una gran piscina y grandes arboles que le daban sombra, era bastante fresco y no tenía intención alguna de alejarse de allí.

—¿Qué haces cariño?—La omega se sentó en su regazo, ya que el rizado estaba recostado sobre unas sillas de playa tomando el sol para broncearse—El sol te sienta bien—Dirigió su mano hacía su pecho, jugó y acarició su formado abdomen.

El rizado intentaba ignorarla, era como una sanguisuela insoportablemente pegajosa, siempre quería estar apegada a Harry y a él le molestaba.

Mucho...

No le caía en la cabeza el "Aléjate" del chico, por más que se lo decía, hasta el punto de cansarse por repetirlo tanto.

—¿Qué haces Kendall?—Le detuvo sus manos que lentamente se movían a su zona intima.

Se sentó bruscamente ocasionando que la chica saliera de su regazo golpeándose contra el pasto.

—¿Qué no tienes más amigos?—Tomó su camiseta que colgaba en el respaldo de la silla y se la puso—¿Por que siempre vienes acá?—Ya con el torso cubierto caminó de mal humor para dentro de casa.

—Espérame Hazzie—Gimoteó, se levantó del césped y corrió en dirección al Alfa.

Harry se tensó, "Hazzie" ella no debía de llamarlo así, solo....

Solo...., solo Lou podía.

  —Vamos cariño llevamos saliendo 5 meses, quiero tenerte dentro de mi—El rizado hizo una mueca de desapruebo en el rostro, no claro que no, nunca podría siquiera imaginarse en esa situación.

—¿Estamos saliendo?—Decidió encararla de una vez—Vaya.... no lo sabía.

Y era verdad, Kendall parecía pasarse de lista, inventando y creando rumores de que estaba con el Alfa más codiciado de Francia, Harry no la tomaba en cuenta, quizás por eso la chica pensase que tiene alguna posibilidad con él.

—Kendall, ¿te das cuenta que yo no quiero nada contigo?

La nombrada bajó su mirada.

—Es mejor que vayas a tu casa.

Con un suspiro Harry retomó el rumbo a su habitación.

Cuando estaba a tan solo dos pasos de su puerta sintió un jalón en el brazo, de pronto Kendall tenía sus labios encima de los de Harry moviéndolos desesperadamente, el rizado estaba quieto, la chica alcanzó vuelo y se montó en Harry enrollando sus piernas en su cadera, Kendall estaba totalmente segada por el placer que no notaba que el rizado no le seguía el beso, es más él intentaba descolgársela de encima.