Parte única

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Como cada fin de mes, doyoung cargaba bolsas llenas de comida y botellas de agua al interior de aquella habitación. El lugar era un completo desorden, ropa sucia esparcida por el suelo, botella y envoltorios de comida arrimados en una esquina

El corazón de doyoung se rompió al ver a su compañero retorciéndose en una montaña de ropa, coco y avellana, cosquilleaban en la punta de su nariz. El hombre dejo las bolsas sobre el escritorio antes de acercarse al chico, aparto mechones de miel de su rostro sudoroso y enrojecido.

Un brillo de conciencia bailo en sus pupilas dilatadas, todo su cuerpo de relajo bajo el toque delicado de doyoung.

Doyoung deseaba cambiar para poder aliviar el dolor que sentía taeyong, que ambos enloquecieran por las feromonas y se cuidaran mutuamente hasta que pasara el calor del omega, pero no podía, así que, lo cuidaría de esta manera.

Manteniendo a los alfas lejos de la habitación, trayendo comida y agua, asegurarse que estuviera cómodo.

El lugar se lleno de los gemidos lastimeros del omega, era hora de macharse, pero taeyong no se lo permitió, sus largos y húmedos dedos se aferraban a la pálida muñeca de doyoung.

-Tengo que irme- murmuro doyoung, su piel cosquilleaba- ¿me estas escuchando? – pregunto al notar ninguna respuesta del otro- ¿estás conmigo?

Taeyong negó con la cabeza, mantenía sus labios ligeramente entreabiertos, tomando bocanadas de aire. Él se incorporó y la sabana que cubría su desnudes, se deslizo hasta su cintura, taeyong se apego al pecho del otro chico que se encontraba paralizado, sabía que debía irse, pero su cuerpo no respondía.

-Taeyong-murmuro-

-Doyoung-

Él suspiro, jamás había escuchado su nombre se pronunciado de una manera tan dulce. El cabello cosquilleaba debajo de su mentón, ese cuerpo ardía contra el suyo, doyoung rogaba al destino que el omega no sintiera los acelerados latidos de su corazón.

Doyoung no tuvo tiempo de pensar en nada mas cuando taeyong presiono sus labios contra los suyos, él intento apartarlo, pero taeyong se aferro a su cuello. Ambos cayeron sobre la espalda de doyoung, taeyong se deslizaba lentamente sobre su regazo y suspiro contra su boca.

Se rindió ante esa sensación dulce y cálida, como pieza de un rompecabeza, sus bocas encajaban perfectamente, doyoung jadeo sintió su lengua invadir su boca de una manera brusca y posesiva. Un omega no debería de actuar de esta manera, dos omegas no deberían estar enredándose de esta manera.

Oh, dios.

Que alguien lo salve porque él esta muriendo y reviviendo en esa boca.

Ambos se enredaron entre la ropa esparcida en la cama.

Doyoung sostuvo con delicadez las caderas desnudas que se mecían contra su estómago, él comenzó a aspirar ese aroma tan dulce que ocultaba las feromonas impregnadas en la ropa de los alfas, su omega interior no estaba cómodo.

Doyoung sollozo y taeyong se apartó, alertado.

Él intento hablar, pero salió balbuceo, pero eso no lo detuvo, lo intento una y otra vez hasta que logro verbalizar y dijo- Doyoung... ¿Estas bien? –

-Si...no...no lo sé.

-Concéntrate en mí, piensa en mí y solo en mí- murmuro contra el cuello de doyoung que suspiro-

Manos cálidas recorrían su estómago, subiendo lentamente hacia las protuberancias en sus pectorales. Doyoung chillo el nombre de taeyong, retorciéndose debajo de su cuerpo que se iba calentando poco a poco, gotas de sudor recorrían su frente.

Cuidar del omega [DoTae/TaeDo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora