Capítulo I

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—Hola—dijo el entrevistador muy nervioso viendo a la oscuridad

—Hola—respondió Ethan 

—Quiero saber si de verdad eres un…—dijo el entrevistador cortando sus palabras por la palabra de Ethan

—¿Un vampiro?—preguntó Ethan

—Si—dijo el entrevistador nervioso

—Si, lo soy—respondió Ethan

—Quisiera saber de ti, ya sabes, todo esto—dijo el entrevistador extremadamente nervioso por su presencia

—Está bien, te contare la historia de mi vida—dijo Ethan

Resulta que en aquel momento, era un chico muy triste, la vida monótona me agobiaba. Siempre estaba solo, en aquel momento era creyente, y era Dios mi única fuerza para seguir vivo. Vivía con mis abuelos, ya que mis padres me abandonaron de pequeño, eso me preocupaba bastante y pensaba en porque me habían hecho eso, ¿acaso yo tenía algo que a ellos no les agradaba? Me preguntaba eso todo el tiempo y me sentía defectuoso. Mis abuelos tenían un buen trato hacia mí. Pero yo no podía sentirme lleno, estaba totalmente depresivo. Sentía que algo me faltaba.

Entonces me la pasaba casi todo el tiempo en la iglesia, orando totalmente solo, ya que no concurrían muchas personas al santuario. Había mucho frio en el lugar y a veces sentía que algo me observaba. Debes en cuando miraba hacia atrás pero nunca había visto nada. Luego iba a la montaña y me quedaba observando la ciudad hasta que oscurecía. Se me ocurrió buscar a mis padres por mi propia cuenta. Así que empecé a investigar, buscando mucha información por todas partes y haciéndoles preguntas a mis abuelos, al final encontré una pista que me indicaría donde podrían estar mis padres. Pero cada vez estaba más triste, porque sentía que ellos no querían recibirme como a su hijo. Entonces deje de seguir con esto. Estaba cansado, lo recuerdo bien, no sabía que todo esto iba a ocurrir, era un jovenzuelo perdido, me sentía insignificante. Entonces por ese momento solo me aferraba a mis abuelos y a Dios, para mi Dios era amor, era un ángel al que había que servirle. Entonces decidí hablar con el cura de la iglesia, diciéndole que quería bautizarme, él me hizo prometer algunas cosas a Dios, por ejemplo que debía desde ahora seguir todos los mandamientos del Padre Celestial. Yo estaba muy seguro de que quería hacer eso, entonces acepté.

Al día siguiente me bautice. Desde ese momento me sentía bendecido. Recuerdo que cada vez concurría más a la iglesia y le preguntaba a Dios porque mis padres me habían abandonado, sin embargo la tristeza seguía inundada en mí. Pero yo solo seguía aferrado a la ley. Pasaba horas leyendo la Biblia.

En ese momento no hacía nada, ya que mis abuelos me mantenían, pero no tenía amigos y me sentía muy solo. Así que un día me dirigí a un  bosque oscuro, en el que no pasaban personas. Por el simple hecho de la curiosidad llevada por un presentimiento de que algo había en ese lugar. Entonces camine por el bosque, estaba repleto de árboles que hacían del lugar algo más lúgubre. Siempre con esa sensación de que algo me estaba observando, a veces podía contemplar algunas sombras que estaban detrás de los troncos y que se reflejaban en los pastizales. Me quede parado bastante nervioso, viendo a una silueta huyendo para atrás del bosque, así que recurrí a seguirla, al final se escapó de mi vista, pero me encontraba perdido en el lugar. Ya no sabía a dónde ir porque cada vez me alejaba más de donde estaba. Entonces me arrojé al suelo y me acosté, me termine durmiendo.

Me desperté algo mareado, pero ya podía ver el bosque con más claridad, así que me podía guiar mejor y fui hasta mi casa. 

Recuerdo que fui a bañarme y antes de meterme en la bañera me mire en el espejo, y note que tenía una profunda marca en el cuello. Me puse extremadamente paranoico y dije que quizá podría haber sido un insecto, ¿Pero qué clase de insecto pica de esa forma? Entonces me puse a leer libros sobre picaduras, ninguna tuvo correlación con mi marca. 

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⏰ Última actualización: Mar 20, 2021 ⏰

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