Luego de conocerse en la biblioteca de su abuela, Sabrina y Justin se dan cuenta de que tienen demasiado común, haciendo que los sentimientos entre ambos comiencen a surgir. Sin embargo, luego de darse cuenta de que tal vez no puedan estar juntos, d...
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Maratón 2/5
"Chistes internos" Justin
-¿Listo, cara de bebé?- preguntó Sabrina con una sonrisa burlona, yo la miré con una ceja alzada.
-Creo que necesitas otro apodo para mí- me acerqué a ella.
-Hey, ese apodo me gusta- dijo fingiendo indignación.
-Sí, pero a mí no, para nada.
-¿Y por qué crees que me gusta?
-Bien, definitivamente buscaremos otro apodo.
-Oh, claro, abriré internet y buscaré "apodos lindos para la súper estrella con quien quiero salir".
Su sarcasmo me hizo recordar bastante a David, de no ser porque en verdad ella jamás lo ha mencionado, apostaría todo a que se conocen y que incluso son buenos amigos.
-Sabes, te llevarías bien con David. Recuérdame presentártelo si alguna vez vas a Canadá.
Ciertamente son muy parecidos, hasta diría que podrían ser amigos de toda la vida de no ser porque ninguno jamás se ha mencionado en el tiempo que llevo de conocerlos a ambos. Y creo que de Sabrina podría esperar que no lo mencionara, pero de David, imposible, le encanta parlotear sobre la gente a su alrededor, aún más con sus más allegados.
-Claro, podríamos molestarte juntos con Robert- sonrió.
-Bien, la parte buena está en que no irás a Canadá en un buen tiempo y seguramente para ese entonces ya habrán terminado las grabaciones.
-Claro, sigue soñando, niño bonito- dijo con una sonrisa burlona- Ahora, andando, tenemos un día largo con lugares que recorrer.
-Sabes, ese podría ser mi nuevo apodo- dije mirándola mientras caminábamos fuera del departamento.
-Repito, sigue soñando, niño bonito- dijo mirándome con una sonrisa burlona.
Ella tomó su abrigo del perchero de a un lado de la puerta y abrió la puerta, por lo que salimos directo hacia el elevador.
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-¿Entonces Robert quería venir contigo?- asentí.
-Me rogó para poder llevarlo en mi maleta y traerlo para conocerte, pero al final ambos sabíamos que no era posible.
-Algún día deberías presentármelo.
-Quizás en un rato esté libre para hacer una videollamada, le preguntaré- Sabrina asintió- Oh, era en serio tu plan para arrojarme de un puente sin que alguien se diera cuenta.
-Claro que lo era, me leíste la mente en el taxi.
Acabábamos de llegar al puente Brooklyn, que casualmente concordaba con la broma que había hecho hace un rato. El lugar era verdaderamente hermoso, aunque no sabría decir si simplemente me parecía tan lindo y mágico por la chica que me acompañaba o sólo por su esencia en sí.
-Bien, tal vez no te arroje sólo porque podría ocasionar problemas más adelante. Pero si haces algo lo haré.
-Exclamó la chica que mide un metro y medio.
-Hey, tampoco eres tan alto.
-Mido 1.76, yo diría que sí lo soy- dije con una pequeña sonrisa- Y por ende tal vez un poquito más fuerte que tú.
-Tal vez seas más alto, pero no me pongas a prueba o soy capaz de demostrarte lo fuerte que soy arrojándote por el borde- dijo cruzándose de brazos. Yo levanté mis manos en señal de que me rendía y luego de esto, ambos comenzamos a reír.
Justo en ese momento, una llamada entró a mi celular, por lo que algo confundido saqué mi celular del bolsillo y fruncí al ceño al ver que era Robert. Debía ser algo importante
-Hey, Robert.
-Salúdalo por mí- asentí ante las palabras de Sabrina.
-Amigo, no quiero alarmarte, pero justo ahora estás en las noticias y eres tendencia en las redes.
Espero que les haya gustado mucho <3.
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