꧁『𝕙𝕠𝕥𝕖𝕝 𝕕𝕖𝕝 𝕃𝕦𝕟𝕒』꧂

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Un chico solitario caminaba arrastrando una carreta pequeña con un ataúd sellado, el  camino era desolado, sólo se apreciaban árboles muertos y buitres merodeado en el cielo, fuertes ráfagas de aire golpeaban su rostro asiendo volar el pañuelo que traía encima cayendo sobre unos arbustos muertos. 

Los  bandidos que andaban en su búsqueda encuentran el pañuelo y le siguen el rastro

Tras largas horas de caminata encuentra una pequeña cantina en medio de la nada, ya era de noche , una anciana se acerca y comienza ha hablar con el chico.

-Que suerte has tendió, sólo aquí podrás saciar tu sed, eres de algún lugar cerca de aquí, la realidad no pareces un kitan, quizás eres un monje, uuuu traes una espada,acaso eres un guerrero- preguntó la anciana con insistencia

-eres tan ruidosa que incluso logras que el alcohol sepa horrible- dijo el chico mientras se paraba y caminaba hacia la carreta y comenzó a derramar la botella que se estaba tomando sobre el ataúd que traía consigo

-murió alguien que conoces o lo matastes tú, ahh sólo dos tipos de personas se pasean por este clima tan desfavorable, personas q van a matar o personas a las que van a matar- pronunció  la anciana quedando callada.

-como demonios has logrado sobrevivir en este lugar durante tanto tiempo con esa lengua tan larga que tienes, quizás deba cortartela para que sigas con vida-exclamó  algo enojado.

-puede que la lengua de esta anciana no distinga un buen licor pero puede darte información, parece que has estado vagando mucho tiempo por ahí, buscas algo especial.

-Buscó una posada, escuché que en el desierto hay un lugar donde descansan el alma de los muertos

- ¿ Estas buscando el Hotel de luna no ?

-¡ Lo conoces !- exclamó el chico de forma exaltada

-Se que es un lugar donde quedan atrapados los espíritus errantes-

Su respiración se aceleró rápidamente -donde esta, como lo encuentro

-no puedes ir ese lugar es sólo para los muertos, ¡  muertos! al igual que esos- dijo la anciana apuntando hacia atrás del chico. -dime cuantas almas pérdidas trajistes contigo en ese ataúd

-perdieron la vida por mi culpa- susurraba con una voz entrecortada mirando fijamente el ataúd.

-Y a quien más mataste por el bien de los muertos- exclamó la anciana clavando su mirada en el ataúd.

El Chico enojado desenvaina su espada y la coloca en la garganta de la anciana - basta de palabras y muestrame el camino

La anciana quedó mirando la espada y logró ver un tallado que tenia esta donde decía " Luna Llena " -luna llena verdad, pero llena con un profundo rencor

- me hago responsable de todos los que mate

- Ni siquiera eres capas de controlarte y dices que te harás responsable de la muerte de otras personas- dijo la anciana

-Si sigues hablandome de esa manera te juro que te cortaré esa lengua, sólo dime a donde ir, si ese Hotel es sólo para muertos estoy dispuesto a renunciar mi vida- exclamó colocando la espada en su cuello

-Qué patético, es un deseo en vano querer pagar por tus errores con tu propia vida-

-Es lo único que me queda, no tengo nada más que ofrecer- dijo el chico con lágrimas en los ojos.

-El Hotel de Luna es donde todos los espíritus se reúnen, los espíritus errantes llegan ahí por su propia cuenta-

A lo lejos se escuchaban pasos de caballos , eran los bandidos , habían encontrado el lugar donde estaba el chico, este saca la espada de su cuello y comienza a caminar hacia ellos. Empuña su espada y se lanza hacia ellos al primer contacto todos los bandidos desaparecen, quedó confundido con lo que estaba pasando, algo raro sucedía, esas eran las almas de los bandidos que había asesinado en el camino. -este es el lugar, soy un espíritu errante por matarlos a todos, encontré el hotel de luna por mi propia cuenta- de repente escuchó a la anciana que hablaba detrás de ella.

-_orgulloso y patético humano, te revuelcas compadeciendote a ti mismo, encontraste un lugar donde arrepentirte de tus pecados, es hora de pagar el precio-

De repente aparece un árbol seco detrás de el y clava su espada, todos sus recuerdos volvieron a su mente en el momento que clavo su espada en el tronco de aquel árbol, cada una de las víctimas de su espada, el árbol comenzó a fundir la espada en su corteza hasta hacerla desaparecer, una luz segadora brillaba en su espalda y una fuerte ventisca trajo cientos de tablones de madera creando una posada

-El Hotel de Luna a encontrado a su nuevo dueño- dijo la anciana segundos antes de desaparecer entre las dunas de arena.