Sinopsis:
TaeHyung siempre ha estado solo cuando él solo quería amor, siendo un niño con problemas emocionales que incluso su madre abandonó de pequeño junto a su esposo. En su vida el castañito solo ha podido contar con su padre, SeHun, y su mejor...
Jimin miraba el sol esconderse tras el edificio de la acera de enfrente; sus ojos cayeron hasta ver la tienda de artículos de segunda mano, su mente viajando a la noche del pasado sábado.
Tras ambos, TaeHyung y él, exponer sus circunstancias se quedaron hasta tarde tan solo así, abrazados en el estrecho sofá de Park dándose calor y confianza.
Cuando la mañana del domingo el menor se despertó le ofreció llevarlo a su casa, pero este de negó diciendo que iría su padre a por él.
Desde entonces habían pasado cuatro días y habían vuelto a adoptar una rutina compartida nueva. Ahora, en la tienda de artículos de segunda manos, desyunaban los cuatro juntos. Y al igual que Kook le llevaba su pastel de fresa a su pastelito, Jimin le llevaba de postre caramelos de distintos sabores a su caramelito.
-Kook. -Llamó el más bajo a su mejor amigo, el cual terminaba de hacer la caja del día. -¿Cómo le pediste salir a Yoon? -El más alto salió tras el mostrados colocándose su chaqueta vaquera, sí aquella que compró en su primera cita, y ofreciéndole la suya de tachuelas negra a Park.
-Tan solo le pedí que me acompañara a un lugar, pero especifiqué que en una cita. -Jimin salió de la tienda y procedió a cerrar tras salir JungKook. -No quería que pensara que lo invitaba como amigo, quería ser sincero desde el primer momento; dejar las cosas claras.
-Ya veo. -Susurró colocándose frente a él. -Tae y yo aún tenemos cosas Sue aclarar. -Kook asintió. -Pero me gustaría tener una cita con él.
-Pues pídeselo, no te dirá que no. -Jimin hizo una mueca dubitativo, una qué rápido cambio a una amplia sonrisa al escuchar ese grito.
-¡Minnie Hyung!
-¡Kookie!
Ambos menores estaban, ya con su tienda cerrada, esperándolos al otro lado de la calle. Ambos tatuados cruzaron para llegar hasta ellos.
-Hola mi pastelito. -Dijo Jeon envolviendo a su novio en sus brazos mientras besaba repetidas veces y de forma dulce sus labios.
-Hola Tae. -El castaño esperaba quiero, con su única sonrisa bella y cuadrada, a que su Hyung diera el primer paso. En esos cuatro días había aprendido a dejar que su algodoncito de azúcar fuera quién iniciara el contacto para no asustarlo o hacer sentir incómodo. -¿Abrazo?
-¡Sí! -Tae gritó feliz, lanzándose contra su cuerpo, comprendiendo el cuerpo del mayor contra su pecho mientras este escondía su rostro en el cuello canela del más alto.
-Chicos. -Les llamó YoonGi. -Nosotros nos vamos.
-¿Quieres que te llevemos a casa Tae? -Preguntó Kook, rodeando los hombros de su novio. -Yoonnie me ha dicho que tu padre no puede venir hoy por ti. -Tae hizo un puchero y asintió.
-Yo te llevo. -Dijo seguro Jimin, apretando más su agarre al tronco delgado del castaño.
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En viaje en coche fue silencioso, un silencio cómodo y relajante tan solo roto por la música que sonaba en la radio. La gran y cálida mano de TaeHyung apresada bajo la pequeña y tatuada del mayor sobre el cambio de marchas.
-Tu mano es muy chikita Hyung. -Murmuró Tae una vez pararon en un vado frente a la puerta del edificio donde vivía el menor. La mirada filosa del mayor cohibió al castaño. -¡No Hyung! -Gritó llevando la mano pálida junto a la suya a sus finos labios rosados. -¡Es un cumplido! -Abrió la mano tatuada colocando la palma directa en sus labios. -¡Es adorable y me encanta!
Mientras Tae daba cortos y melosos besos a cada uno de sus dedos, al dorso tatuado y la palma blanda y pálida de su mano; Jimin lo miraba completamente embobado, encandilado por la inocencia y belleza en ese ser que él se negó querer tanto tiempo.
Lo que más le molestaba era haberse negado a recibir tal amor del castaño.
-Tae. -El menor detuvo sus besos, pero no alejó la mano de sus labios, y lo miró a los ojos rasgados. -Salgamos en una cita este sábado. -El silencio del menor era aterrador, pero la sonrisa que sintió formarse bajo la palma de su mano aceleró en felicidad su corazón.
