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KUROO TETSURO:

Camine hacia Hiroko y me senté en el césped a su lado, ella estaba con la mirada sumergida en un punto fijo en el cielo mientras comía su helado. -Es un lindo día hoy. - Rompí el silencio con un tema sencillo. -Ajá. - Contesto un poco desinteresada. -Cuéntame sobre ti. - Pedí acercándome más a ella. -¿Qué quieres saber? - Interrogo al acomodarse y dejar de ver el cielo. -Lo común, el porque te cambiaste de preparatoria y esas cosas. - Hablo.

Hiroko dio un pequeño suspiro. -Yo... me transfirieron de preparatoria porque en la anterior institución un chico se suicido. - Explico desganada, sus ojos dejaron de verme y volvieron a centrarse en el punto fijo en el cielo. -¿Fue alguien cercano a ti? - Pregunté pensando en que tal vez estoy preguntando mucho, pero me da envidia que Kenma sepa varias cosas y yo no, Hiroko separo sus labios para hablar pero Kenma llego y se sentó a su lado al igual que yo.

Cerro los labios y pensé que tal vez si me excedí. -No debería de haber preguntado eso, lo siento por tu perdida. - Me lamente, hubo unos segundos de silencio y un leve viento choco en nuestros rostros. -Mi mejor amigo. - Responde mirando al punto perdido, creo que comprendí la razón por la cual mira al cielo.

No tenia palabras, por un momento me imagine que es lo que haría yo si Kenma se muriese, probablemente yo iría tras él, se me hizo un nudo en la garganta, ella no mostraba ningún tipo de emoción en su cara.

-Fue mucho, lo lamento. - Volví a disculparme por excederme. -Da lo mismo, él ya esta muerto, supongo que si tan solo me hubiese dejado ayudarlo podría haber... - Intentó hablar pero se detuvo cuando Kozume le coloco una mano en el hombro, como si de apoyo se tratase, mi amigo no esta sorprendido por lo que me doy cuenta de que él probablemente ya lo sepa.

La vi tragar duro, no llevaba expresión pero se que le afecta, después de todo no creo que haya pasado mucho tiempo desde eso, imagino lo peor. 

-Tengo 17 por lo que debería de estar en tercer año de preparatoria pero mis calificaciones no fueron suficientes, así que estoy retomando segundo año. - Habla dejando de mirar el cielo y ahora me mira a mi, tengo que aprovechar que aunque sea me esta hablando a mi y no a Kenma. -¿17? Eres mayor que yo. - Confesé algo sorprendido. -¿Aún tienes 16? - Pregunta ella. -Sí, cumpliré 17 en unos meses. - Explico.

-¿Color favorito? - Pregunto Hiroko hacia mi. - Rojo. - Respondí casi sin pensarlo, en realidad la mayoría de colores me gustan pero el rojo es muy bonito, Hiroko es como el rojo. -¿Kenma? - Llamo la atención del menor que estaba perdido mirando las facciones de la chica. -Ya lo sabes. - Respondió él. -Sí, pero estamos conociéndonos los tres juntos y aunque ya sepamos cosas entre nosotros repítelas. - Gris. - Hablo el cabeza de pudín. -El mío es el negro. - Aclara ella.

Así estuvimos mayor parte de la tarde, haciéndonos preguntas entre nosotros e incluso Kenma hizo varias preguntas, me alegra poder conocerla bien ahora.

El sol ya estaba bajando por lo que ella se fue camino a casa dejándonos a nosotros dos sentados en el césped del parque central, cuando Hiroko ya no estaba a la vista vi a Kenma suspirar algo cansado. -¿Esta todo bien? - Pregunte al ver a mi amigo. -Me pone tenso el tema de su mejor amigo. - Explica él. -¿Por qué? - Interrogue sintiéndome curioso. -Kuroo, su mejor amigo murió de depresión y problemas familiares. - Aclaro como si eso solucionara mis dudas, él llevo su mano a la cara al verme aún confundido. -Me refiero a que ella tal vez podría tener algo de eso. - Volvió a explicar. 

No pude responder nada, se me cerro la garganta. -Vayámonos a casa juntos. - Pedí. 

Comenzamos a caminar dirección a nuestras casas, vivimos cerca así que no hay problema en ello, lo único en lo que pensaba era en que tal vez ella.. es decir, ¿Hiroko puede tener algo de eso? ella luce como una persona muy fuerte, las probabilidades son bajas.

Kenma llego a su casa, se despidió y cerro la puerta, luego yo seguí el camino hasta la mía, ya era de noche, pro suerte esa misma tarde había conseguido la información de contacto de Hiroko por lo que podre molestarla por mensaje e incluso llamarla.

Llegue a mi casa y tuve que aguantar el interrogatorio de mi madre pro haber llegado tarde a casa, efectivamente me había olvidado de enviar un mensaje avisando que yo regresaría más tarde a la casa.

Luego del interrogatorio logre cenar en paz con mi madre y mi padre, fui directo a la ducha y me permití relajarme.

Ya era algo tarde, exactamente de madrugada pero no podía parar de pensar en el numero de celular de Hiroko, por lo que llegue a la conclusión que solamente para sacármela de la mente la llamaría, tome mi celular en manos y me senté contra el respaldo de la cama, caí en cuenta de que realmente era tarde para llamar así que estaba por cortar la llamada pero una voz familiar sonó del otro lado de la llamada. -¿Moshi moshi? - El tono de voz de Hiroko era adormecido, como si hubiese contestado si mirar siquiera quien era. -Es algo tarde para llamar ¿Verdad? - Pregunte sabiendo la respuesta. -Kuroo, sí, es algo tarde. - Respondió de forma directa, pude escuchar unos ruidos de fondo por lo que deduje que se estaba sentando en la cama. 

-¿Paso algo? ¿Pudiste regresar bien a tu casa? - Interrogo ella, su voz adormecida y susurrada es tan bonita que creo que soñare con ella, espero que Kenma no haya escuchado esta voz de Hiroko, pretendo ser el único. -Yo... legue a salvo a casa, ¿Tu? - Hablé nuevamente luego de un par de segundos de silencio. -Sí, llegue a salvo también. - Confirmo y pude estar más tranquilo. -Deberás devolverme la sudadera del farmacéutico, debo regresársela. - Pidió. -Yo mismo se la regresaré de tu parte, no te preocupes. - Hable de forma rápida.

Logre escuchar un leve suspiro del otro lado de la llamada y solté una pequeña risa para quitarle seriedad al asunto. -Bien, lo harás tu. - Murmuro ella luego de carraspear. 

Nos quedamos intercambiando un par de palabras más, yo hablaba de cualquier cosa y hacia cualquier pregunta idiota solo para escucharla hablar. -Realmente es tarde, Kuroo. - Expreso Hiroko luego de estar medio hora hablando por llamada. -Bien, te veré mañana. - Hable riéndome. -Descansa, pelos locos. - Se despidió y corto la llamada, ni siquiera me dio tiempo de despedirme, finalmente apoye mi cabeza en la almohada y quede plácidamente dormido.

Desperté a la mañana siguiente por los gritos de mi madre desde la cocina, esa vieja loca me pone los pelos de punta, me levante desganado de la cama sintiendo frio, me cambie al uniforme escolar y me medio arregle a duras penas, baje las escaleras arrastrando los pies por lo cansado que estaba, al entrar a la cocina mi madre me recibió con una cara de odio que no iba en serio. -Buenos días, mamá. - Salude y me senté en la mesa. -Buenos días, señor hablador hasta tarde. - Me vacilo mi madre refiriéndose a la llamada de anoche. 

Me dedique a desayunar rápidamente o llegaría tarde a clases, me pare de la mesa en silencio para evadir las preguntas de mi madre y terminé de agarrar mi mochila y las cosas necesarias. -No escaparás de mis preguntas, ¡traidor!. - Me grito desde la cocina mi madre, di una pequeña carcajada y sali de la casa.

Llegue a la preparatoria y tuve que dirigirme directo a mi salón de clases porque había llegado tarde. 

Las clases pasaron de una forma impresionablemente lentas, en el primer descanso tuve que quedarme en el salón de clases por orden del profesor, fue mi castigo por llegar tarde, en el segundo descanso si pude salir, fui directo al piso de segundo año de preparatoria y entre en el salón de Kenma, logre ver a varios alumnos, entre ellos divise a el cabeza de pudín pero... ¿Hiroko? ¿Dónde esta Hiro? 

Camine hasta el pupitre de Kozume quien mantenía la cabeza apoyada en sus brazos los cuales estaban encima de la mesa. -Kenma. - Llame. -¿Hm? - Hizo un pequeño ruido con la garganta, significando que me estaba escuchando. -¿Paso algo? - Pregunté preocupado por mi amigo. -No. - Negó y levanto la vista hacia el pupitre vacío en enfrene de él. -Ella se sienta ahí. - Señalo a el asiento vacío el cual miraba. -¿Esta en el baño? - Interrogue despreocupado, la situación era extraña pero nada del otro mundo. -No, ella no asistió, Kuroo. - Expreso suspirando.

¿Qué hay de malo con eso? ¿Qué paso con Hiroko?

𝐹𝐴𝐾𝐸 𝐿𝑂𝑉𝐸𝑅, 𝐼 𝐿𝑂𝑉𝐸 𝑌𝑂𝑈. ( Tetsurō Kuroo & Lectora).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora