Capitulo 187

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Lara.

Llegamos al lugar donde sería la pelea, como era ya de esperar era una aglomeración de gente al rededor de un pequeño cuadrilátero de boxeo.

Me sentía igual que en las carreras de motos, aún asi era nueva en todo esto. Creo que nunca había ido a una pelea ilegal.

Nos sentamos en las gradas, mientras Anastasia llamaba a Jhon.

Jhon salió detrás de una puerta, suponía que era el lugar donde estaban los boxeadores.

–Tengo unos asientos exclusivos para ustedes.- en seguida me puse alerta.

–Yo no quiero estar tan cerca del ring.- Anastasia me lanzó una mirada de molestia.

–No nos pasará nada Lari, yo soy siempre la nerviosa y tú la serena. Así que por favor, vamos.- no insistió tanto y yo tampoco me opuse.

Esperaba que de verdad no nos pasará nada.

No tardó mucho en salir Santiago, con su torso descubierto u en su diminuto shots de boxeo. Se hizo un minuto de silencio y todas las miradas estaba donde nosotros estábamos sentado. Las mujeres suspiraban y hasta los hombres miraban a Santiago de arriba abajo.

Escuchaba los comentarios de las personas. Unos decían que había vuelto la gran estrella de las peleas ilegales.

–Creo que de verdad eres famosos en esto de las peleas.- comento Anastasia.

Santiago asintió, pero en vez de mirarla, me estaba observando a mi.

Voltee mis ojos de inmediato.

–Espero que apuesten a mi favor, pues obviamente ganaré.- respondió mirando el ring de boxeo.

–No seas tan humilde por favor.- dije y me ignoro.

Que creído era.

–No soy creído patito, soy honesto. Sabes que ganaré.- se puso de frente a mi.- así que apuesta por mi.

Me pico el ojo.

Entrando por las granadas venían los amigos de Santiago que no podían faltar.
Eric, Tiago y Luke.

La boca se me seco en seguida lo ví. Hasta me sentía nerviosa.

–Ahi viene tu galán.- susurro Anastasia en mi oido.

Santiago levantó la ceja, porque aunque Ana lo fuera dicho lo más bajo posible, el lo había oido.

Camino rápido a dónde sus amigos y se quedaron hablando.

Luke y yo cruzamos una miradas desde lejos pero Santiago se atravesaba cada vez más en su campo visual.

Estaba haciendo todo lo posible por fastidiarme.

No lo soportaba

Llegó el momento de la pelea y el inmaduro antes de montarse en el ring. Me miró y me sonrió.

–Sabes que soy el mejor, mientras tanto admira como se gana.-se fue de inmediato.

Su cuerpo musculoso corrió y se montó en el cuadrilátero.

Todo mi cuerpo se erizo y también sintió un ardor en lo más profundo de mis entrañas
Idiota creído, ojalá y perdiera.



Aléjate o déjate llevarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora