INFIEL

𝔻𝕆𝕊

El sentimiento por el que estoy pasando...

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-¿Se encuentra bien jefe?- Pregunto la asistente de Megumi mientras este golpeaba un lapicero sobre el escritorio pensativo.

-Si, todo está bien- Murmuro sin ganas viendo de reojo la pantalla de su teléfono sin mensajes.

La junta directiva le mostraba nuevos diseños de ropa que saldrían en la colección de invierno a finales del año, pero una mosca volando podría llamarle más la atención.

¿Por qué mierda no lo llamaba?

-Es un idiota- Gruño molesto girando la pantalla del teléfono contra la mesa para no pensar más en el tema.

“Te extrañaré toda la semana”- Había susurrado Sukuna mientras depositaba besos sobre su cuello cuando los dos se vestían antes de despedirse.

-Si claro, maldito mentiroso- Ya había pasado una semana entera y no tenía un solo menaje de él.

Lo mejor era concentrarse en el trabajo. Después de todo una mente ocupada no extraña a nadie.

Enfoco la mirada en los diseños pero se sintió hastiado.

-Todo está mal- Interrumpió molesto al chico que presentaba las fotos de la nueva colección – ¿Quién mierda pensó en poner amarillo?

-Es un color en tendencia- Le respondió.

-Es un color que usamos la temporada pasada- Gruño mientras veía de reojo la pantalla de su teléfono resplandecer sobre la mesa - Necesitamos algo nuevo.

-Pero ya vamos demasiado avanzados…

-Tiempo fuera- Interrumpió tomando su celular con premura- Necesitamos 10 minutos de descanso- Ordeno cuando ya iba por la puerta.

Apenas estuvo afuera de la vista de su personal empezó a despotricar.

-Será mejor que tengas una buena explicación…-Empezó con reproche.

-¿Megumi?

-¿Yuji?

Mierda. Llamada y persona incorrecta.

-¿Está todo bien?- Le pregunto la voz confundida de Yuji.

-Si- Dijo bajando el volumen- Creí que eras el colaborador de las telas con el que vamos atrasados.

-Oh. Entiendo. Lo siento- Respondió Itadori algo apenado- Solo llamaba para preguntarte si querías cenar hoy. ¿Qué dices? Ya sabes para quitarse el estrés del trabajo y salir un poco de la rutina.  

-Ehh... bueno... verás... es que yo- Tartamudeo inseguro el pelinegro.

La culpabilidad lo invadió pues Itadori no era la persona que quería ver.

Pero ¿Acaso era justo para Yuji? La respuesta era clara: No.

Él no merecía el frío muro que crecía entre ellos cada día más y más, cuando de su parte solo había recibido amor.

Además ¿Qué le impedía hacer planes? Sobre todo cuando el alfa que quería ver ni siquiera parecía estar un poco interesado por él fuera de la cama.

Quizás la secretaria rubia nueva que había contratado Sukuna ya lo tenía lo suficientemente distraído.

Que se joda - Pensó- No me tendrá como su tonto anhelando por él.