Subi al auto de Justin, le grité con todas mis fuerzas que arrancara, y cuando voltie a ver, mi madre salió tras nosotros, pero no pudo alcanzarnos.
—¿En en que diablos te metiste?, mejor doy la vuelta y regresamos a casa— dice Justin algo nervioso
—¡No!, A ver, solo quiero ser libre por un día, esta noche bailare, tal vez me bese por primera vez con Ricky, el chico que me gusta, y después regreso a casa, a que el castigo valga la pena
Justin acintio, y mientras íbamos a la fiesta, el no dijo nada, me baje y vi a toda la escuela en la casa, se notaba que iba a ser una gran noche, baje del auto y me dirigí para adentro, quería buscar a Ricky, pero no lo veía por ningún lado
Becca nos recibió, y hasta nos sirvió unos tragos, era buena anfitriona, pero tuvo que dejarnos, ya que alguien había roto su lavabo, mierda dije mentalmente
—¿Debería hablarle a Elisa?, tal vez deba hablarle a Elisa— dice Justin nervioso
—Tal vez te estás tardando— le di una palmada
El se acercó a la chica rubia, y yo me serví un poco de refresco de Lima, en un estupido vaso rojo, pero de repente alguien me interrumpió
—Gran fiesta ¿no?— mi corazón latio un poco más fuerte
—¿Ricky?—digo confundida- estaba buscándote
El me miró con una sonrisa, se notaba que estaba drogado y tomado
—¿Estas bien?— sus pupilas estaban muy dilatadas
El asintio con un sonrisa, se sentó arriba de la barra y empezó a hacerme masaje en mi cabello, estaba algo nerviosa, pero me dejé llevar
—Hueles rico— dice entre risas
Levante mi mirada, y el me miro por unos minutos, luego me tomo del mentón y me beso, me sentí muy bien, pero a la vez sentí como un vacío, tal vez porque me había pasado un poco el sabor de la pastilla que se había metido a la boca, o simplemente estaba paranoica, Ricky pego su rodilla entre mis piernas, no sabía exactamente dónde pararía esto, hasta que alguien gritó, ¡La policía!
El abrio sus ojos aún más, se levantó de la barra y salió corriendo, dejándome ahí parada, como idiota, todos salimos por el otro lado, pero no sabía a dónde ir, Justin y Ricky me habían dejado, corrí lo más que pude, no quería meterme en problemas, hasta que en a esquina un coche algo vintage color negro se paró, no identifique quien era, pero las sirenas de los autos de la policía me desconectaron por completo
—¡Sube!—me quede parada pensando, y las sirenas cada vez estaban más cerca- ¡Sube al puto auto!- el chico gritó con desesperación, no lo pensé dos veces y me subí, en cuanto mis pies estaban dentro de auto, el tipo arranco, se que no era buena idea subir al auto de un desconocido, pero no tenía opción.
Tome aire antes de mirarlo, y me tope con un chico algo rapado, bastante blanco y muy atractivo, era drogas, el proveedor estrella del colegio.
—¿Drogas?— digo confundida, ya cuando estábamos más lejos de la casa que seguramente ahora estaba rodeada de patrullas y policías
—¿Que?, ¿Soy drogas?, agh...—hizo un gesto de desagrado y pego ligeramente en el volante su cabeza
—Me llamo...— lo interrumpi—Eres Thomas Holland, lose, pero aquí todos te llaman así— le sonreí
—Pues no me llames asi, soy Holland, y punto, ya hablé de esto con los pubertos
—¿Puedo llamarte Tom?— le di una media sonrisa
—No— dice a secas
—¿Y tus padres?, no les molesta que vendas droga
—No hablo de mi vida privada con nadie— dice serio
—¿Porque?— conteste con confusión
—Las personas interesantes son aquellas de las que no sabes de nada de su pasado— lo mire con aún más confusión
Mi sonrisa desapareció- Bien, entonces eres Thomas— murmure, no quise cabrearlo más
—Solo, llámame Holland... ¿Que hay de ti?, ¿Tienes nombre ojos coquetos?— en ese momento me sonroje bastante
—Margot, mi nombre es Margot Highma— le sonreí, me gustaba verlo manejar, el chico llevaba un oufit algo Dark, pero se veía bien, nunca había notado que Drogas era muy atractivo, podía pasar horas mirándolo y no me cansaba
—¿Si me oíste?- en ese momento volví a la realidad
—¡Que!—digo alarmada, ya que estaba distraída, notando que su mentón marcaba un ángulo perfecto de 90°
—¿Donde vives?—dice mientras me mira unos segundo y luego fija denuevo la mirada en el camino
—En central park, número 8—digo automáticamente
—Gran zona, sirve que me acompañas a entregar un par de pedidos
Me sentí algo nerviosa, no quería tener nada que ver con droga y eso, pero tampoco quería caminar a casa
—¿Nerviosita Margot?— dice entre risas
Vaya era la primera vez que veía cambiar las facciones de su rostro
—Para nada— le di una media sonrisa
—Bien, porque es aquí, voy a tomar— le quice pasar la mochila con píldoras
Pero mientras yo la buscaba, el tuvo la misma idea, y nuestras manos rozaron, yo sentí como si hubieran sido horas, y todo mi cuerpo sintió como un choque de electricidad, fue como una conexión, instantánea
—Lo siento— dijimos ambos al mismo tiempo
Yo baje mi mirada, y el miro a la ventana, discretamente
—Vuelvo en un minuto— dice mientras se pone la mochila y baja del auto
No sabía que me pasaba con Drogas, digo, con Holland, me sentía muy extraña.
Empecé a ver que su auto estaba extremadamente limpio, creo que era uno de esos chicos obsesionamos con la limpieza, de repente regresó y cuando lo hizo, sentí un gran alivio, porque denuevo estaba conmigo, encendió denuevo el auto y me llevo a casa. No dijimos nada mientras el me llevaba a casa, pero yo no podía dejar de verlo, era como si no pudiera, y me gustaba esa sensación. Cuando llegue a casa, me baje unas calles antes, y cuando me aleje de él senti un vacío inmenso, quería haberme regresado con el. Evidente en cuanto volví, noté que mis padres estaban furiosos, y lo peor era que Justin estaba ahí, les contó a mamá y papá que la policía había llegado, claramente no le iba a volver a hablar a Justin después de delatarme, cuando se fue, papá dijo que estaba castigada por 2 semanas y que volvería al psicólogo, subí a mi cuarto, y cuando me sentí miserable, solo salí al pequeño balcón de mi habitación, y pensé en Holland, en lo guapo, y sexy que era, además era un chico misterioso, nadie sabía absolutamente nada de él, había rumores de que es el hijo de meramente y que nació en la cárcel. Solo quería pensar en Holland, y ya, eso me tranquilizaba, ¡Mierda!, eso quiere decir que, ¡Me gusta Drogas!
ESTÁS LEYENDO
My poisoned boy 《Tom Holland》
Roman pour AdolescentsThomas Stanley Holland, un chico con traumas psicológicos, no se sabe porque Holland terminó vendiendo drogas en callejones de Queens, el chico era un tipo tranquilo, no se metía con nadie, y nadie se metía con el, sus mejores proveedores eran los c...