Bakugo Katsuki se ve afectado por el Quirk de un villano el cual hace que éste olvide todo lo que conoce, incluyendo el amor que tiene hacia Kirishima.
Eijiro Kirishima, se propone a enamorarlo de nuevo, antes de que Camie, la mejor amiga de Bakugo...
Maldición- Se quejaba Katsuki mientras respiraba con dificultad, hace un par de horas había salido de la mansión de 1-A para salir a comprar unas cosas para su cuarto y terminó metido en una pequeña pelea que se había desarrollado unas calles antes de llegar a dicha plaza en la cual se surtiría de material.
Un villano había robado a un par de personas que pasaban por un callejón de ahí cerca. Para su "buena suerte" se encontraba ahí para acabar con el villano nada fuerte y así llegar orgulloso a los dormitorios y presumirles a sus inútiles compañeros que él había ayudado en la captura de una infame persona, sonrió ladino por las plegarias de las victimas que le suplicaban que los ayudaran a recuperar sus vienes.
Bakugo saltó en frente de aquel ruin sujeto y procedió a inmovilizarlo haciendo uso de su quirk, claro, con las debidas precauciones por encontrarse en plena ciudad que era muy transitada, pese a ello, notó como se desprendía una ola de humo color rosa que se acercaba rápidamente hacia su ubicación e inundando sus fosas nasales distinguió un dulce aroma proveniente de aquel quirk, después de unos cuantos ataques; Katsuki había podido con un villano, presuntuosamente se dirigía a continuar con sus planes, sin embargo empezó a sentirse mal.
A pesar de haber entregado a la persona. Sentía que algo no estaba bien, empezó a pensar en cuál era el poder de aquella persona traidora de la sociedad si bien no le afectó durante la pelea con el mismo, y al parecer no lo había descargado con las personas a las que asaltó; Le causaba intriga puesto que el villano tampoco le dijo o advirtió de lo que había descargado maliciosamente sobre él.
Y odiaba con todo su ser no saber que era lo que implicaba haber estado en contacto con ese humo, sobre todo odiaba no poder disfrutar de los elogios que la muchedumbre le soltaron hacia su persona una vez que este había terminado con el presuntuoso criminal.
Maldición- Volvió a musitar esta vez con un ápice de odio mientras regresaba hacia los dormitorios, no se sentía lo suficientemente bien como para continuar con su travesía, caminaba hacia estos mientras su vista se nublaba poco a poco y sus oídos empezaban a zumbar, como si un mosco gigante estuviera dando vueltas por sus orejas, lo hubiera creído si no fuera por que era invierno y en esa época del año esos insectos no hacían acto de presencia, comenzando a perder el equilibrio, sintió oleadas de cansancio y calor agotador pasando por todo su cuerpo, lo que ocasiono que éste cayera al suelo a escasos metros de las puertas de la mansión.
Obteniendo que se desmayara, lo único que esperaba era que sus compañeros notaran su ausencia y salieran a buscarlo, sino, le esperaba pasar unas cuantas horas posado en la capa de nieve que se había asentado en las calles y coger un resfriado era algo que Bakugo Katsuki no quería que le sucediera por nada del mundo.
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Vamos Kirishima, debe de estar peleando con alguna señora mientras le reclama que por qué vende las cosas tan caras.-
Cierto, ¿Cuántas veces no pasó? La ultima vez que salimos a buscarlo, lo encontramos con una bolsa de papas gigante, diciendo que le habían dado un descuento después de haber peleado con el dueño del negocio. -
