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Los días pasaban efímeramente y en un parpadeo sólo faltaba una semana para el cumpleaños de Kim Taehyung (o como a Jungkook le gustaba nombrarle en sus pensamientos ''el hombre de sus sueños''), y Jeon no podía estar más estresado, ¿¡Qué demonios se le regala al hombre perfecto!? Muchas cosas habían pasado por su mente, pero todo le parecía o muy rídiculo o muy feo, que difícil es buscar un regalo para el amor de tu vida.

Una idea pasó por su mente... Lo pensó un largo rato y por fin llegó a una conclusión. Su idea no podía ser más cliché y perfecta.

...

Faltaba un día para nochebuena.

Taehyung no estaba tan emocionado. No acostumbraba a celebrar yendo a casa con su padre, pues normalmente celebraban las épocas decembrinas y su cumpleaños el treinta de diciembre. Desde que se mudó a Seúl a los dieciocho años para estudiar en una prestigiosa universidad había pasado algunos años celebrando solo u otros era invitado a casa de los Park, que recidían a varias calles de su propio departamento. Este año no tenía porque ser diferente, ¿verdad? Y con ese pensamiento en mente un día más dio comienzo en su vida.

...

Jungkook en realidad no sabía que haría Taehyung en noche buena, por lo que temía invitarlo a la cena en su casa y posteriormente recibir un rechazo, pero, ¿qué más daba? No tenía nada que perder, pero si mucho que ganar, así que apenas terminaron sus clases y él ya estaba llegando a la clínica junto con Yoongi.

Al entrar notaron a los dos chicos comiendo, ese día tenían horario normal, por lo que tenían que buscar un pequeño espacio entre la agenda para poder comer tranquilamente. Park y Min se saludaron como ya era costumbre y se sumergieron en su mundo, así que Jeon se acercó a saludar a Kim con un beso en la mejilla y por fin se armó de valor para lo que quería decir.

—¿Te gustaría pasar nochebuena en casa? A Somi y a mamá les encantará tenerte ahí.— Soltó el azabache.

—¿D-de verdad?— Cuestionó el contrario.— Búrlate si quieres, pero ya estaba pensando que la pasaría solo en casa comiendo helado, así que definitivamente acepto tu invitación.— Aseguró el rubio con una bella sonrisa rectangular.

—Jamás me burlaría de ti, Taehyungie. Pero si me alegra que aceptes mi invitación.— Respondió pero con una sonrisa que dejaba a la vista sus dientes de conejito.— Como ya sé donde queda tu departamento iré a recogerte, sólo asegúrate de estar listo antes de las ocho.— Pidió aún sin borrar su brillante gesto.

—Claro, me tendrás listo con anticipación.— Rió.

—Sólo venía a invitarte, así que me retiro para no interferir en tu trabajo.— Tomó la altura del rubio y dejó un beso en su frente.— Vámonos, Yoongi. No debemos interferir en su comida y en su trabajo.— Habló después de dar un fuerte abrazo al mayor y una reverencia a Jimin, tomando así a Yoongi del brazo y tirando de él hacia afuera.

—¡Adiós, amor mío! ¡Volveré por ti!— Exclamó Min tirando un beso con su mano hacia el pelirosa.— No me voy, este terrible ogro me lleva.— Señaló con dramatismo y salió tras Jeon, causando una risa por parte de los tres amigos.

Taehyung y Jimin terminaron su comida con un mejor ánimo y su siguiente cita comenzó unos minutos después.

...

Al término de la jornada Taehyung se despidió de Jimin y se encaminó a la parada del autobús, al llegar se sentó a esperar tranquilamente.

¿Qué debería usar para mañana? No quería dar una mala impresión a sus anfitrionas, quería lucir muy bien, pues era una de las nochebuenas más felices de su vida junto a personas muy importantes... Y sus pensamientos se vieron interrumpidos por la llegada de su transporte.

What about the glasses? - KookTae ♡︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora