El rey demonio tenía tres hijos conocidos por su temible habilidad en el campo de batalla, eran Meliodas, el mayor, Zeldris, el medio y Estarossa, el más joven. Sin embargo, el rey escondió a su joven prodigio, el orgullo de los tres mayores, del mundo exterior. El joven príncipe Norman, un niño con un poder similar al de Zeldris, piel pálida, ojos verdes bajo su oscuridad demoníaca y cabello castaño oscuro.
Sin embargo, la personalidad del príncipe más joven era diferente a la de los hermanos, a quienes admiraba fervientemente. Norman era tranquilo, estudioso, paciente, aventurero y extremadamente curioso. No le importaba el campo de batalla ni el poder, veía a sus hermanos con amor y adoración, pero nunca se imaginó haciendo lo que ellos hacían. Odiaba la violencia, odiaba la guerra, sentía repulsión por la sangre y, aunque sabía que era su destino, evitaba participar en los enfrentamientos tanto como podía, aunque sus hermanos o su padre intentaran convencerlo de ello.
? - ¿Príncipe Norman? Por favor, su alteza, preséntese. Es hora de tu entrenamiento - dijo un robusto demonio con barba y cabello rojo mientras buscaba al joven príncipe por los pasillos del palacio.
El niño se rió al escuchar las llamadas del entrenador, sabiendo que este estaría en problemas si no lo encontraba, pero el pequeño no notó a alguien justo detrás de él que lo agarró tapándole la boca y lo asustó. Por el rabillo del ojo, Norman pudo ver el cabello rubio, que se calmó de inmediato. Meliodas lo llevó fuera del palacio cerca de un denso bosque donde estaban los otros dos mayores, esperándolos.
M - Tienes que dejar de huir de tu entrenador Norman. Te necesitaremos en la batalla contra el clan de la diosa - dijo el mayor, soltando a su hermanito con cuidado.
N - No me necesitas. Son los mejores guerreros del clan de los demonios, ¿por qué el hermano pequeño más débil sería útil en una batalla? Ni siquiera puedo pegarle a un mosquito, imagina una diosa que es casi diez veces mi tamaño - respondió cruzando los brazos y frunciendo el ceño.
Z - No es cierto. Eres tan o más poderoso que yo – respondió, tocando la cabeza del hermano con amor. Norman solo infló las mejillas en respuesta sonrojándose levemente ante la acción de su hermano, sabiendo que la broma entre ellos pues él era lo más bajo de los cuatro. Eso antes de que Estarossa lo abrace con fuerza, levantándolo en el aire, provocando risas de los mayores y quejas del más pequeño.
N - ESTAROSSA! NO - gritó, pateando el aire tratando de golpear a su hermano.
E - Vamos, hermanito. No te dejaré ir hasta que te escuche reír - respondió, comenzando a girar con el más joven en sus brazos. Meliodas y Zeldris se rieron a carcajadas mientras Norman aguantaba, hasta que no pudo más y se echó a reír con los tres.
MÁS TARDE
N - Los odio a los tres - dijo, recobrando el aliento, aun riéndose un poco de las bromas de los hermanos, quienes, como él, estaban sentados en el pasto viendo la puesta de sol.
E: Es mentira, nos amas – respondió, golpeando al menor en el hombro, haciéndolo reír.
Z - Tu entrenador será devorado vivo por no encontrarte. Lo sabes, ¿no? - preguntó antes de ver a su hermano encogerse de hombros, sin importarle un poco.
M - Será mejor que regresemos, papá todavía nos puede castigar - dijo extendiendo sus alas de materia oscura y comenzando a volar, los otros dos hicieron lo mismo, pero antes de irse miraron al más joven que estaba de pie.
N - Caminaré, si el padre pregunta, dile que estaba entrenando y estaba demasiado cansado para volar - respondió, comenzando a caminar por el bosque, viendo a sus hermanos alejarse rápidamente por el cielo oscurecido. Mientras caminaba en la oscuridad de la noche, el joven príncipe pensó en la conversación que había tenido con sus hermanos esa tarde, en la guerra de la que tanto querían formar parte. Preguntándose si debería escucharlos y aceptar su deber como príncipe demonio. Pero incluso antes de que tuviera la idea de aceptar, escuchó un estruendo y vio algo brillante en el bosque, atraído por esa luz extrañamente agradable, se acercó con cautela, transformándose en sombra usando su habilidad mágica.
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Nanatsu no Taizai - El trío de Oro
FanfictionAntes de la Gran Guerra Santa, había tres jóvenes, de tres razas diferentes que, a pesar de sus diferencias, terminaron convirtiéndose en los mejores amigos que el mundo pudo conocer. Cada uno era especial, a su manera, único y eran inseparables. Pe...