Malteadas
Quizás no estaba tan mal después de todo hacer trabajo comunitario para el señor Fichert, además podía decir que tenía un trabajo extra, en el que no me pagaban claro está, igual podía decir que era trabajo. Me serviría para la universidad, no sé para qué pero según el señor Fichert serviría, la experiencia laboral importa, supongo.
—Una malteada por favor —Pide una pequeña niña rubia que llega.
Tengo que mirar hacia abajo para poder verla completamente porque quedamos divididos gracias a la Mini/Barra.
Giro y busco al señor Fichert que está licuando varias cosas en una esquina de la tienda.
—Sr. Fichert una malteada —Hago el pedido pero él no atiende—. Una malteada. —Vuelvo a repetir y no atiende. Estaba por decirlo una tercera vez pero atendió.
—Si me dices de que sabor es la malteada yo te la daría con mucho gusto —Dice al mirarme por encima de su hombro, sonriente.
Claro, el sabor es importante antes de hacer un pedido.
Me inclino sobre el borde de la Mini/Barra donde la niña sonríe con sus labios unidos y le digo:
—¿De qué sabor quieres tu malteada?
—Uhm... —musita la pequeña que mira hacia el cielo y simula pensar ¿o en realidad sí piensa? no lo sé.
Tomo aire y después suspiro al no obtener el pedido de la pequeña rápido.
En realidad estoy pensando seriamente en lo que me había metido, perdí mi libertad... Exactamente esta no era la tranquilidad que estaba buscando.
—Eh, uhm... —Murmuró.
Pensé que la niña al fin se había decidido pero solo continuó decidiéndose en qué comprar.
Solté aire de forma pesada.
—Creo que alguien necesita ayuda con su indecisión —aconseja de buena manera el señor Fichert.
Y sé que todo viene porque yo no ayudo a la pequeña, pero ¿quién va a comprar una malteada sin saber el sabor?
«Es solo una niña» pensé al ver a la pequeña de cabello rubio hasta la raíz.
—Supongo que te gusta el chocolate ¿no? —le digo a la pequeña lo primero que se me ocurre.
Sus ojos oscuros destellan con lo dicho.
—Sisisi. Quiero una malteada de chocolate —pide la niña rápidamente—, por favor.
Extrañamente salió una carcajada corta de mí.
—Una malteada de chocolate, Sr. Fichert —dije.
—Una malteada de chocolate —repite el señor Fichert al empieza a batir un par de cosas más en la licuadora.
—Eh, ¿la malteada podría llevar fresas? —Inquiere después de toquetearse la barbilla con el dedo índice.
—¿La malteada podría llevar fresas? —Pregunto detrás de mí.
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LIFE NOTE -∆-
Romance🌻∆Life Note∆🌻 Un pueblo alejado de los ruidos y ajetreos de la cuidad, ahí es donde descansa Andrew. Ahora debe afrontar actos y falsas promesas de almas que formaron parte de su vida. Quiere encontrar la calma después de la tormenta en aquel viej...