➷𝓔𝓼𝓬𝓮𝓷𝓪𝓻𝓲𝓸𝓼 𝓢𝓱𝓲𝓷𝓰𝓮𝓴𝓲 𝓷𝓸 𝓚𝔂𝓸𝓳𝓲𝓷 ➶

🍂Erwin x Reader (+18)

Narrador Omnisciente

—Vamos comandante, tiene que distraerse un rato —susurró en su oído mientras se sentaba sobre él  y se restregaba eróticamente sacándole gruñidos de placer.

—Vas a matarme.

—Prometo hacerlo de manera que lo disfrutes como no te das una idea.

Se besaban apasionadamente mientras ella tiraba unas cuantas cosas de su escritorio haciéndolo rabiar un poco, quería que se ponga brusco con ella. Se levantó mientras se sacaba su chaqueta y desprendía el arnés de su pecho para abrirse la camisa y dejar al descubierto sus pechos.

Se apoyó en la parte libre de papeles del escritorio de Erwin mientras sacaba el resto de su arnés del cuerpo para sacarse los pantalones y la bragas.

Erwin miraba la escena acariciando un bulto grande en sus pantalones, gemía al ver su piel suave y sudada.

Se arrodilló ante ella mientras liberaba su pene de los pantalones y levantaba y separaba las piernas de la chica, metía su lengua en su vulva y vagina haciendo que mordiese sus labios para no gemir muy alto y que los interrumpieran.

Chupó y masajeó el clítoris a la vez que enterraba dos dedos en la vagina de ella, chorreaba tanto que toda su mano pronto se encontraba pegajosa por los fluidos. Sacó sus dedos con fuerza mientras ella protestaba y los metió en la boca de la chica sin dejar de chupar su coño mientras ella estiraba y empujaba la cabeza del rubio entre sus piernas, dirigiendo la mamada.

Erwin sacó su miembro de su ropa interior y se masturbaba furiosamente mientras sentía la erótica lengua de la chica en sus dedos, y su mano jalando su cabello.

Seiro sin soportar más sacó la cabeza de Erwin de su entrepierna mientras lo jalaba hacia arriba para besarlo con el sabor de ella entre los labios de ambos, las lenguas se chocaban y las mordidas en los labios solo hacían más excitante la situación. Él encontró su vagina y la penetró profundamente mientras ella gemía de placer y él se concentraba en besar su cuello intentando no dejarle marcas que los delatasen luego.

Las estocadas comenzaron a apurarse mientras no paraban de gemir, besarse, morderse y chuparse.

Seiro lo separó sentandolo en la silla de antes y comenzaba a cabalgar mientras le hacía marcas en la clavícula y mordía sus hombros. Zonas seguras que con el uniforme no serían capaces de verse. Erwin apretaba sus pechos y estiraba entre sus dedos los pezones de la chica haciendo que ahogara grititos de dolor y placer. Ella para vengarse se agachó y mordió suave los pezones de él, haciendo que tomara fuerte de sus caderas y la obligara a quedarse quieta mientras gemía con fuerza y tiraba su cabeza hacia atrás intentando contener su corrida.

—¿Acaso quieres llevarme al límite papi? Es algo que podemos jugar los dos —susurró en su oído mientras volvía a moverse pero esta vez en círculos apretando los músculos de su vagina, y por lo tanto también el pene del hombre que tenía dentro de ella.

Erwin la alzó en brazos desde la parte interior de sus rodillas y la apoyó contra la pared de piedra de forma brusca y la penetraba rápido otra vez, llegando más profundamente en su coño. Ambos gemían mientras se miraban a los ojos sintiendo una conexión y placer superior a todo lo vivido antes. Ella tomaba el cabello cercano a su nuca desde la raíz y lo jalaba suave mientras mordía sus labios.

—Más rápido papi, sino voy a dejar una buena marca en tu cuello para que todo el mundo la vea y estemos parejos —susurraba a sabiendas que su comandante le había dejado marcas de chupones y mordidas en su cuello y clavícula, logrando que el gruñera de excitación, pero retándola a cumplir bajó el ritmo de sus penetraciones