•Realeza en México•

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A partir de aquel incidente con Martín, él dejo de molestar a todas esas personas a las que hostigaba, escuché una conversación de unos compañeros que decían que su padre le habia dado una buena reprimenda y cuando regreso de su suspensión, volvió diferente. No quiero saber lo que le habia pasado, por que se notaba que había sido duro.

—Alteza—quite la vista del libro que intentaba leer—el primer ministro solicita una audiencia privada

—¿Cual es el motivo?

—Creo que se trata sobre el incidente de su escuela—¿Como es posible que ese señor se entere de todo?

—Ire en seguida—informe

El mayordomo inclinó la cabeza como símbolo de reverencia y se retiro del salon de estar

Mire el piso mientras pensaba en lo que me diría y me levanté del sofa donde estaba descansando para poder ir a la sala de audiencias.

—Primer ministro—lo saludé en cuanto entré en el salon

—Alteza—me reverencio

—Por favor, tome asiento—le señale el sofa y me senté en el que se encontraba enfrente—¿Cual es el motivo de su visita?

—Me enteré del pequeño accidente con un compañero de su escuela

—No fue nada grave, pude resolverlo rápidamente

—¿Puedo preguntar por que no se me notificó?

—Fue algo sin importancia

—Cualquier escandalo que la implique a usted, es algo que le concierne al gabinete, debemos mantener su imágen

—Un simple problema escolar no afectará mi imagen

—Tal vez ese detalle no, pero tal vez las fotos que se tomaron de usted y sus guardaespaldas al salir de la escuela si pueden afectarla

—¿De que me esta hablando?—frunci el ceño

Él me extendió un pequeño sobre, el cual abrí para poder mirar las fotos de las que me hablaba. Las mire una por una con detalle y no pude encontrar el problema

—No lo entiendo, ¿Cual es el problema?—lo mire

—El joven Solano no cuenta con una prenda de su uniforme, prenda con la que usted si cuenta en todas esas fotos

—Me moria de frío, ¡Estaba empapada por amor a dios!—avente las fotografías a la mesa

—¡Eso no es lo que piensan los demas!—alzo un poco la voz—le recuerdo que al ser una figura publica siempre tendrá prensa persiguiendola y no puede aceptar ese tipo de atenciones por parte de una persona que le brinda un servicio, es su guardaespaldas, no un amigo más

—Es una persona

—Un plebeyo que trabaja para usted—respondió firmemente—le aconsejaré que no haga cosas que se vean inapropiadas, no olvide lo que es

—Una adolescente

—La futura reina—sentencio

Se levantó de su lugar e hizo una reverencia antes de marcharse. Pase mis manos por mi cabello y suspiré mientras me recargaba en el respaldo del sofá. Jamás sería tan buena como ellos querian que lo fuera.

—¿Donde esta mi padre?—pregunte

—Creo que el señor se encuentra leyendo en el jardín, alteza

—Bien—me levanté—gracias por la información

Salí del salón y caminé hacia el jardín para buscar a mi padre. Lo mire a lo lejos leyendo su libro favorito, me acerque hacia donde se encontraba y tome asiento en la silla frente a él.

—¿Por que me eligió a mi?—pregunte sin esperar que me notara

—¿Que dices?—me miro

—Por que fui yo quien tenia que heredar el trono, ¿Por que no alguien mas?

—Crei que ya te habiamos explicado eso

—¡Lo sé, pero no logro entenderlo!, no puedo alcanzar sus expectativas ni tampoco llegar a ser lo suficientemente eficaz como ellos quieren, ¡no creo poder lograrlo nunca!

—Emma

—Ni siquiera puedo cubrirme del frío por que estoy faltando al protocolo, y tampoco ir a la escuela tranquila por que siempre habra personas que crean que pueden hacer mejor mi papel, ¿Por que me eligió a mí?

—Cariño, tu abuela vio algo en tí que nadie más tenía, eres una lider por naturaleza y no habia ninguna otra persona que pudiera llevar la nación como tú lo harías, creía en tí

—No se si podré hacerlo, es muy difícil

—Nadie dijo que sera fácil, asi como cualquier empleo, la monarquía lleva sus reglas, pero también tiene muchas cualidades positivas que verás en el camino, solo debes tener paciencia

—El primer ministro vino a verme, alguien me tomó una fotos con el saco que uno de mis guardaespaldas me habia prestado para cubrirme del frio luego de que mi compañero me haya tirado el agua encima, dijo que la gente podria malinterpretarlo

—Las personas siempre te criticarán hasta por tu forma de caminar, no debes darle importancia a eso

—¿Y que hay de mi imagen?

—Eso no importa mientras tú sepas lo que eres—tomó mis manos—eres una gran persona Emma, te eduque para que lo fueras y ninguna otra persona externa puede venir a hacerte dudar de eso—lo mire

—Gracias, papá

—Ven aquí—me extendió los brazos

Lo mire un segundo y me levanté de mi lugar para poder abrazarlo, tenia tanto tiempo sin sentir su calor paternal debido a nuestra discusión que habia olvidado lo que era refugiarse en sus brazos y olvidar la vida unos segundos, él siempre sabia que palabras decirte para cada situación y nunca me decepcionaba.

—Vayamos a cenar, ¿De acuerdo?—asentí

Nos levantamos del sofa y caminamos abrazados hasta el comedor para poder terminar con este día tan agotador con un poco de convivencia familiar, me hacia falta.

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—¿Estas contento ahora?

—¿De que hablas?—el castaño le paso su teléfono—¿Que es esto?

—La prueba de que tú acción fue una terrible desicion

—Enrique, se moria de frío, solo fui amable

—Y esas son las consecuencias de tu amabilidad, el primer ministro solicito una audiencia privada con la princesa y discutieron sobre esa situación

—¿Que dices?

—Le recordó lo que ambos eran, ella la heredera al trono y tú un simple chico que le presta un servicio a la corona, ¿Ahora lo entiendes?, nunca sera iguales

—Solo hice una buena acción

—Escucha, solo intento que ninguno de los dos salga herido

—¿Los dos?

—Para con esto, no lo hagas mas grande—lo miro—y no hagas acciones buenas que después se vean malas—sentencio

¿Los dos?