Capítulo único.

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Las personas a lo largo de la historia de la humanidad han teorizado sobre los cielos, los dioses y los ángeles. Nadie en el mundo humano podría decir cuál es la religión correcta o cuál es la que te llevará por el camino glorioso de la verdad y la pureza. Ninguno podría asegurarte salvación o sufrimiento eterno. 

Nadie en la tierra podría saber cual es la respuesta correcta o donde está la luz y la oscuridad en medio de tanta escala de grises.

Solo los seres que habitan en las altitudes, más allá de lo físico, entre las nubes, el viento y el océano. Deidades, dioses, qué control tienen poco pero grandeza tienen mucha. Solo ellos podrían decirte cuál es la verdadera fuente de divinidad y qué es estar libre de pecados. 

Los ángeles solo son sus pequeños servidores y adoradores. No guardianes de los humanos, no guerreros y mucho menos mensajeros. Su única razón de ser es alabar y cuidar de sus dioses. 

Y era un destino algo cruel el nacer siendo ángel. El nacer sin libre albedrío y sin pensamientos propios. Y los defectos siempre existían, aquellos que no podían liberarse de sus propios deseos sería conocido como los ángeles imperdonables por todos los cielos.  

Estaba prohibido amar, querer, soñar o desear. Por eso Jungkook sujetaba la mano de Taehyung como si fuera su ancla al mundo, con sus dedos entrelazados así como habían entrelazados sus sentimientos por el otro con el terror más profundo adherido en ellos. 

Porque habían roto su propia esencia de ángeles en aquel momento en que sus ojos cruzaron por accidente entre los pasillos de los cielos, y se dieron cuenta que los dioses que debían servir no eran la mitad de magníficos en comparación a la belleza frente a ellos. 

Y el temor fue inundado en ellos, porque era imposible pensar en minimizar a tu dios frente a otro ángel cuando naciste para que este sea la única luz de tus ojos. Y en ese momento, huyeron el uno del otro con un nudo en el corazón. 

...

El problema cuando un ángel se despierta y es consciente de sí mismo es que no hay vuelta atrás. Empezaría a notar lo errado que estaba el cielo, lo egoísta que eran los dioses, el castigo de su propia raza. 

— Señor… — Habló temblorosamente. 

— Puedes hablar, Jungkook — Concedió su dios. Del cual no sabía el nombre.

— ¿Por qué si usted es un dios permite que la humanidad se inunde en perversidad? 

— Angel Jungkook — Dijo con dureza. La indignación palpable en su rostro — ¿Quieres ser arrojado a las llamas del infierno?

— No, señor.

— ¿Entonces por qué has decidido pensar?

— Perdoname, mi dios. He pecado sin ser consciente de ello — No tenía sentido, no podría responder sus confusiones porque dudar de un dios era un delito. 

Pero fue cuestión del paso del tiempo para que la venda en sus ojos cayera por completo y se revelara ante ellos que su cielo no era más que otro infierno. Que los dioses no velaban más que por su propio beneficio, y que un mundo perverso era la fuente de alimento de su poder porque en medio del caos los creyentes son más fieles. 

Entonces buscó al pequeño ángel que había sacudido la ignorancia de él, revoloteando por cada templo y observando cuidadosamente cada ángel, buscando aquellos ojos acastañados, rizos plateados y alas de plumas blancas y doradas. La belleza misma plasmada en un pequeño ser. 

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⏰ Última actualización: Jul 27, 2021 ⏰

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Imperdonables · [JJK + KTH]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora