Capítulo 24

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Ya se, ya se, perdón por la tardanza. Pero mi inspiración se fue de vacaciones. Se que no es tan bueno como mis otros capítulos, pero me esforcé. Aquí tienen.


Me desperté entre los brazos de Félix, los cuales me abrazaban de manera protectora y posesiva. Me zafé un poco de sus brazos para alcanzar mi celular y ver la hora. Por suerte eran las 6:35 y no tendría que volver en chinga a la escuela. Ahora me tocaba levantar a los demás para no llegar tarde y poder desayunar en la cafetería. Antes de llegar a la cocina sentí un olor a cigarro, pero no era olor a un cigarro normal, olía más desagradable. Seguí el olor hasta el balcón y vi ahí a Víctor, fumando lo que estoy seguro que era mariguana.

-Víctor- lo llame.

-¿Qué quieres?- me pregunto

-¿estás bien?- le pregunte ignorando lo anterior.

-no tengo idea de porque te importa, pero me harías un grandísimo favor si te vas- se acercó a mí y vi que tenía unas enormes ojeras, paso a mi lado para entrar al apartamento.

-si necesitas alguien con que hablar, yo estoy aquí- le dije antes de que entrara.

Entre en apartamento, cerré la puerta del balcón y fui a levantar a los demás. Alrededor de 30 minutos después ya estábamos todos en el auto en camino al internado. Estuve pensando en la actitud de Víctor y en el estado emocional de Omar, al parecer Víctor se ha estado drogando y bueno Omar no está de acuerdo. Se que no me debo meter, pero e preocupa Omar y aunque no sea tan cercano a Víctor tan bien me preocupa. Es mejor que no me meta, siempre me va mal cuando me meto en las cosas de los demás.

Legamos a los 26 minutos, nos bajamos del carro y nos fuimos en chinga a la cafetería a desayunar. Yo fui el primero en sentarme y después se sentó Félix a mi lado, muy cerca. Mi desayuno era huevo estrellado con tocino, mientras que el de Félix era pan francés. Me sorprendió bastante que de repente cambio nuestros platos y se puso a cortar el huevo y tocino de mi desayuno. Después volvió a cambiarlo y me dirigió una hermosa sonrisa que me dejo todo embobado. Esa acción me recordó a los típicos doramas coreanos. ¡Tan tierno!

-parece que hay nuevos tortolos- dijo Axel sentándose a mi otro lado.

-nosotros también podríamos serlo solo si...- dijo Fred sentándose a lado de Axel y acariciando su muslo, a Axel no le gusto y lo golpeo por lo que Fred no termino de hablar. Yo solo reí.

-por fin un buen cuñado, bendito sea quien sea que me lo haya mandado- dijo Liz sentándose a lado de Félix

-No empieces Lizie- se quejó Félix

-¡ya te dije que no me llames así!- exclamo Liz.

Hablamos de cosas sin importancia por unos minutos y luego todos nos fuimos a clase. Como siempre aburridas, pero igual pongo atención ya que no pienso dejar mi 100 perfecto, no después de tantos años de esfuerzo. Clases aburridas y más clases aburridas, pensé que me iba a morir de aburrimiento hasta que me toco química. Antes odiaba tanto química, recuerdo las horas estudiando en la biblioteca, en cambio, ahora es mi materia favorita, por una musculosa y sexy razón. Félix. Por fin una clase con Félix, soporte 8 miserables clases solo para llegar a este bello momento, que solo durara 50 min, pero me conformo.

Soy el primero en llegar al aula me siento donde siempre y saco mi cuaderno de dibujo donde empiezo a hacer garabatos. Comienzan entrar alumnos, pero ninguna señal de Félix. Decido mejor ponerme a dibujar algo decente para no aburrirme tanto y calmarme. Poco a poco va agarrando de un lobo. Seguí dibujando hasta que sentí una mirada penetrante sobre mí. Félix estaba mirándome a mi y a mi dibujo con cara de estupefacto. En cuanto nuestras miradas se encontraron yo me recorrí un siento para dejarlo sentarse a mi lado.

-¿tú lo dibujaste?- me pregunto aun con la misma expresión.

-si, ¿acaso no es obvio? - respondí, me está viendo hacer lo y pregunta.

-Perdón, es que no sabía que dibujabas- se disculpó.

-bueno, hay muchas cosas que no sabes de mí y aparte estoy en el club de arte, así que no entiendo porque no lo sabias- dije al mismo tiempo que le sombreaba el dibujo.

-¿estas en el club de arte?-

-si, lo acabo d decir- respondí, estaba apunto de responder cuando la profesora entro para comenzar a dar su clase.

Félix estuvo toda la clase pensativo, tenia el ceño fruncido y los ojos entrecerrados. Se veía tan guapo, bueno siempre se ve guapo.... Maldición, siempre me pierdo en mis pensamientos cuando pienso en él. ¿¡Que me está pasando!?

En cuanto la clase acabo Félix se levanto y se fue sin decir una palabra. Eso me sorprendió, pero seguro tenía algo que hacer, aunque me pudo haber dicho algo. Después de eso me fui a la cafetería y me senté en la mesa de siempre.

¿Por qué Félix se fue como si nada? ¿estará enojado? Tal vez tenia que ir al baño. ¿lo abre hecho enojar? ¿no le gusto mi dibujo? ¿y si tal vez se arrepintió de haber tenido sexo conmigo? ¿y si quiere volver con Carla? ¿y si....

-¿en que estas pensando?- me pregunto Liz sentándose a mi izquierda.

-en nada, solo en la tarea de química- respondí.

-mientes- dijo de inmediato -puedo ver cuando alguien miente, ¿está todo bien? - me pregunto

Eso me tomo por sorpresa y me dio un poco de miedo.

-Si, es solo que pues...- no termine la oración, preferí callarme.

-¿es por mi padrastro? ¿sigues enojado con el por ocultarte lo de Giovanni? -

- ¿Giovanni? -

-si, nuestro hermanito- respondió, claro, lo había olvidado. Había olvidado lo poco que le importo a mi padre mi existencia, vaya vida la mía. -no, ni siquiera me acordaba de ese detalle-

-perdón, no debí mencionarlo- se disculpó -pero, creo que deberías intentar conocerlo, después de todo es tu hermano-

-medio hermano- la corregí secamente -no quiero conocerlo, no me lo tomes a mal. Tu madre me cayó bien y te quiero mucho al igual que Félix, pero no quiero conocerlo y mientras más lejos pueda estar de el mejor-

-esta bien- dijo en un tono triste -solo espero que te animes, porque el si te quiere conocer- agrego para después quedarse callada.

Un rato después los demás llegaron y comimos todos juntos. No había pensado en el niño ni una sola vez. Había estado demasiado ocupado escapando de los Bellamy como para pensar en el huerco ese. Ni una pisca de ganas de conocerlo. Si, se que es solo un niño, pero no es muy lindo conocer a tu medio hermano el cual no sabias que existía y que por cierto es también medio hermano del chico que te gusta. Vaya vida la mía.

Después de comer me fui al club de arte para terminar de pintar mi fénix, me faltaban los últimos detalles. Esta vez había más gente, entre, me senté y acomodé a mi fénix para terminarlo. Estuve ahí pensando en diferentes cosas, cada pincelada era un pensamiento diferente. Cuando por fin termine volví a mi habitación, que por primera vez en mucho tiempo podía descansar sin problemas o eso pensé hasta que escuche que tocaban la puerta.

-¿Quién es?- gruñí.

-Félix-

-pasa- en cuanto entro mi mirada se dirigió al ramo de rosas rojas con tonos amarillos y naranjas que llevaba en su mano izquierda. 

-Estuve pensando y quería pedirte que fueras a una cita conmigo- dijo casi de inmediato, lo cual causo que me sonrojara. ¡MADRE SANTA, MADRE SANTA, MADRE SANTA! ¡¿QUÉ HAGO?! ¡¿QUÉ HAGO?! ¡¿QUÉ HAGO?! Bueno obviamente voy a decir que sí, pero como -Simón, ¿estas bien? ¿no quieres? -

-CLARO QUE SI, ¿QUÉ ME CREES? ¿IDIOTA?- enserio, eso tenia que responder, de todas las cosas que puede responder. ¡MALDICIÓN!


Me vuelvo a disculpar. Ya se que me pase, pero me bloquee. Espero que les haya gustado.

Mi razón de vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora